We love Homin~

sábado, 8 de junio de 2013

Levántame Cap 3


Como dije al comienzo, esta historia es una adaptacion del libro "Lift me up" de Raine Auster~
Bueno, la idea es mañana terminar con todo el fic~ :3 Ando de buen humor, eso sucede, sumado a que no quiero sentarme a escribir memorias de un gay.
Me di cuenta que disfruto escribir/leer cosas tan raras y de un modo graciosas con respecto a esta couple. Creo que la imagen que ellos dan es así, algo rara y divertida y esa es una de las razones por que me gustan como couple.
Ademas de que se ven tan lindos juntos ;w; 
Amo la foto que elegí para este fic, esa y otra de ambos tirados en el suelo del programa Running Man.
En fin, disfruten. Quizás en unas horas esté subiendo el cuarto capitulo.

¿Se viene el lemon?

jejeje




Cap 3: Marcha Suave.

De hecho, conseguimos llegar a su automóvil esa mañana. Créanlo o no, tomó solo un par de minutos. No es como que se vaya a repetir, YunHo tomó una silla de ruedas aparcada convenientemente, me levantó, y rápidamente me sentó en ella, dejando caer sin miramientos las muletas en mi regazo. Esa es la segunda característica distintiva que le descubrí, es eficiente.

Me guiñó un ojo y se colocó detrás de mí antes de empujar la silla hacia la puerta. A mitad de camino, grité. No era mi mejor momento, lo admito, pero mis excusas eran válidas. YunHo pensó que sería gracioso aumentar la velocidad, encaminándose hacia la puerta casi como en una carrera. Eso no fue, de todas formas, lo que logró sacar ese sonido de mi garganta. Me gusta creer que soy más digno. La aceleración de la velocidad fue solo un adelanto de lo que pasó. YunHo tiró el asiento hacia atrás, dándome la impresión de que íbamos a agregar una conmoción cerebral a mi actual lista de heridas.

Quedándome sin palabras para protestar, simplemente me agarré de los apoyabrazos hasta que mis nudillos estuvieron blancos, él se rió entre dientes directamente en mi oído. —No te preocupes tanto, amor. —Su tono de broma fue directamente a mi ingle, su aliento cálido cosquilleó un punto erótico que se encuentra justo detrás de mi oreja—. No dejaré que te caigas. Ese es tu trabajo, ¿Recuerdas?

Ahora, ese comentario logró mi regreso. —No es como si realmente planease darte una vuelta, —le susurré, entrecerrando los ojos en un intento de dirigirle una mirada penetrante. Aunque el intento fue valiente, fue en vano. No puedo lograr enfadarme muy bien con esa esencia de vainilla envolviéndome como a un amante perdido hace mucho.

Se encogió de hombros, volviendo a incorporarse para empujar la silla de ruedas, más tranquilamente esta vez. —Premeditado o no, el final es el mismo. Me hiciste tropezar y romper mi mejor juego de porcelana china.

—Lo justo es sucio y lo sucio es justo, —respondí, un repentino momento Shakesperiano se apropió de mí—. Hiciste que me rompiera un tobillo. Yo diría que estamos a mano. —Tiré mi cabeza a un lado, fijando mi mirada en sus rasgos. Es realmente espectacular. Tiene una fuerte línea de mandíbula, labios gruesos, una nariz aguileña, y distintivos pómulos masculinos. Eso y un asombroso y sedoso pelo color castaño lo suficientemente largo para contemplar las ondas que tan bien le sentaban. Irónicamente, exactamente del mismo color que el de KyuHyun. Interprétalo como quieras.

