We love Homin~

domingo, 29 de diciembre de 2013

Fotos/anuncios/otros(?)

¡Hola! Primero que nada perdooooon, por dejar pasar 6 meses sin subir nada, y por sobre todo, por que ha pasado creo casi un año desde que actualicé Memorias de un gay.
Me siento mal por eso, y es que fuera de todo le tengo un cariño especial al que fue mi primer fic homin. Antes escribía, pero nunca de esta couple, algo raro dado que es la única que leo. <3
Aún así a mi favor debo decir que, cuando comencé a escribir de nuevo mi computadora murió por completo y allí se perdieron todas las hojas e ideas que tenía.
Mañana comenzaré de nuevo, creo yo. Quiero empezar el año bien, y aprovechar ahora que estoy en vacaciones, puesto que luego se reanudaran las clases de la u.
 Trataré ahora de dejarles (Arriba de esto) un pequeño lime ¿así se llaman los que usan 500 palabras? bleh, dejare algo corto. <3
Y bueno, como mis hermosos nenes han cumplido 10 años quiero dejar un par de fotos de lo que fue el concierto aniversario.. <3

Perdón por la espera.








Cred: En las fotos

miércoles, 17 de julio de 2013

Levántame Cap 8 [FINAL]





Bueno, llegamos al último capítulo. Ah me gustó mucho esta historia. Espero que la hayan disfrutado tanto como yo. Gracias por todo. Espero volver con otra adaptación o fic propio pronto. <3


Levántame cap 8: Terapia

Tres semanas después de sobrevivir el abominable “Ataque del Jovencito”, como es llamado actualmente, finalmente me quitaron el yeso. Cuando digo finalmente me refiero a eso, porque llevó una semana de más. Durante uno de mis chequeos, el doctor comentó que la quebradura no había sanado tan bien como esperaba y recomendaba que estuviera con el yeso un poco más. No fue un día feliz para mí. Preví interminables días de tormento y hasta podía oír al Sr. Cabeza de burbuja riéndose de mí. Cuando me enteré de que por fin me sacarían el yeso, literalmente abracé al pobre hombre de blanco. Aún escuchar que necesitaría usar las infernales muletas un poco más mientras me acostumbraba a caminar de nuevo no me alejó de mi euforia.

YunHo y Siwon estaban tan felices como yo. De acuerdo, ellos no estaban rebotando por las paredes ni nada de eso, pero realmente estaban felices por mí, y me invitaron a un almuerzo de celebración. Fue cuando nos preparábamos para salir, cuando las cosas se pusieron realmente interesantes.

—Acabo de descubrir algo interesante. —YunHo asomó su cabeza en su habitación, dónde yo estaba ocupado escarbando en el ropero en busca de algo que ponerme. Él me mudó a su departamento tras del fatídico encuentro con el sr. Miel y Crema, y hemos estado viviendo juntos desde entonces. Quizás haya sido repentino el hacer tal compromiso, pero en serio, piensen en ello. Vivíamos uno al lado del otro y de todas formas la mayoría del tiempo pasábamos la noche juntos. Desde luego durmiendo juntos. Sin embargo, no vendí mi departamento y todos los muebles hasta mucho más adelante, de manera que, técnicamente, aún no estábamos oficialmente juntos; todavía tenía una red de seguridad disponible en ese momento.

—¿Hmm? —Usé un momento para hacerle saber que lo estaba escuchando, a pesar del hecho de que estaba casi enterrado en mi propia ropa, en búsqueda de algo adecuado para ponerme, ahora que nuevamente tenía dos tobillos.

—Siwon conoció a alguien. —Con eso sí que logró conseguir mi total atención. Había descubierto que Siwon, quien tiene la tendencia de”disfrutar la vida”, y sí, eso puede ser interpretado como ”esquivar el compromiso como si fuera una plaga”. Todo esto lo supe por YunHo. Siwon prefiere mantener las conversaciones ligeras, y tiende a evitar temas serios.

—¿Conocer a alguien es actualmente como gustarte alguien lo suficiente para desear algo más que un compañero de tragos por una noche? —Aunque Siwon procura evitar el compromiso, no duerme con cualquiera. Tenía que estar muy borracho para tener un desliz como ese y eso solo pasó una vez en el tiempo que lo conozco. Por lo que tengo entendido, generalmente evita la interacción con cualquiera que no sea un amigo. Yo, siendo la pareja de YunHo, obtengo el privilegio de su compañía por poderes.


—Sep. —YunHo me sonrió, y el brillo en sus ojos me dijo que estaba disfrutando demasiado para su propio bien al contármelo. Lo bueno es que Siwon no estaba ahí para tomar represalias—. En realidad me pidió un consejo. Quería saber cómo obtener su atención. Le dije que viva el momento. Quiero decir, que la oportunidad se da ella sola a conocer, y cuando lo hace, tiene que aferrarse a ella con ambas manos. Quién sabe, hasta puede toparse con el amor en el camino. —Lo último lo dijo para molestarme, pero realmente no me importó. Puedo dejarle pasar a YunHo bastantes cosas estos días.

—Wow. Le gusta alguien lo suficiente como para superar su fobia de todo lo que pueda parecerse potencialmente a una relación. Entonces, ¿Quién es esta persona que logró conseguir lo imposible?

—No tengo idea. —YunHo se puso detrás de mí para envolver sus brazos alrededor de mi cintura—. Pero ya que estamos hablando de fobias, ¿cuándo vas a superar la fobia a entrar en cierto ascensor? Estoy un poco cansado de tomar las escaleras, ¿sabes?

—¿Quién te está obligando a subir por las escaleras? —Pretendí volver a enfocarme en la ropa que tenía en las manos. No deseaba que YunHo supiera qué su proximidad me estaba afectando, el calor de su toque lograba calentar mi piel aún a través de la camisa que llevaba—. Eres perfectamente bienvenido a tomar el ascensor mientras voy por las escaleras.

—Entonces estaría solo y sin Minnie Mouse. —En ese momento expiró su respuesta directamente en mi oreja, tomando total ventaja de mí, ahora, bastante conocida debilidad.

—Esa es una decisión que vas a tener que tomar, ¿no es así? —Le repliqué, luchando contra el escalofrío que atravesó mi espalda—. Y mientras estamos en el tema de los ratones y nombres, ¿quién es Minnie Mouse? —Salté a la más aleatoria referencia que pude encontrar con la esperanza de cambiar de tema, recordando repentinamente el sobrenombre que YunHo me puso cuando regresamos a casa.

—Estás intentando distraerme. —La suave queja de YunHo me hizo cosquillas dentro de la oreja mientras él deslizaba su mano dentro de mi camisa para pasarla sobre la piel desnuda de mi estómago—. Tut tut, Minnie malo.

Me arqueé al calor de su tacto, incapaz de resistirme. —Tú estás haciendo lo mismo. —Mi respuesta fue corta y agitada, demostrando así que la táctica de distracción de YunHo era con mucho, más eficaz que la mía.

