Como dije al comienzo, esta historia es una adaptacion del libro "Lift me up" de Raine Auster~
Bueno, la idea es mañana terminar con todo el fic~ :3 Ando de buen humor, eso sucede, sumado a que no quiero sentarme a escribir memorias de un gay.
Me di cuenta que disfruto escribir/leer cosas tan raras y de un modo graciosas con respecto a esta couple. Creo que la imagen que ellos dan es así, algo rara y divertida y esa es una de las razones por que me gustan como couple.
Ademas de que se ven tan lindos juntos ;w;
Amo la foto que elegí para este fic, esa y otra de ambos tirados en el suelo del programa Running Man.
En fin, disfruten. Quizás en unas horas esté subiendo el cuarto capitulo.
¿Se viene el lemon?
jejeje
Cap 3: Marcha Suave.
De hecho, conseguimos llegar a su automóvil esa
mañana. Créanlo o no, tomó solo un par de minutos. No es como que se vaya a
repetir, YunHo tomó una silla de ruedas aparcada convenientemente, me levantó,
y rápidamente me sentó en ella, dejando caer sin miramientos las muletas en mi
regazo. Esa es la segunda característica distintiva que le descubrí, es
eficiente.
Me guiñó un ojo y se colocó detrás de mí antes
de empujar la silla hacia la puerta. A mitad de camino, grité. No era mi mejor
momento, lo admito, pero mis excusas eran válidas. YunHo pensó que sería
gracioso aumentar la velocidad, encaminándose hacia la puerta casi como en una
carrera. Eso no fue, de todas formas, lo que logró sacar ese sonido de mi
garganta. Me gusta creer que soy más digno. La aceleración de la velocidad fue
solo un adelanto de lo que pasó. YunHo tiró el asiento hacia atrás, dándome la
impresión de que íbamos a agregar una conmoción cerebral a mi actual lista de
heridas.
Quedándome sin palabras para protestar,
simplemente me agarré de los apoyabrazos hasta que mis nudillos estuvieron
blancos, él se rió entre dientes directamente en mi oído. —No te preocupes
tanto, amor. —Su tono de broma fue directamente a mi ingle, su aliento cálido
cosquilleó un punto erótico que se encuentra justo detrás de mi oreja—. No
dejaré que te caigas. Ese es tu trabajo, ¿Recuerdas?
Ahora, ese comentario logró mi regreso. —No es
como si realmente planease darte una vuelta, —le susurré, entrecerrando los
ojos en un intento de dirigirle una mirada penetrante. Aunque el intento
fue valiente, fue en vano. No puedo lograr enfadarme muy bien con esa esencia
de vainilla envolviéndome como a un amante perdido hace mucho.
Se encogió de hombros, volviendo a incorporarse
para empujar la silla de ruedas, más tranquilamente esta vez. —Premeditado o
no, el final es el mismo. Me hiciste tropezar y romper mi mejor juego de
porcelana china.
—Lo justo es sucio y lo sucio es justo,
—respondí, un repentino momento Shakesperiano se apropió de mí—. Hiciste que me
rompiera un tobillo. Yo diría que estamos a mano. —Tiré mi cabeza a un lado,
fijando mi mirada en sus rasgos. Es realmente espectacular. Tiene una fuerte
línea de mandíbula, labios gruesos, una nariz aguileña, y distintivos pómulos
masculinos. Eso y un asombroso y sedoso pelo color castaño lo suficientemente
largo para contemplar las ondas que tan bien le sentaban. Irónicamente,
exactamente del mismo color que el de KyuHyun. Interprétalo como quieras.
—Buen punto. —lo miré con la boca abierta.
Realmente no esperaba que me diera esa victoria, por eso no sabía cómo
responderle. Afortunadamente, no necesité hacerlo. Rodeándome, calmadamente
abrió la puerta de pasajeros de su Audi A4 color carbón vegetal. Un clásico,
pero realmente no lo noté hasta mucho más tarde. Después de todo, tenía algo
mejor para ver. Verán, estar sentado en una silla de ruedas me dejaba con la
vista al nivel de una interesante parte de su anatomía. Para su suerte, yo
estaba demasiado aturdido para actuar en mi impulso de participar en una,
ciertamente repentina y pública, muestra de afecto.