—Buen punto. —lo miré con la boca abierta. Realmente no esperaba que me diera esa victoria, por eso no sabía cómo responderle. Afortunadamente, no necesité hacerlo. Rodeándome, calmadamente abrió la puerta de pasajeros de su Audi A4 color carbón vegetal. Un clásico, pero realmente no lo noté hasta mucho más tarde. Después de todo, tenía algo mejor para ver. Verán, estar sentado en una silla de ruedas me dejaba con la vista al nivel de una interesante parte de su anatomía. Para su suerte, yo estaba demasiado aturdido para actuar en mi impulso de participar en una, ciertamente repentina y pública, muestra de afecto.

Mi perfecto panorama fue arruinado por mi necesidad de entrar al automóvil. En el momento en que abrió la puerta, YunHo me levantó de la silla de ruedas y casi inmediatamente me depositó en el asiento del acompañante. Cerrando la puerta, rodeó el automóvil y se deslizó en el asiento del conductor con una gracia felina, dándome una grata satisfacción. Yo más YunHo, más un espacio pequeño, menos el resto del mundo, igual, digan conmigo, ÑAM. Ahora, si tan solo él no estuviese ocupado manejando el dichoso espacio pequeño…

Puedo pensar muchas cosas mejores que podría estar haciendo con sus manos. En vez de estar agarrando una fría y dura pieza de plástico, moviéndola de un lado al otro, con delicados y hábiles movimientos. Estaba debatiendo mis contemplaciones y todas las posibilidades cuando me hizo una pregunta personal. —Entonces, ¿dónde vives?

Para su reproche, reaccioné rompiendo a reír. Fue una situación divertida e irónica. YunHo no había notado que era su vecino, aunque se estaba esforzando mucho en ayudarme. Eso me recuerda lo primero que me dijo después de tropezar. Tal vez pensó que era algún borracho aleatorio desmayado en el pasillo. Ya había desmentido esa suposición, pero aún no le había explicado que estaba haciendo ahí, por lo que podía perdonar su falta de atención. —Justo en donde me encontraste, —le respondí a la ligera, esperando su sorpresa.

Para mi desilusión, simplemente levantó una ceja y giró a la derecha, volviendo hacia nuestro edificio. Su reacción fue de lejos demasiado tranquila para mi gusto. Tenía la esperanza de sorprenderlo con esa pequeña pizca de información, y me decepcioné al darme cuenta que no le perturbó en lo más mínimo. —¿Puedo preguntar porque estabas tirado en el suelo en frente de tu apartamento y no dentro?

—Puedes preguntar lo que quieras, —le respondí cortante, alejándome de él—. Si elijo responder o no es otro tema. —Su pregunta trajo cosas de las cuales realmente no estaba listo para hablar y decidí no responder, al menos no en ese momento.

—Cierto. —Asintió en aprobación, ignorando completamente mi ruda respuesta—. Aunque creo que este sería un buen momento para darte una advertencia. Tengo toda la intención de obtener esa respuesta algún día. Eso es, después de todo, de lo que vivo.

No me di cuenta del impacto de esa declaración y permanecí completamente ciego a lo que intentaba decirme. Llamad a eso una característica indocumentada de mi terca mente. Su respuesta realmente apeló al gato que hay en mí, haciendo despegar mi curiosidad. —¿Qué es lo que haces para vivir?, —pregunté, volviendo mi vista hacia él.

Me miró, y pude ver una sonrisa jugando en el borde de sus labios. —¿Es aquí donde repito tu respuesta?, —Su tono fue ligeramente burlón, pero aún así se las arregló para avergonzarme—. Soy abogado. —Y ahí, mi querida audiencia, es cuando debí haber escapado muy, muy lejos. Aunque analizándolo, como él dijo, es siempre veinte-veinte, y si tuviese que decir la verdad, tendría que reconocer que no lamento no haber huido.

—¿En serio?, —paseé mis ojos sobre el cuello blanco, del adherido Polo y los ajustados jeans Denim que llevaba puestos, en ese momento levanté mi ceja preguntándole—. Nunca me hubiese imaginado que tenías un trabajo tan absorbente como ese. ¿Qué paso con el traje? ¿Esta temporalmente fuera de servicio?