—Cierto. —Mi aliento se detuvo cuando succionó el lóbulo de mi oreja en su boca y lo mordisqueó, su saliva enfrió mi piel al chocar con el aire que nos rodeaba—. Pero en eso soy mejor que tú. —Deslizó su mano sobre mi pecho hacia mis pezones con la misión de hacer más obvia la prueba de su punto—. ”Minnie Mouse es un dibujo de Disney.

Y eso lo detuvo todo. —¿Eres un fanático de Mickey Mouse? ¿Estás bromeando, cierto? —Giré mi cara hacia él, forzando su mano a deslizarse de mi pezón a mi espalda—. ¡No puedo creer que seas uno de esos!, Por favor dime que no es assssííííí. —Deliberadamente resalté la última palabra, usando un tono dramático en mi voz para molestarlo.

—No me digas que eres un hater—respondió YunHo de inmediato, entrando en mi juego justo como sabía que lo haría. Él no puede resistirse a un debate. Aquí tenemos el arte de la distracción. Lección tres: Encuentra el punto débil de tu oponente y golpea justo allí con todas tus fuerzas.

—Pero por supuesto. —Incliné mi cabeza y pretendí acicalarme, jugando con todo lo que tenía. Para decir la verdad, no soy ni un fan de Disney ni un anti. Disfruto de las buenas historias infantiles pero no soy un ansioso fanático obsesivo de ninguna, ni de Dumbo, ni de cenicienta ni nada que se le pareciera, a quien engaño, directamente no me gustan. De todas formas, el conflicto entre los fanáticos de Disney y los antis es muy conocido y realmente no podía resistirme a la urgencia de jugar con eso, viendo como YunHo era lo bastante fanático como para conocer algo tan insignificante como los nombres de los actores, personajes e historias detrás de cada uno, en otras palabras, un aficionado con todas sus letras, en especial de un tal bambi o como se diga—. ¿Cómo puedes ser fanático de un león que no es capaz ni siquiera de saber cómo cuidar a su tribu y se cree la gran cosa por pararse en una piedra. Ese animal, igual que él resto, es una farsa.

—Es por el amor, algún día tenía que morir ¿no? — La ávida protesta de YunHo me sacó las lágrimas, la intensidad de la risa que consiguió era físicamente dolorosa. Él estaba tan perdido en el argumento, que le llevó un tiempo darse cuenta de que en realidad estaba jugando con él, y otro más para reaccionar.

—¿Minnie, por qué te estás riendo de mi? —Deslizó su otra mano debajo de mi ropa y se inclinó para darme un ligero beso sobre el borde de mis labios—. ¿Estás seguro de que deseas hacer eso? Deberías reconsiderarlo. —A esto le siguió otro beso, en el otro lado—. Verás. Cuando se ríen de mí, me da la repentina necesidad de tomar represalias y creo que se exactamente cómo... —Y se ve que eso era lo que estaba esperando.

En cuanto terminó de hablar me levantó y me tiró sobre su hombro. Desde ese día, todavía me pregunto cómo puede ser eso físicamente posible. Estaba tan perdido en las suaves y afectuosas caricias que él dejaba sobre mi piel, que no lo vi venir. Se encaminó directamente hacia la puerta del departamento y hacia, sí, lo adivinaron, el temido ascensor.
—¡Oye, YunHo, espera! No voy a entrar en ese ascensor. —Mis protestas cayeron en oídos sordos. Vale, tal vez no tan sordos como desobedientes, porque respondió, aunque no fue para bajarme.

—Lo sé. Te estoy cargando hacia él. No es lo mismo.

—YunHo, por favor. Lo siento. No volveré a vacilarte sobre eso nunca más. Lo prometo. Solo bájame y aléjate del ascensor. —Intenté negociar usando promesas que sabía que seguramente no mantendría, pero él ni se molestó en responder. El ascensor hizo PING, sonando ruidosamente en el silencio que nos rodeaba. Y fue allí cuando realmente me di cuenta. Iba a meterme en el ascensor me gustara o no, y nada que yo dijera o hiciera iba a hacerlo cambiar de opinión. Sin embargo, ciertamente eso no iba a evitar que lo intentara. Sucede que tengo una política personal que me impide abandonar una lucha.

En el momento en que entró, usé todos mis esfuerzos en luchar contra su agarre. Parte de mí deseaba que me bajara y así poder salir corriendo, mientras que otra parte, la parte más sana, deseaba que no lo hiciera. Esa parte de mí se dio cuenta de que si él me soltaba mientras luchaba, las oportunidades de caer a salvo eran pocas. Y probablemente conocería al Sr. Cabeza de Burbuja II.

En el momento en que las puertas se cerraron, accedió a mi pedido y cuidadosamente me colocó sobre una superficie horizontal y plana nuevamente. Tomó un gran cuidado al usar su cuerpo para estabilizarme en el progreso de mi bajada, y cuando mis pies tocaron el suelo, realmente no tenía la energía para quedar de pie. El ascensor comenzó a descender, y cuando comenzó a moverse, YunHo se movió junto a mí. Fue allí cuando descubrí sus verdaderas intenciones. —¡YunHo, no! —las protestas escaparon de mis labios un segundo tarde, y vi con horror como su dedo presionaba el botón STOP de emergencia.

—Y ahora, mi pequeño Minnie, vamos a enseñarte que no todas las experiencias en el ascensor son malas.

Su áspero susurro envió lujuria a través de mí. Lamí mis labios, mi mente corría en busca de una respuesta inteligente que debería haber contribuido en mi lucha contra él, pero en algún lugar del camino entre mi cerebro y mis labios el mensaje se mezcló y el código de error de mi cerebro se atascó. “¿Qué tan rápido puedo entrar en sus pantalones?” Era bueno saber que mi mente simple todavía estaba funcionando.

El retraso causado por el mal funcionamiento de mi cerebro le dio a YunHo el tiempo que necesitaba para actuar como había prometido, y antes de que pudiera siquiera presionar el botón ACEPTAR para quitar el mensaje de error de mi cabeza, me encontré presionado contra la pared del ascensor con sus calientes labios sellando firmemente los míos. Dejándome con poco para decir, él deslizó su lengua entre mis labios, presionándola profundamente dentro de mi boca, barriendo la misma sin pausa.

Tuvo éxito dejándome estúpido al besarme, mordió mi labio inferior y se trasladó a chupar el lóbulo de mi oreja. —Tenemos que ser rápidos. —Su susurro cosquilleó mi confundida mente. El significado de esas palabras y el contexto en el que fueron usadas solo tenían un sentido parcial para mí, y protesté por la interrupción en lo que estábamos haciendo, con un gemido suplicante que nunca volveré a admitir—. Estoy seguro de que alguien ya estará de camino para solucionar el problema. —Recorrió mi oreja con su lengua y tomó mis pantalones, sus dedos trabajando ágilmente sobre los cierres que mantenían la repentina erección que él acababa de conseguirme. Mi pene se liberó y bajó mis pantalones, dejándome medio desnudo en, técnicamente hablando, un lugar público. Afortunadamente, estaba demasiado perdido en el deseo como para darme cuenta. De hecho, lo ayudé levantando mis pies para sacarlos de mis pantalones y calzoncillos. —Ahora eres un buen Minnie, —murmuró, volviendo a ponerse de pie. Sacó del bolsillo de sus pantalones, condones y lubricante. La sonrisa que tenía en sus labios mientras lo hacía sólo se podía describir como afectivamente malvada. —Ahora, el evento principal. —Me tomó de la mano y puso lubricante en ella. Le tomo solo momentos desparramar el lubricante en mis dedos y luego mover mi mano para introducir mis dedos en mi trasero—. Prepárate a ti mismo, —Ronroneó en mi oído.