Mi perfecto panorama fue arruinado por mi
necesidad de entrar al automóvil. En el momento en que abrió la puerta, YunHo
me levantó de la silla de ruedas y casi inmediatamente me depositó en el
asiento del acompañante. Cerrando la puerta, rodeó el automóvil y se deslizó en
el asiento del conductor con una gracia felina, dándome una grata satisfacción.
Yo más YunHo, más un espacio pequeño, menos el resto del mundo, igual, digan
conmigo, ÑAM. Ahora, si tan solo él no estuviese ocupado manejando el dichoso
espacio pequeño…
Puedo pensar muchas cosas mejores que podría
estar haciendo con sus manos. En vez de estar agarrando una fría y dura pieza
de plástico, moviéndola de un lado al otro, con delicados y hábiles
movimientos. Estaba debatiendo mis contemplaciones y todas las posibilidades
cuando me hizo una pregunta personal. —Entonces, ¿dónde vives?
Para su reproche, reaccioné rompiendo a reír.
Fue una situación divertida e irónica. YunHo no había notado que era su vecino,
aunque se estaba esforzando mucho en ayudarme. Eso me recuerda lo primero que
me dijo después de tropezar. Tal vez pensó que era algún borracho aleatorio desmayado
en el pasillo. Ya había desmentido esa suposición, pero aún no le había
explicado que estaba haciendo ahí, por lo que podía perdonar su falta de
atención. —Justo en donde me encontraste, —le respondí a la ligera, esperando
su sorpresa.
Para mi desilusión, simplemente levantó una ceja
y giró a la derecha, volviendo hacia nuestro edificio. Su reacción fue de lejos
demasiado tranquila para mi gusto. Tenía la esperanza de sorprenderlo con esa
pequeña pizca de información, y me decepcioné al darme cuenta que no le
perturbó en lo más mínimo. —¿Puedo preguntar porque estabas tirado en el suelo
en frente de tu apartamento y no dentro?
—Puedes preguntar lo que quieras, —le respondí
cortante, alejándome de él—. Si elijo responder o no es otro tema. —Su pregunta
trajo cosas de las cuales realmente no estaba listo para hablar y decidí no
responder, al menos no en ese momento.
—Cierto. —Asintió en aprobación, ignorando
completamente mi ruda respuesta—. Aunque creo que este sería un buen momento
para darte una advertencia. Tengo toda la intención de obtener esa respuesta
algún día. Eso es, después de todo, de lo que vivo.
No me di cuenta del impacto de esa declaración y
permanecí completamente ciego a lo que intentaba decirme. Llamad a eso una
característica indocumentada de mi terca mente. Su respuesta realmente apeló al
gato que hay en mí, haciendo despegar mi curiosidad. —¿Qué es lo que haces para
vivir?, —pregunté, volviendo mi vista hacia él.
Me miró, y pude ver una sonrisa jugando en el
borde de sus labios. —¿Es aquí donde repito tu respuesta?, —Su tono fue
ligeramente burlón, pero aún así se las arregló para avergonzarme—. Soy
abogado. —Y ahí, mi querida audiencia, es cuando debí haber escapado muy, muy
lejos. Aunque analizándolo, como él dijo, es siempre veinte-veinte, y si
tuviese que decir la verdad, tendría que reconocer que no lamento no haber
huido.
—¿En serio?, —paseé mis ojos sobre el cuello
blanco, del adherido Polo y los ajustados jeans Denim que llevaba puestos, en
ese momento levanté mi ceja preguntándole—. Nunca me hubiese imaginado que
tenías un trabajo tan absorbente como ese. ¿Qué paso con el traje? ¿Esta
temporalmente fuera de servicio?
—Aparentemente no más fuera de servicio que la
llave de tu departamento, apuesto. —Su respuesta fue rápida, segura e incisiva.