—Aparentemente no más fuera de servicio que la llave de tu departamento, apuesto. —Su respuesta fue rápida, segura e incisiva. No fue exactamente educada, pero tengo que admitir, que me lo merecía.
—¿Qué puedo decir? Sé que soy delgado pero no había notado que era invisible. Tal vez hubiese ayudado si mirases por donde caminas. —Le respondí, repentinamente enfadado, a pesar del hecho que no parecía tener una razón lógica para estarlo.

—¿Seguro que no deseas hablar de lo que pasó anoche? —YunHo ignoró mi enfado, efectivamente desvaneciéndolo a la luz de su preocupación. Se giró hacia mí, quebrando temporalmente la ley más básica que el hombre conoce: Mira por dónde vas.

—¿Por qué desearía hacerlo? —alejé mi vista, apoyándome en mi mano, y mirando fijamente a través de la ventana. Mi mal genio alcanzó para traicionar la herida que intentaba ocultar, y no es necesario decir que mis ojos me traicionaron aún más. No suelo detenerme en las cosas malas de la vida, y me odio a mí mismo por dejar que Kyuhyun me afecte de esta forma.

—Ayuda… algunas veces. —Su tomo fue suave y no insistió más con el asunto. Estuve agradecido por ello.

El resto del viaje transcurrió en silencio, aunque no puedo decir si era inadecuado o no. Definitivamente había tensión en el aire, pero la razón de esta era tan multifacética como el corte de un diamante. Había algo en YunHo que me atraía, y ni siquiera una conversación incómoda seguida de silencios era suficiente para disuadirme. Lo deseaba, y decidí en ese momento que lo tendría, aunque tuviera que humillarme para lograrlo.

—Gracias por el viaje. Estaré bien desde aquí. —Salí apenas estacionó el automóvil. No sabía si planeaba ayudarme a salir o no, pero no quería averiguarlo. La larga noche y el alcohol comenzaban a hacerme efecto y no deseaba enfrentar mi inherente atracción hacia él. Temía hacer algo estúpido en ese estado y, como resultado, alejarlo. Y no por un corto período. Así que imaginé que una retirada a tiempo sería la opción más segura. A veces, después de todo, es mejor retroceder y reagruparse para asegurar un ataque efectivo más adelante. Lo único que deseaba en ese momento era escapar de su presencia para poder pensar.

Desafortunadamente, su contestador automático mental estaba activado y su mente no entendió el mensaje. Apenas logré dar dos pasos y él ya estaba a mi lado, su brazo izquierdo dando soporte a mi derecho para aliviar mi cansado bamboleo hacia la entrada. Su toque se sentía caliente en mi piel y mi aliento se aceleró por la excitación que me atravesaba una vez más.

—¿Ya intentas escapar de mí? —el aliento de su susurro hizo cosquillas en mi oreja, enviando escalofríos a mi espina dorsal. Sonrió y noté que sabía exactamente lo que el cosquilleo de su aliento en mi oreja conseguía. Debería haber visto las señales de advertencia entonces, pero supongo que estaba pensando con una cabeza muy diferente en ese momento.

—Se puede decir. —Mi respuesta fue entrecortada, traicionándome y llenando con pensamientos sucios mi mente. ¿Qué puedo decir? Soy un hombre y mi mente vive prácticamente en el desagüe.

—¿Por qué? —Bajó su tono aproximadamente una octava, y tuve que morder mi labio para no gemir ante la pura sensualidad de su voz—. Fuiste tú quien me besó.

Otra vez me dejó sin palabras y fue solo cuando dio un paso adelante, llevándonos al edificio, cuando noté que estaba jugando conmigo. Debería haberme enfurecido pero no podía encontrar el valor para protestar por algo, que en parte, estaba disfrutando. Entrando al edificio se giró hacia el elevador llevándome con él. Fue allí donde el verdadero impacto de lo que había ocurrido con Kyuhyun se desplomó sobre mí como una tonelada de ladrillos.