Gemí y obedecí, el impulso de presionar contra mis dedos, ahora en mi trasero, era demasiado intenso como para resistir la tentación. Inserté mis dedos tan hondo como pude y los curvé, esparciendo la fría y resbaladiza sustancia a su alrededor mientras YunHo se preparaba para mí. Desabotonó sus pantalones y liberó su erección desenfrenada. El hecho de que había tomado el mando, me decía que había estado preparado para ello todo este tiempo, pero en lugar de molestarme, ese descubrimiento solo logró excitarme aún más.

En el momento en que tuvo puesto el condón, tiró de mi mano, sacando mis lubricados dedos de mi trasero. Levantó mi pierna, la que logre liberar del yeso, y los músculos de mi trasero se estremecieron en anticipación de lo que estaba por venir. Lubricándome, él envistió profundamente dentro de mi cuerpo. Mis músculos quemaban mientras se estiraban preparándose para él. El juego previo había sido corto y no logró estirarme lo suficiente, pero no me importó. Le di la bienvenida al leve ardor, solo en ese momento me di cuenta de que había perdido el leve sentimiento de agresión que brotaba de nuestra relación desde la primera vez que tuvimos sexo.

Sin darle tiempo a mi cuerpo para adaptarse, comenzó a envestirme en serio, retirándose solo para volver a envestirme, con un ritmo rápido y desesperado. Levanté mi pierna y rodeé con ella su cintura, confiando en que me podría soportar, para que pudiera penetrarme más profundamente. Grité cuando golpeo mi próstata, y fue allí cuando perdimos completamente el control. Nuestro acoplamiento fue rápido y desgastante, rápidamente perdimos todo ritmo aparente mientras nos movíamos en un intento desesperado por acabar. Mi orgasmo me golpeó repentinamente y la intensidad del mismo me dejó tembloroso durante un buen rato. YunHo se vino justo cuando el temblor de mi cuerpo comenzaba a desvanecerse, y ambos caímos al suelo del ascensor, ninguno fue capaz de soportar al otro. Los siguientes breves momentos los gastamos en el silencio que usualmente le sigue al buen sexo, y seguramente hubiese seguido una mini sesión de caricias si no hubiera sido por el hecho de que el ascensor decidió moverse en ese momento. Sí, es cliché y todo eso, pero, ¿qué puedo decir?
Ahora llegamos a la no tan glamorosa parte de las retorcidas historias de sexo en el ascensor que nunca se cuenta. El repentino movimiento del ascensor hizo que nos moviéramos, y luchamos para volver rápidamente a nuestras ropas. YunHo lo tuvo más fácil que yo, viendo que en realidad no estaba desnudo, mientras que yo tenía que encontrar una forma de ponerme mi ropa interior y mis pantalones en el poco tiempo que el ascensor tardaría en llegar a su destino. En realidad, no tenía ninguna oportunidad. Las puertas del ascensor se abrieron mientras todavía estaba en el proceso de abotonarme los pantalones, y levanté mi vista para encontrar los ojos de no otro que: ¡KyuHyun! ¿Olvidé mencionar que Kyu trabaja reparando ascensores?

Describir esto como un momento incómodo sería subestimarlo. Estaba mortificado, y solo después me di cuenta que en realidad era un dulce momento de justicia. Parece que lo que pasa una vez, después de todo, volvía a pasar de nuevo, pero en ese momento no estaba pensando con claridad. YunHo tomó mi mano y salimos del ascensor en silencio, olvidé completamente la necesidad de usar las muletas por un tiempo más. Es increíble lo que puede lograr la vergüenza, ¿verdad?


Cuando salimos del ascensor, vi a Siwon. Él venía hacia nosotros, pero en vez de detenerse cuando estaba cerca, continúo en movimiento, su atención no estaba puesta realmente en nosotros. —A veces solo tenemos que vivir el momento, —me susurró Siwon cuando pasó por mi lado, chocando contra la espalda de KyuHyun. Tropezó y se tambaleó hacia delante, dentro del ascensor que YunHo y yo acabábamos de liberar, y Siwon entró detrás de él. Las puertas del ascensor se deslizaron suavemente, y un momento después, la luz del botón de STOP se volvió a iluminar. Este edificio realmente debería hacer algo con respecto a ese ascensor…


FIN

martes, 16 de julio de 2013

Levántame Cap 7



Capitulo 7: Honesta comunicación.

Siguiendo al mejor fin de semana de mi vida, comenzamos a salir. No había una confirmación oficial de que éramos una pareja, pero ambos lo sabíamos. Trabajé desde casa, a vistas que no podía conducir con un tobillo enyesado, y vino cada noche para la cena. Hasta trajo la comida. Comimos más comida china, pizza, lasaña y varias otras delicias de comidas para llevar, pero debo confesar que la más divertida fue el alpiste.

Sí, YunHo creyó que sería divertido traerme alpiste para comer. Por suerte, eran semillas de girasol, y me gustan. Deberían haber visto su cara cuando calmadamente comencé a abrirlas para comerlas. Punto para mí, pero eso no viene al caso. A donde intento llegar es a que conseguimos tener un tipo de patrón, ninguno de los dos expresaba lo que significaba nuestra relación, y fue solo cuando Siwon nos invitó a cenar cuatro semanas después, que noté cuánto daño puede hacer la falta de una honesta comunicación.

Comenzó inocentemente. YunHo me recogió y me llevó a la casa de Siwon. Siendo tan caballeroso como es, abrió la puerta del acompañante y me ayudó a salir apenas llegamos. Desde que dominé las endemoniadas muletas de la fatalidad, no se encontraba en peligro de que lo castrase con ellas. Caminamos hacia la puerta y llamamos, fue allí donde todo comenzó a salir mal.

Siwon abrió la puerta, y una mirada de desesperación en su rostro trató de escapar. Solo tuvo tiempo para balbucear un simple —¡Lo siento! —después de eso fue interrumpido por otra voz masculina—. ¡YunHo! ¡Te extrañé! —Un delgado y bonito hombre con el cabello largo hasta su nuca, colorado se deslizó por la derecha de Siwon y procedió a pegarse a YunHo como un percebe succionado a una roca.