No fue exactamente educada, pero tengo que admitir, que me lo merecía.
—¿Qué puedo decir? Sé que soy delgado pero no
había notado que era invisible. Tal vez hubiese ayudado si mirases por donde
caminas. —Le respondí, repentinamente enfadado, a pesar del hecho que no
parecía tener una razón lógica para estarlo.
—¿Seguro que no deseas hablar de lo que pasó
anoche? —YunHo ignoró mi enfado, efectivamente desvaneciéndolo a la luz de su
preocupación. Se giró hacia mí, quebrando temporalmente la ley más básica que
el hombre conoce: Mira por dónde vas.
—¿Por qué desearía hacerlo? —alejé mi vista,
apoyándome en mi mano, y mirando fijamente a través de la ventana. Mi mal genio
alcanzó para traicionar la herida que intentaba ocultar, y no es necesario
decir que mis ojos me traicionaron aún más. No suelo detenerme en las cosas
malas de la vida, y me odio a mí mismo por dejar que Kyuhyun me afecte de esta
forma.
—Ayuda… algunas veces. —Su tomo fue suave y no
insistió más con el asunto. Estuve agradecido por ello.
El resto del viaje transcurrió en silencio,
aunque no puedo decir si era inadecuado o no. Definitivamente había tensión en
el aire, pero la razón de esta era tan multifacética como el corte de un
diamante. Había algo en YunHo que me atraía, y ni siquiera una conversación
incómoda seguida de silencios era suficiente para disuadirme. Lo deseaba, y
decidí en ese momento que lo tendría, aunque tuviera que humillarme para
lograrlo.
—Gracias por el viaje. Estaré bien desde aquí.
—Salí apenas estacionó el automóvil. No sabía si planeaba ayudarme a salir o
no, pero no quería averiguarlo. La larga noche y el alcohol comenzaban a
hacerme efecto y no deseaba enfrentar mi inherente atracción hacia él. Temía
hacer algo estúpido en ese estado y, como resultado, alejarlo. Y no por un
corto período. Así que imaginé que una retirada a tiempo sería la opción más
segura. A veces, después de todo, es mejor retroceder y reagruparse para
asegurar un ataque efectivo más adelante. Lo único que deseaba en ese momento
era escapar de su presencia para poder pensar.
Desafortunadamente, su contestador automático
mental estaba activado y su mente no entendió el mensaje. Apenas logré dar dos
pasos y él ya estaba a mi lado, su brazo izquierdo dando soporte a mi derecho
para aliviar mi cansado bamboleo hacia la entrada. Su toque se sentía caliente
en mi piel y mi aliento se aceleró por la excitación que me atravesaba una vez
más.
—¿Ya intentas escapar de mí? —el aliento de su
susurro hizo cosquillas en mi oreja, enviando escalofríos a mi espina dorsal.
Sonrió y noté que sabía exactamente lo que el cosquilleo de su aliento en mi
oreja conseguía. Debería haber visto las señales de advertencia entonces, pero
supongo que estaba pensando con una cabeza muy diferente en ese momento.
—Se puede decir. —Mi respuesta fue entrecortada,
traicionándome y llenando con pensamientos sucios mi mente. ¿Qué puedo decir?
Soy un hombre y mi mente vive prácticamente en el desagüe.
—¿Por qué? —Bajó su tono aproximadamente una
octava, y tuve que morder mi labio para no gemir ante la pura sensualidad de su
voz—. Fuiste tú quien me besó.
Otra vez me dejó sin palabras y fue solo cuando
dio un paso adelante, llevándonos al edificio, cuando noté que estaba jugando
conmigo. Debería haberme enfurecido pero no podía encontrar el valor para
protestar por algo, que en parte, estaba disfrutando. Entrando al edificio se
giró hacia el elevador llevándome con él. Fue allí donde el verdadero impacto
de lo que había ocurrido con Kyuhyun se desplomó sobre mí como una tonelada de
ladrillos.