La simple visión de esas plateadas puertas electrónicas era suficiente para ahogar mi corazón en temor. Ya había tenido dos experiencias negativas con ese particular espacio reducido y no deseaba enfrentar una potencial tercera. Lógicamente sé que estaba siendo ridículo, después de todo, las oportunidades de ello eran prácticamente inexistentes, pero ya establecimos que la razón y emoción no están necesariamente ligadas. Además, si lo piensan bien, notarán que las oportunidades de dos malas experiencias en un ascensor en la misma semana son ridículas. Y a pesar de esa probabilidad, me pasó. Llamémoslo, Karma Changmin.

Es así como llegué a la conclusión de que ese particular ascensor no era para mí. Clavé mis muletas en el suelo, parando en seco, deteniendo nuestro progreso abruptamente. YunHo se detuvo a mi lado, con expresión de desconcierto en su rostro. —Subiré por las escaleras. —Esa fue la única explicación que ofrecí antes de alejarme del temido cubículo hacia las escaleras que se encontraban a su lado.

—¿Qué quieres decir con que subirás por las escaleras? —preguntó, tomando mi brazo para detenerme. Estaba confundido por mi decisión y decidido a llegar al fondo de todo esto. Sin embargo, yo no estaba dispuesto a ceder a su presencia por segunda vez y me negué a darle la respuesta que estaba buscando.

—Quiero decir, —dije poniendo énfasis en cada palabra, la ira y la agresividad se escapaban de mi tono a pesar del esfuerzo por mantenerme en calma—, que no voy a entrar ahí. —Hice un gesto con la muleta, usándolo para señalar el ascensor, casi castrando al objeto de mi deseo en el proceso. Eso sí sería una tragedia fuera de mi comprensión, agradezcamos que es rápido con sus pies.

YunHo, casualmente, esquivó la muleta y soltó mi brazo. El movimiento fue de lejos más fino de lo que tenía derecho, pero de nuevo, supongo que había agotado su cuota de torpeza la noche anterior, cuando tropezó y rompió mi tobillo. Supongo que, como yo, no hace las cosas a medias.

Usé a mi favor el hecho de que tuvo que soltarme y fui capaz de dar unos pasos hacia la escalera antes que su voz ingresara en mi refugio perfecto. —¿Eres claustrofóbico?

Realmente debería hacerlo visto venir, especialmente teniendo en cuenta la mente lógica de YunHo, pero la pregunta vino de la nada. —¿Claustrofobia? ¿Por qué crees eso? —me giré a mirarlo, mi mente, tristemente en ese momento, demasiado aturdida para hacer las conexiones necesarias para entender su razonamiento.

Levantó una ceja de incredulidad. —Bien, estas intentando evitar un espacio cerrado, por eso realmente no lo veo como una posibilidad muy lejana, aunque ahora pensándolo bien, me doy cuenta que sí fue una suposición estúpida. No tuviste problemas en usar el ascensor en el camino hacia el hospital y tampoco tuviste problemas en el auto, entonces ¿cuál es realmente el problema?

—Yo tenía otras cosas en mi mente, —murmuré oscuramente debajo de mi respiración. Realmente no sabía cómo responder. Es verdad que usaron el ascensor para llevarme al hospital anoche, pero estaba demasiado distraído para registrar lo que esto implicaba. A pesar de eso, no deseaba entrar en el ascensor. No con la imagen de KyuHyun y la prostituta todavía fresca en mi mente.

YunHo continuó mirándome en silencio, la respuesta que murmuré obviamente no fue suficiente. O tal vez no la escuchó, pero no estaba de humor para ser lógico. Al darme cuenta de que no me iba a dejar irme hasta que le diera algún tipo de respuesta, respiré profundamente y reuní el poco ingenio que mi mente todavía podía alcanzar en su agotado y drenado estado. —Mira. No soy claustrofóbico y antes de que preguntes, no tengo ningún problema en estar en un espacio cerrado contigo. —Sí, estaba orgulloso de ese tono. Logré darme cuenta de que después de la claustrofobia, no desear estar solo en un lugar cerrado con él era la próxima conclusión lógica.