—Intenté llamarte. —La suave explicación de Siwon cayó en oídos sordos; mi mente apenas lo registró. Mi corazón estaba demasiado ocupado palpitando a un doloroso ritmo dentro de mi pecho. La visión de YunHo atrapado en brazos de otro hombre me dolía más de lo que pensé que fuese posible. La traición de KyuHyun era una mera sombra en comparación, y no sabía cómo lidiar con eso. Y lo empeoraba el hecho de que YunHo no parecía intentar separarse del abrazo, y yo estaba completamente perdido en mí mismo con un torrente de miseria que me golpeaba de la nada.

La siguiente cosa que noté es que estaba dentro, sentado en la mesa del comedor con YunHo a mi lado y Siwon en frente. Heechul—sí, resultó que su nombre era Heechul—estaba sentado frente a YunHo, y había algo en él que simplemente que no me gustaba—. Entonces, ¿qué has estado haciendo últimamente. Yunnie? —Su tono era suave como la seda, con el nivel justo de un matiz sugerente escondido en lo profundo de este, y mis dedos tuvieron la repentina urgencia de despedazar su garganta.

—Nada en realidad. Más de lo mismo supongo. —El tono de YunHo era neutral. Permaneció calmado y el vino que Siwon nos había servido se arremolinaba en nuestros vasos. El vino no fue la mejor idea de Siwon en ese momento, considerando las circunstancias, pero todos tenemos nuestras culpas.

—Te mudaste repentinamente. Podrías al menos haberme llamado para contármelo. Te habría ayudado, lo sabes. —Heechul tuvo la audacia de poner mala cara. Realmente pensaba que esa patética caída de labios era sexy, y Yunho no hizo nada para desilusionarlo. Yo, en cambio, no podía soportarlo, así que alcancé mi vaso de vino y lo vacié de un trago. En el instante en que el líquido se terminó, alcancé la botella de vino para recargarlo, y cuando Siwon se movió para detenerme, le dirigí la madre de todas las miradas tan rápido que lo forzó a reconsiderarlo.

—Algo ocurrió repentinamente. —La repuesta de YunHo fue sencilla y sin compromiso, pero yo estaba demasiado perdido en el mar de celos para darme cuenta que estaba tomando un enfoque más bien distante de Heechul. Vaya usted a saber.

—Él no necesitó tu ayuda. —Aporté, bajándome otro vaso de vino. El vino tiene la tendencia a soltar mi lengua aún más de lo normal. Una parte rebelde de mí deseaba hacerle saber a Heechul que YunHo no lo necesitaba de ninguna manera, especialmente no de la manera que Heechul parecía estar insinuando.

—También podrías haber llamado después de mudarte. Estaba enfermo de preocupación. Simplemente te desvaneciste. —Heechul recriminó a YunHo, otra vez con cara de enojado. El hecho es que me ignoró por completo y mi intento de parar el reclamo me rallaba los nervios. La urgencia de despedazar su garganta fue reemplazada por la urgencia de sacarle los ojos. Deseaba dejarlo vivo para que sufriera.

—Estaba ocupado. —YunHo usó la excusa más común que conoce el hombre cuando trata de perder el contacto. El problema es, que algunas veces no es una excusa. El destino es un amante inconstante que le gusta lanzar una bola curva de vez en cuando en nuestro camino. ¿Cómo podía estar seguro de cuál de las dos opciones era la que YunHo deseaba expresarle a Heechul?

—¿Demasiado ocupado para llamar a tu novio? —Heechul recorrió el borde de la copa con su mano y, por primera vez desde que posó sus ojos en YunHo, apartó la mirada para examinarme—. ¿Acaso el sexo no era lo suficientemente bueno? Ciertamente no te quejaste. —Me miró mientras hablaba, cada palabra era un evidente mensaje para mí, que no estaba tan ciego como para perdérmelo. Me estaba diciendo que era un intruso y eso dolía, especialmente cuando reparé en que tal vez era cierto. Después de todo, YunHo nunca me mencionó a Heechul, incluso después de contarle acerca de mi vida amorosa, o quizás debería decir la falta de ella. Ni siquiera tenía corazón para protestar, por lo que ahogué mi dolor en otro vaso de vino, sin levantar la mirada. No podía enfrentar las insinuaciones sexuales en cada movimiento de Heechul cuando YunHo ni se movía para ponerlo en su lugar.

—Heechul, tú eres…

YunHo solo pudo decir esas tres palabras antes que Heechul lo interrumpiera una vez más, con un tono que derramaba puro sexo. —La última vez estuvo tan bien. ¿Recuerdas la miel y la crema? —Realmente nunca pensé que fuera posible seducir a alguien solo con la voz; la simple realización de esto ponía en relieve todas mis deficiencias. Nunca podría seducir a alguien de esa forma. Yo era, después de todo, un nerd, trabajando en el campo de IT. Es de común conocimiento que somos sexualmente deficientes.

Dejando de lado mi insuficiencia sexual, fue lo que Heechul dijo a continuación lo que me pegó más fuerte. —Me lamiste todo, de arriba abajo. No recuerdo haber pasado nunca tan buen momento. Realmente deberíamos intentarlo con la salsa de chocolate la próxima vez. ¿Tienes algo por el chocolate, no? Siempre dijiste que era un objetivo para experimentar. Si quieres podríamos hasta incluir a tu pequeño juguete de allí y tener un trío, deberíamos considerarlo.

Mi mente corrió y repentinamente pude ver a Heechul y YunHo, juntos, haciendo cosas que no deseaba que YunHo hiciera con él. Deseaba que las hiciera conmigo. Mi corazón se cerró en sí mismo y me dolió el pecho y fue en ese momento cuando oficialmente tuve suficiente. Me negué a seguir allí, escuchando al novio de YunHo hablando de qué tan buena era su vida sexual cuando parecía que YunHo me había traicionado de la forma más básica.

Me paré, llamando la atención de YunHo, y por un momento, quedé atrapado en su mirada sin saber qué hacer a continuación. Entonces el dolor en mi pecho me incitó a moverme. Repentinamente enojado con él por haber jugado conmigo de la forma que lo había hecho, me estiré y agarré la copa de vino que aún sostenía en su mano. La tiré en un simple movimiento y la estrellé contra la mesa en frente suyo, cada línea de mi cuerpo lo desafió a hacer algo al respecto. Cuando me encontré solo con silencio, me di la vuelta y caminé sin más palabras. Ok, tal vez cojeando puede ser una entrega más apropiada, pero quedémonos con la más glamorosa de las dos. De hecho, llegué a mitad de camino por la calle de Siwon antes de que YunHo viniera detrás de mí, con su voz a la deriva por el aire frío de la noche. —¡Changmin! ¡Espera! —gritó con desesperación, pero lo ignoré. Realmente no quería hablar con él, no cuando me había herido más de lo que jamás creí posible, enseñándome el verdadero significado de hacer añicos un corazón en mil pedazos.

Continúe cojeando y logré avanzar diez pasos, inevitablemente, él me alcanzó. Hice lo que pude para ignorarlo, pero me agarró por el hombro para poner fin a todo progreso que pudiese intentar hacer. En cuanto me tuvo en el sitio, me rodeó para pararse delante de mí. Quiso hacerme frente mirándome a la cara, pero volteé mi rostro. No quería que viera lo mucho que todo esto me afectaba. —Changmin. No es lo que crees.