La simple visión de esas plateadas puertas
electrónicas era suficiente para ahogar mi corazón en temor. Ya había tenido
dos experiencias negativas con ese particular espacio reducido y no deseaba
enfrentar una potencial tercera. Lógicamente sé que estaba siendo ridículo,
después de todo, las oportunidades de ello eran prácticamente inexistentes,
pero ya establecimos que la razón y emoción no están necesariamente ligadas.
Además, si lo piensan bien, notarán que las oportunidades de dos malas
experiencias en un ascensor en la misma semana son ridículas. Y a pesar de esa
probabilidad, me pasó. Llamémoslo, Karma Changmin.
Es así como llegué a la conclusión de que ese
particular ascensor no era para mí. Clavé mis muletas en el suelo, parando en
seco, deteniendo nuestro progreso abruptamente. YunHo se detuvo a mi lado, con
expresión de desconcierto en su rostro. —Subiré por las escaleras. —Esa fue la
única explicación que ofrecí antes de alejarme del temido cubículo hacia las
escaleras que se encontraban a su lado.
—¿Qué quieres decir con que subirás por las
escaleras? —preguntó, tomando mi brazo para detenerme. Estaba confundido por mi
decisión y decidido a llegar al fondo de todo esto. Sin embargo, yo no estaba
dispuesto a ceder a su presencia por segunda vez y me negué a darle la
respuesta que estaba buscando.
—Quiero decir, —dije poniendo énfasis en cada
palabra, la ira y la agresividad se escapaban de mi tono a pesar del esfuerzo
por mantenerme en calma—, que no voy a entrar ahí. —Hice un gesto con la
muleta, usándolo para señalar el ascensor, casi castrando al objeto de mi deseo
en el proceso. Eso sí sería una tragedia fuera de mi comprensión, agradezcamos
que es rápido con sus pies.
YunHo, casualmente, esquivó la muleta y soltó mi
brazo. El movimiento fue de lejos más fino de lo que tenía derecho, pero de
nuevo, supongo que había agotado su cuota de torpeza la noche anterior, cuando
tropezó y rompió mi tobillo. Supongo que, como yo, no hace las cosas a medias.
Usé a mi favor el hecho de que tuvo que soltarme
y fui capaz de dar unos pasos hacia la escalera antes que su voz ingresara en
mi refugio perfecto. —¿Eres claustrofóbico?
Realmente debería hacerlo visto venir,
especialmente teniendo en cuenta la mente lógica de YunHo, pero la pregunta
vino de la nada. —¿Claustrofobia? ¿Por qué crees eso? —me giré a mirarlo, mi
mente, tristemente en ese momento, demasiado aturdida para hacer las conexiones
necesarias para entender su razonamiento.
Levantó una ceja de incredulidad. —Bien, estas
intentando evitar un espacio cerrado, por eso realmente no lo veo como una
posibilidad muy lejana, aunque ahora pensándolo bien, me doy cuenta que sí fue
una suposición estúpida. No tuviste problemas en usar el ascensor en el camino
hacia el hospital y tampoco tuviste problemas en el auto, entonces ¿cuál es
realmente el problema?
—Yo tenía otras cosas en mi mente, —murmuré
oscuramente debajo de mi respiración. Realmente no sabía cómo responder. Es
verdad que usaron el ascensor para llevarme al hospital anoche, pero estaba
demasiado distraído para registrar lo que esto implicaba. A pesar de eso, no
deseaba entrar en el ascensor. No con la imagen de KyuHyun y la prostituta
todavía fresca en mi mente.
YunHo continuó mirándome en silencio, la
respuesta que murmuré obviamente no fue suficiente. O tal vez no la escuchó,
pero no estaba de humor para ser lógico. Al darme cuenta de que no me iba a
dejar irme hasta que le diera algún tipo de respuesta, respiré profundamente y
reuní el poco ingenio que mi mente todavía podía alcanzar en su agotado y
drenado estado. —Mira. No soy claustrofóbico y antes de que preguntes, no tengo
ningún problema en estar en un espacio cerrado contigo. —Sí, estaba orgulloso
de ese tono. Logré darme cuenta de que después de la claustrofobia, no desear
estar solo en un lugar cerrado con él era la próxima conclusión lógica.