La intensidad de la forma en que me miraba, envió más de esos predecibles escalofríos a través de mi cuerpo y dejó que el silencio entre nosotros se extendiera durante un momento más antes de hablar. —No muerdo a menos que lo quieran y no tengo la intención de seducirte en estos momentos. Por sorprendente que pueda sonar, en realidad me gusta que mi compañero esté despierto para la ocasión, y luces como si estuvieras a punto de caer tieso en donde estas parado.

Sus palabras e implicaciones, literalmente, sacaron un gemido desde el fondo de mi garganta. Toda mi sangre se agolpó en la cabeza de mi ingle. Oh, las posibilidades eran infinitas, y estuve casi tentado de tomarle la palabra y aceptar la oferta escondida en sus palabras. Él quería acostarse conmigo tanto como yo con él, y la mismísima idea de que estaba considerando la seducción fue suficiente para que me dieran muchas ganas de ir.
Tuve que pelear realmente fuerte para resistir la necesidad de tirarme a sus brazos y rogarle que me reclamase. Declaró que no iba a hacerlo porque me veía como si tuviese la muerte cerca, y dudo que un poco de pasión dramática fuera suficiente para cambiar su forma de pensar. Él, maldita sea, es demasiado lógico para ello. —Realmente no tiene nada que ver contigo. —Mi voz sonó ronca y tuve que detener mi explicación para aclarar mi garganta—. Es solo que no tengo buenas asociaciones con ese ascensor. —La mirada que le dirigí a las demasiado inocentes puertas plateadas debería haberlas roto, pero no soy un super héroe así que supongo que tan solo la fuerza de mi mirada no es suficiente para conseguir un efecto de rayos láser—. No voy a entrar y no lograrás que lo haga.

El suspiró y sacudió su cabeza, y en ese momento fue cuando gané. —Está bien, Minnie Mouselo haremos a tu manera. —Y así fue como gané mi sobrenombre. Fin. Esperen. No me miren así. ¿De qué pensaban que trataba la historia? ¿De cómo conocí al hombre de mis sueños? Están bromeando, ¿cierto? ¿Realmente no pensarán que contaré los sórdidos detalles de mi prácticamente inexistente vida amorosa a un puñado de extraños, verdad? Trabajo en IT, ¿recuerdan? Se supone que no debería tener una vida amorosa. Oh esperen, ya llegué muy lejos. Supongo que no hay remedio, entonces… sigamos con mi historia.

6 comentarios:

  1. kyaaa <3 ame este fic/adaptación gracias por tomarte el tiempo en esto ^_^

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    1. De nada ^^

      Gracias por comentar y me alegra que te guste :)

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  2. Hahaha >o< y ahi esta otra vez Yunho desgraciando a Changmin sin querer , casi lo tira otra vez ... Pero q Sarcástico es Changmin en este fic realmente es el rey en este rubro pero Yunho no se queda atrás le sigue el juego perfectamente ... Ahh las cosas ya se estan poniendo calientes entre este par ,waaa el lemon ya viene?? Aunque Chami esta con la patita rota asi que no sera tan comodo oh no me digas q esperaran los 6 meses d recuperación ?? Waaa es mucho tiempo para la calentura q llevan ... Grashias por el cap ...waaaa estos capis los lei en la madrugada pero como estaba desde el celu ,en el mendigo cholular no se puede comentar asi q guarde mis comentarios en el momento y recien ahora q estoy en pc los puedo poner ...

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  3. Wooo esta cada vez mas grandioso... gracias x la adaptacion.....
    Me encanta como piensa Changmin y Yunho tbm qiereeee

    Gracias

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