Hizo una pausa, dándome tiempo para responder. Sin embargo, ignoré por completo la oportunidad que me dio para protestar. YunHo deseaba hablar y no tenía ganas de seguirle el juego. Es un hecho conocido que es difícil convencer a alguien usando la lógica cuando ese alguien no ofrece puntos que puedan ser argumentados.

—Vamos, Changmin. Háblame. Estoy intentando decirte que Heechul no es mi novio. —Y fue así como entré en el juego de YunHo. Cuando pensé que ignorarlo sería una buena táctica no tuve en cuenta mi propia naturaleza. Hablo demasiado para que esa táctica sea viable para mí.

—¿En serio? —Me giré, mirándolo sin antes pensar mejor en ello—. ¿Eso significa que él es otro de tus juguetes? ¿Cómo yo? ¿Estás coleccionando tu propio pequeño harem? ¿Uno para cada día de la semana? ¿O cada mes? ¿Eso me convierte en el sr. Noviembre? ¿O es sr. Sábado teniendo en cuenta el día en que me sedujiste?

—Changmin, para. Estás siendo ridículo. Él no es mi juguete y tú tampoco, y si recuerdo correctamente no fui yo quien empezó la seducción cuando nos conocimos. —Aunque mi cabeza sabía que él tenía un punto, mi corazón no recibía el mensaje. Sabía que lo estaba acusado injustamente sin darle chances de explicar la situación, pero no podía sacar la imagen de Heechul y YunHo juntos fuera de mi cabeza.

—¿Entonces ahora es culpa mía? —Perdí la poca cordura que me quedaba y me las arreglé para fingir que tenía, y dejé libre todas mis emociones—. ¡Ciertamente, no te quejaste! —En el momento que dije esto noté que había utilizado el mismo argumento que Heechul había usado, pero realmente no me importaba— ¡Si estabas involucrado con otra persona, deberías habérmelo hecho saber! ¡Y si era solo sexo, no deberías haberme hecho pensar que querías algo más poniéndote celoso de que pudiera haber estado involucrado con KyuHyun! ¡No puedo creer que fui lo suficientemente estúpido para haberme enamorado de ti! —En cuanto esas palabras se escaparon de mis labios, su significado se hundió en mi mente y en ese mismo momento murió mi discurso. Acababa de revelar algo de lo que no me había dado cuenta hasta ese momento. En algún momento, a pesar del poco tiempo que había pasado, me había enamorado de YunHo. El simple pensamiento me hacía desear correr y esconderme del mundo y de todos los que habitaban en él—. Verás, puedo jugar a coquetear como el mejor; comprometerme en una relación real es otra pelota de un juego totalmente distinto.

—¿Tu qué? —la cuidadosa entonación de YunHo, dejaba claro que sabía exactamente qué había dicho y solo estaba pidiendo confirmación con la pregunta, una confirmación que no tenía intención de darle.

Deseaba tiempo para trabajar mi propio camino, sí, digan conmigo, epifanía la mía, antes de poder enfrentarlo y arriesgarme a un posible rechazo una vez más. Después de todo, no habíamos resuelto la cuestión del jovencito que había invadido la casa de Siwon para llegar hasta YunHo. —Eso no importa. Tienes a Heechul. No me necesitas. —Me giré e intenté alejarme de nuevo, esperando conseguir pasar y alejarme y así poder curar mi corazón y mi chocante revelación en paz. Tenía toda la intención de organizar una fiesta de lástima donde el único invitado sería yo.
—No vas a ningún lado. —Era la distintiva orden en su voz y no su control repentino en mi brazo lo que me paró una vez más—. Todavía no he terminado contigo. Solo voy a decir esto una vez, Changmin, así que mejor que escuches y escuches bien. Heechul no es mi novio, ni mi juguete. No tengo sexo con cualquiera y créeme que es con una sola persona cada vez. Si, dormí con Heechul y sí hubo crema y miel esa vez. Estaba borracho y fuera de mí, y fue un error que intento no repetir. Nunca. Fue hace seis meses, y cuando volví a mis sentidos la siguiente mañana rompí con él. No es que hubiese alguna relación para romper, ya que había sido cosa de una noche, pero hice todo lo posible para dejarle claro que no quería involucrarme sexualmente con él. Desafortunadamente, Heechul, no entendió el mensaje. Por eso me mudé. Veo que no fue lo suficientemente lejos, ya que se las arregló para seguirme la pista de nuevo, pero no me arrepiento. Ni por un minuto. Te conocí a ti.

Si alguna vez escuché una frase cursi, fue esta última, pero no encontré la energía necesaria en mi corazón para encontrarla graciosa. Algo en la situación y en la manera en que la dijo parecía darle el sentido que alguna vez tuvo antes que Hollywood la usara hasta la muerte. —¿Entonces… esto dónde nos deja?

—Te amo, Minnie Mouse. ¿Dónde crees que eso nos deje? —Y así, creo, es como comenzó nuestra relación. Si fuera por mí, este sería el último capítulo de mi cuento. Pero YunHo no estaría contento si notaba que no lo miré hasta que terminó de decirlo de forma tan natural. Después de todo, todas las cosas deben llegar al punto de partida para estar realmente completas, y así es como mi historia termina: donde todo comenzó.

lunes, 10 de junio de 2013

Levántame Cap 6



Cap 6: La verdad al desnudo


Mientras yacíamos allí con las secuelas de un alucinante sexo, YunHo comenzó a pensar. Aparentemente su mente no estaba tan estropeada como la mía. Pensar de más es uno de sus vicios, pero eso no me molesta ni un poco. No en ese entonces ni ahora. Cuando tu objetivo es enganchar a alguien, tienes que estar dispuesto a aceptar lo bueno y lo malo. —Sabes. Nunca me molesté en preguntar si estabas viendo a alguien.

Hizo un gran esfuerzo para sonar casual, pero pude ver que realmente esperaba una respuesta a la persistente pregunta no-tan-inocente detrás de esa declaración. Es, después de todo, algo difícil ocultar la tensión en tu cuerpo cuando estás desnudo e íntimamente cerca de la persona a quien deseas ocultarle esa tensión, pero supongo que podemos darle un punto por el esfuerzo.

Levanté mi cabeza para encontrarme con su mirada y contemplarlo silenciosamente por un momento. Varias posibles respuestas corrieron por mi mente, incluyendo respuestas sarcásticas, mentiras, y respuestas honestas, todas amontonadas y luchando por la victoria. Fui a por la respuesta honesta, ignorando mi orgullo masculino y decidiendo desnudarme ante él.
Aquí es cuando ignoro toda respuesta inteligente sobre mí, desnudándome ante él. Estoy hablando emocionalmente, no físicamente. —No. No estoy viéndome con nadie. Para ser honesto, eres la primera persona con la que tengo sexo en dos años. —Fue la mejor decisión que pude haber tomado.
—¿Dos años? —Levantó ambas cejas con incredulidad y miró hacia mi cajón—. Entonces supongo que ese consolador habrá visto mucha acción, para que tengas convenientemente tantos condones alrededor.