La intensidad de la forma en que me miraba,
envió más de esos predecibles escalofríos a través de mi cuerpo y dejó que el
silencio entre nosotros se extendiera durante un momento más antes de hablar.
—No muerdo a menos que lo quieran y no tengo la intención de seducirte en estos
momentos. Por sorprendente que pueda sonar, en realidad me gusta que mi
compañero esté despierto para la ocasión, y luces como si estuvieras a punto de
caer tieso en donde estas parado.
Sus palabras e implicaciones, literalmente, sacaron
un gemido desde el fondo de mi garganta. Toda mi sangre se agolpó en la cabeza
de mi ingle. Oh, las posibilidades eran infinitas, y estuve casi tentado de
tomarle la palabra y aceptar la oferta escondida en sus palabras. Él quería
acostarse conmigo tanto como yo con él, y la mismísima idea de que estaba
considerando la seducción fue suficiente para que me dieran muchas ganas de ir.
Tuve que pelear realmente fuerte para resistir
la necesidad de tirarme a sus brazos y rogarle que me reclamase. Declaró que no
iba a hacerlo porque me veía como si tuviese la muerte cerca, y dudo que un
poco de pasión dramática fuera suficiente para cambiar su forma de pensar. Él,
maldita sea, es demasiado lógico para ello. —Realmente no tiene nada que ver
contigo. —Mi voz sonó ronca y tuve que detener mi explicación para aclarar mi
garganta—. Es solo que no tengo buenas asociaciones con ese ascensor. —La
mirada que le dirigí a las demasiado inocentes puertas plateadas debería
haberlas roto, pero no soy un super héroe así que supongo que tan solo la fuerza
de mi mirada no es suficiente para conseguir un efecto de rayos láser—. No voy
a entrar y no lograrás que lo haga.
El suspiró y sacudió su cabeza, y en ese momento
fue cuando gané. —Está bien, Minnie Mouse, lo haremos a tu manera.
—Y así fue como gané mi sobrenombre. Fin. Esperen. No me miren así. ¿De qué
pensaban que trataba la historia? ¿De cómo conocí al hombre de mis sueños?
Están bromeando, ¿cierto? ¿Realmente no pensarán que contaré los sórdidos
detalles de mi prácticamente inexistente vida amorosa a un puñado de extraños,
verdad? Trabajo en IT, ¿recuerdan? Se supone que no debería tener una vida
amorosa. Oh esperen, ya llegué muy lejos. Supongo que no hay remedio, entonces…
sigamos con mi historia.

kyaaa <3 ame este fic/adaptación gracias por tomarte el tiempo en esto ^_^
ResponderEliminarDe nada ^^
EliminarGracias por comentar y me alegra que te guste :)
Hahaha >o< y ahi esta otra vez Yunho desgraciando a Changmin sin querer , casi lo tira otra vez ... Pero q Sarcástico es Changmin en este fic realmente es el rey en este rubro pero Yunho no se queda atrás le sigue el juego perfectamente ... Ahh las cosas ya se estan poniendo calientes entre este par ,waaa el lemon ya viene?? Aunque Chami esta con la patita rota asi que no sera tan comodo oh no me digas q esperaran los 6 meses d recuperación ?? Waaa es mucho tiempo para la calentura q llevan ... Grashias por el cap ...waaaa estos capis los lei en la madrugada pero como estaba desde el celu ,en el mendigo cholular no se puede comentar asi q guarde mis comentarios en el momento y recien ahora q estoy en pc los puedo poner ...
ResponderEliminarAwww comentaste cada cap <3
EliminarMuchas gracias ^^
Wooo esta cada vez mas grandioso... gracias x la adaptacion.....
ResponderEliminarMe encanta como piensa Changmin y Yunho tbm qiereeee
Gracias
me alegro mucho ^^
Eliminargracias por tu coment :)