Debí haberlo visto venir. Me acerqué directo a él con los ojos muy abiertos y solo me tuve a mí mismo para culparme por la incomodidad que le siguió. Al ver que había entrado al campo minado por mi cuenta, decidí sonreír y soportarlo como un hombre. Está bien, mi sonrisa parecía más una mueca, pero lo intenté. —KyuHyun los dejó aquí.

—¿Quién es KyuHyun? —Y fue allí donde pisó la primera mina del campo de ineptitud social que me llevo años cultivar.

—Un… —Dudé, mi mente corría para definir algo que ya no tenía definición para mí. No estaba seguro de cómo debía proceder. Con todos los conflictos recientes en mi vida, ya no sabía lo que era KyuHyun para mí, pero al menos sabía lo que una vez fue—. Amigo mío, supongo.

En el momento en que termine de hablar, supe que YunHo no se perdió mi vacilación, y si había una cosa que ya sabía y de lo que podía estar seguro, era el hecho de que, más pronto que tarde, esa vacilación me iba a morder el trasero en forma de una pregunta que no estaba listo para responder. YunHo más un misterio igual a persistencia dogmática.

—¿Por qué tú… —su pausa fue un eco de la mía, el ligero cambio de entonación era un claro indicador de que se dio cuenta que había más sobre esta historia de lo que le estaba contado—. Un amigo, trajo una caja de preservativos a tu apartamento?

—Él… eh… él estaba convencido que no había tenido los suficientes polvos y se encomendó en la misión de conseguirme algo de acción. Desafortunadamente, no resulto exactamente como estaba planeado.

—¿Por qué? —Otra mina explotó en mi cara en la forma de una pregunta inofensiva, pero de nuevo debería haberme dado cuenta ya que ninguna pregunta de YunHo es inofensiva. Siempre hay algo más que simple curiosidad detrás de ellas. Tiene una mente afilada y es rápido haciendo suposiciones. Supongo que por eso es abogado.

—Tuvimos un desacuerdo. —Mantuve mi respuesta corta y abrupta. Mis emociones seguían en carne viva por los acontecimientos que condujeron el final de mi amistad con KyuHyun, y no estaba realmente de humor para recordar cosas que no podía cambiar.

YunHo no vio o ignoró completamente mi reticencia y procedió a ir más allá dentro del campo de fatalidad que se extendía entre nosotros. Con su usual y exasperante persistencia, formuló casualmente su próxima pregunta, extrañamente haciendo una conexión que nunca hubiese imaginado que podría ser capaz de lograr con la escasa información que yo le había dado. —¿Esto tiene algo que ver con tu fobia del ascensor?

Me atraganté, me agité, y en general hice de mi un completo tonto, aun así era lo suficiente estúpido para intentar ir por la ruta de la negación. —¡No, no tiene nada que ver con KyuHyun! —Mi respuesta sonó forzada y agresiva y solo mi tono fue suficiente para darme distancia. Asumiendo, por supuesto, que él fuera lo suficientemente estúpido como para haberse perdido la tensión cruzando a través de mi cuerpo, pero viendo que él todavía estaba presionado contra mí en ese momento, dudo mucho que no lo haya notado.

Rápidamente demostró lo inútil que fue mi protesta, extrañamente viéndose como si disfrutara de mi malestar. Acercándose, mordisqueo mi oreja antes de susurrarme como solía hacer. —¿Acaso protestó demasiado, Minnie Mouse…? —La acción envió el usual hilo de lujuria atravesándome, enfatizando que tan impotente era en su contra. Quizás en ese entonces ya estaba perdido por él.

Cedí a la derrota, demasiado cansado y harto de luchar con respuestas inteligentes que al final dejaban escaso o ningún significado. —Sí, supongo que se puede decir eso. —Admitir esto rozo mi orgullo, burlándome con mi propia debilidad, pero elegí ignorarlo. Lo peor estaba por venir, respire hondo, con una respiración vacilante, para poder soportarlo.

—¿Qué pasó? —Vi venir la pregunta, antes de que la dijera, y parte de mí se reveló contra ella, pero extrañamente, algo en su tono me hacía desear contárselo. Estaba cansado de enfrentar mi desilusión solo, y me pregunto si parte de mi simplemente estaba dolida. Pero primero lo primero. Necesito mi espacio. Estar presionado íntimamente contra esa deliciosa carne no me ayudaba exactamente a pensar con la cabeza que tengo sobre mis hombros en vez de la de mi parte baja.

Me senté y me apoyé en mi rodilla, respirando profundo para prepararme antes de lanzarme directamente a mi sórdida excusa de cuento. —¿Alguna vez has leído sobre alguna escena excéntrica de sexo en el ascensor? —No fue la más inteligente línea de apertura, pero no me pude resistirme a usar la táctica de choque tan convenientemente a mi disposición.

—¿Qué? —La satisfacción me recorrió ante la protesta de YunHo, el conocimiento de que lo tenía bien y realmente fuera de balance, me volvía irresistible. Considerando todos mis previos esfuerzos, fue todo un logro, por ello tenía razones para estar orgulloso. Más aun cuando hizo una suposición tan lejos de la realidad que fue divertido—. ¿Tuviste sexo con él en un ascensor? Espera, ¿En el de nuestro apartamento?

Los celos realmente hacen cosas extrañas a nuestra habilidad de razonar. Teniendo en cuenta que acababa de decirle que él fue el primero en dos años, esa no era una conclusión con la que podría haber saltado, pero no importa. Ese fue el primer signo que recibí de que YunHo actualmente espera más de esto que sexo.

—No, no tuve sexo con él en el ascensor, —respondí con una ligera sonrisa, demasiado contento y presumido hasta para aparentar estar ofendido—. Aunque estás saltando hacía adelante. Está bien, asumo que sabes exactamente a que me refiero. ‘¿Entonces, como suelen usualmente comenzar esas escenas?’ —estaba divirtiéndome demasiado como para hacerle fácil esta conversación.

YunHo parpadeó confundido y me miró boquiabierto en silencio durante un buen rato antes de responder. Sospecho que su mente siempre lógica estaba intentando realmente duro encontrarle sentido a la información recibida, y no lograrlo lo dejaba perplejo. Me pregunto ¿cuál era el código de error en su cerebro?  Algo me dice que no era el error ID10T (idiot) tan frecuente y conocido en el campo IT.

—¿Bien? —Pregunté cuando no hubo respuesta.

Levantó una ceja, una aparente pregunta silenciosa, pero decidió que por ahora podía jugar conmigo. —Una pareja entra en el ascensor. El ascensor comienza a moverse y se detiene por alguna razón, usualmente está entre problemas eléctricos, una falla del ascensor mismo, o el botón STOP de emergencia. Escenas típicas de película barata. Los típicos clichés.

—Sip, —Asentí en conformidad, sonriéndole de hecho. Este debería ser un cuento doloroso de contar, pero algo acerca de contárselo a YunHo y jugar con él como estaba haciendo lo hacía gracioso. Olvidé completamente lo dolido que estaba por ello y me perdí en el disfrute de jugar con las hipótesis de YunHo—. Así fue exactamente como paso, y la razón fue un problema eléctrico.

Podía ver el escepticismo y confusión escrito en toda su cara, pero dándole vueltas al tema. Tenía toda la intención de llegar al quid de la cuestión… eventualmente. —KyuHyun y yo éramos las únicas personas en el ascensor en ese momento. —Aparté la vista, algo dentro de mí haciendo que me asustara repentinamente de la posible reacción de YunHo. Aunque, lógicamente, sabía que no tenía razones para temer el mismo tipo de rechazo que de KyuHyun—. Las luces se apagaron y estaba obscuro, me imaginé que era la oportunidad perfecta para contarle mi único secreto para el que aún no había encontrado el coraje para compartir. Verás, éramos los mejores amigos. Compartíamos todo. Entonces pensé que tal vez era el momento para decirle que era gay. —Me quedé en silencio y espere su reacción, a que dijera algo. Asumo que no se lo tomó muy bien.

—Depende de cómo lo mires, supongo. —Miré a la nada, completamente perdido en recuerdos que debería haber dejado marchar. Aún así, algo en ellos realmente me molestaba. La traición de KyuHyun hizo a una parte escondida de mí cuestionarse sobre el núcleo de mi identidad misma. No era algo que estuviera por admitir, pero no obstante estaba ahí—. No hubo violencia ni física ni mental. No me gritó ni me golpeó. Supongo que eso fue parte del problema. Me ignoró completamente, y pasamos la siguiente hora y media en un silencio sepulcral. Una vez que volvió la electricidad y salimos, él caminó pasándome, incluso tropezó conmigo, sin volver siquiera a mirarme.
—¿Eso fue lo que te molesto tanto anoche?

Su pregunta volvió mi atención a él y negué con la cabeza. —Nop. —Subí mi tono de voz mientras hablaba en un esfuerzo por mantener mi respuesta indiferente. Fallé, pero no entraremos en eso—. Anoche realmente hubo sexo en ese ascensor. KyuHyun presiono el botón de emergencia y tuve el privilegio de tener asiento de primera fila de “Sexo en la ciudad15” bajo una luz completamente nueva. No, espera. No eran asientos de primera fila. Era un espectáculo privado. De cualquier manera, tuve que ver a KyuHyun tener sexo con una prostituta en frente mío.”

Aun mientras hablaba, pude ver el shock e incredulidad de YunHo. Supongo que no lo vio venir, pero no lo culpo. Después de todo, no es exactamente algo que ves todos los días. —¿Estás bromeando, no?

—No, —respondí, en tono irónico. Después de todo, no era un tema del cual desease hablar—. ¿Por qué haría bromas sobre tan gran espectáculo?

—Changmin.

—YunHo. —Podía escuchar el suave reproche en su tono pero lo ignoré completamente, copiando su tono en mi respuesta. En mi opinión, el tema había terminado. Fin de la historia.
Supongo que se dio cuenta que no iba a dejarlo ganar, porque no presionó más. En cambio, suspiró, alcanzándome para revolver mi cabello. —Si esto te hace sentir mejor, te desee desde el momento que pose mis ojos en ti.

—¿Entonces, por qué te tomo tanto saltar hacia mí? —Respondí, sintiéndome repentinamente juguetón. Deseaba olvidar a KyuHyun para deshacerme de la tensión que me causaba hablar de él. No valía la pena. No cuando tenía al dueño de maravillosos y sexis ojos penetrantes, recostado totalmente desnudo y glorioso en mi cama. Humm, oh, las infinitas posibilidades.

—Intentaba ser un caballero. —YunHo levanto una ceja, sus rasgos faciales estaban inexpresivos. Desafortunadamente para él, pude ver el brillo de alegría en sus ojos, y eso lo delataba por completo. Estaba jugando conmigo y, oh, como lo amaba por eso. Esa debería haber sido mi segunda pista de hacía donde llevaba todo esto, pero estúpido de mí no estaba preparado para verlo.

—¿Todavía existen? —Me recosté y le aguijoneé en el costado, curioso por ver si tenía cosquillas. Deseaba una ventaja física sobre él, teniendo en cuenta lo bueno que era para dejarme completamente descompensado verbalmente. Por desgracia no fue así. Ni se inmutó.

—Por supuesto, pero somos una raza rara, ya ves. Así que deberías considerarte afortunado por haberme encontrado, —respondió sin pausa, moviéndose para aguijonearme a cambio. Y así es como terminamos revolcándonos en mi cama otra vez. Veras, a diferencia de él, de hecho tengo cosquillas, y acababa de delatarme inadvertidamente. Tal vez debería pensar las cosas antes de actuar en impulsos al azar que simplemente me meten en problemas cuando estoy alrededor de YunHo. Por otra parte, quizás no. En algún lugar en el medio de esta tortura de cosquillas que me infligió, la naturaleza de sus toques cambiaron y pronto me tenía gimiendo en lugar de riendo y ahí es donde pasamos el resto del día. ¿No adoras sencillamente los fines de semana?

domingo, 9 de junio de 2013

Levántame: Cap 5


Nuevamente y como dije -aunque no esperaba hacerlo a esta hora- actu... La mejor parte para muchas (me incluyo) llegó.... espero disfruten este capitulo, que, iba dedicado a Laauu Veeraa en especial (si se lo prometí) y al resto de las que andan leyéndolo también. <3
Seguramente luego subiré otra adaptación, claro que siempre y cuando me guste y resulte divertida y no dramatica xdd Realmente no sirvo para escribir drama por más lo intente...
Gracias por los comentarios, realmente me gusta leerlos ^^ 



Capitulo 5: El arte de la distracción

Esa fue la victoria más dulce que he conseguido. YunHo dejó de luchar y ambos nos rendimos a nuestros deseos. Viendo como mis caderas fueron liberadas, embestí de nuevo contra él, todos mis pensamientos abandonaron mi mente excepto uno. Esto ya no era para distraerlo. La única emoción que quedaba era mi necesidad de conseguir lo que quería, y lo quería a él enterrándose profundamente dentro de mí. —Te deseo, —jadeé en su oído, mi respiración entrecortada me traicionaba, dejando ver qué tan reales eran esas palabras.

En vez de responder, le dio a su boca un mejor uso. Apoyándose, capturo mi pezón y lo chupó, duro. La combinación de calor y humedad arrancó un grito de placer de mi garganta, y agradecí a mi yeso por arruinar mis intentos de salir de la cama lo suficiente como para ponerme de mal humor. Como resultado, no tenía camisa y el fácil acceso a mi piel era un dulce placer que no había previsto cuando me preparaba a decirle a mi inesperado visitante unas cuantas verdades. Parece que a cambio decidí darle un pedazo de mi trasero.

Deslizó su mano sobre mi cuerpo, sobre el elástico que sostenía mi boxer, y se detuvo cuando alcanzo mi piel. Dejé caer mi frente sobre su hombro y jadeé en el momento silencioso que nos envolvió.
YunHo recorrió un camino sobre mi cuerpo con su boca, mordisqueando y besando la piel que encontraba por el camino, y se encaminó directamente a ese endemoniado pequeño punto justo detrás de mi oreja que me derritió al primer contacto. —¿Estás seguro? —El aire de su susurro envió escalofríos de placer a través de mí, todos y cada uno dirigiéndose directamente a mi ingle, creando la necesidad de liberarme. ¿Estaba prácticamente en sus manos y tenía la audacia de preguntar eso?

Alcanzándolo, hundí mis dedos dentro de su cabello y tiré de su rostro hacia mí, presionando mis labios contra su oreja derecha. —Demonios, sí, —gruñí, ya sin paciencia. Liberando algo de su cabello, dejé caer mi mano izquierda y agresivamente la empujé para abajo hacia el bulto de sus pantalones, la acción fue esta vez un intento completamente deliberado, de descifrarlo a él en lugar de a mí.

Podría haber bailado de alegría cuando mi acción sacó un gemido de su garganta, sus caderas se levantaron empujando hacia mi mano, pero eso hubiese requerido dejarlo ir, pero no iba a hacerlo ahora que lo tenía exactamente donde quería.

—Sssiii. —La palabra salió como un siseo y esta vez no era yo quien hacía las imitaciones de animales—. Chang… Chang-Min —Sus manos arañaron las mías, empujando y tirando de mí a la vez, casi como si no pudiese decidir si deseaba que parara o continuara—. ¿Ti… tienes… —jadeó—,¿protección… lubricante? —Finalmente logré reducirlo a palabras simples, su elocuencia increíblemente se fue, y ese hecho fue para mí, un torrente de energía como ningún otro.

Me rendí a lo inevitable y me deslicé de su regazo. Me siguió y usé su agarre en mi caprichosa mano para guiarlo hacia mi dormitorio. O al menos es lo que intenté hacer. Me había olvidado completamente del Sr. Cabeza de Burbuja, y mi tobillo volvió a doler en el momento en que tocó el suelo.

Afortunadamente para mí, YunHo es de lejos más grácil y eficiente que yo. Moviéndose conmigo, usó mi caída para deslizarme de vuelta a mis pies mientras yo continuaba con mi brillante interpretación de la clásica damisela en problemas. Se había convertido en un hábito entre nosotros.

El tiempo parecía haberse detenido, ambos luchábamos para recuperar la compostura en un intento de fingir que nada estaba mal. Desafortunadamente para mí, él  se recupera más rápido.
—Despacio ahí, Minnie Mouse. Sé que estás ansioso, pero seguro que podemos dedicar un momento para llevarte a la cama de una sola pieza. —Su voz era ronca, aún llena de deseo pero de lejos más compuesta que lo que yo deseaba, incluso después de unos momentos incómodos de silencio en los cuales se recuperó.

El tono bromista provocó un rubor de vergüenza en mis mejillas. La absoluta indignación anta toda la situación era una píldora difícil de tragar y mentalmente maldije la mera existencia del Sr. Cabeza de Burbuja. Debería haber sido una seducción perfecta, sin embargo, estaba avergonzado de nuevo mientras mi sueño húmedo se reía de mí, demasiado compuesto para mi gusto.

—Vamos, Minnie Mouse, no te enfades. —Su risa se esfumó cuando notó la expresión de mi cara y me movió a sus brazos. Se tomó un momento para revolver mi cabello y encaminarse hacia mi dormitorio. Sin otra palabra, me cargó con confianza hacia mi propio dormitorio y me dejó sobre mis, aun revueltas, sábanas. Sin pausa para darme tiempo a procesar lo que estaba ocurriendo, bajó y capturó mis labios, esta vez tomando el control del beso para retornar a la exploración a la cual lo había expuesto en el salón. Justo cuando estaba a punto de perderme completamente en la textura sutilmente áspera de su lengua, se reincorporó para quitarse su polo azul. En el momento en que la camiseta salió, fue hacia mi mesa de noche e inmediatamente me dio la mayor lección de vergüenza de mi vida.

Esta es la parte de la que realmente no quiero hablar, pero por el bien de la precisión, supongo que, desafortunadamente, lo haré. Verán, en cuanto YunHo llegó a mi mesa de noche se puso tenso por un momento. Fue cuando recordé que había olvidado algo allí. En el momento en que se recuperó lo suficiente para moverse, se giró hacia mí y levantó una ceja, una diversión maligna brillaba en sus ojos. —¿Tienes un consolador? —lo sostuvo colgando la brillante evidencia verde-fosforescente delante mío.

Estaba absolutamente mortificado, pero aún así podía sacar un comentario sarcástico o dos de mi repertorio. —No es exactamente un pepino, ¿verdad? —No iba a admitir que eso era la única fuente de acción que había tenido en mucho tiempo. Dos años, de hecho. No había dormido con nadie desde que rompí con la única persona que había dejado que me tocara. Taecyeon no era la persona más monógama que existía, y tuve el privilegio de descubrirlo el día que me dijo que había contraído SIDA. Los siguientes seis meses fueron los peores de mi vida, pero no iremos por ahí. Estoy limpio y ese capítulo de mi vida concluyó hace mucho.

No se me ocurrió preguntarle a YunHo si también estaba limpio. Él no me parecía el tipo de persona que pierda el tiempo solo porque sí, y aunque lo hiciese, ya probó que era de lejos demasiado lógico para hacer ese tipo de estupideces. Obsesivo compulsivo y sexo sin protección no van realmente de la mano, ¿no? Además, él quería usar protección.

—No, no es un pepino, —afirmó YunHo, reclinándose para trazar mi labio inferior—. Un pepino no sería ni la mitad de divertido. —Él utilizó la punta del consolador de plástico duro para bajar desde mi pecho a mi estómago, haciendo círculos lentamente cuando llegó a su destino. La visión de otra mano que no era la mía en el juguete, hizo que mi trasero se tensara, mis músculos estaban ansiosos por ser estirados y llenados, pero él no había terminado de burlarse de mí todavía—. Pero primero lo primero… —Palmeó mi erección y volvió a mordisquear mis labios—. Condones y lubricante.

—Arriba… cajón… —Era mi turno de ser reducido a palabras simples y pantalones llenos con el deseo de interrumpir cualquier esfuerzo de hablar con coherencia.

Su murmullo vibraba contra mi piel, testificando lo cerca que estaban nuestros cuerpos, antes de que volviera a separarse, arrancando otro gemido de mi garganta. —Volveré, Minnie Mouse. —Pasó su dulce mano sobre mi pecho. Cuando rozó mis pezones me arqueé hacia su mano, mi piel quemaba por tener más de ese toque. Estaba tan perdido en la sensación de este, que apenas noté cuando su otra mano volvió, ambas tirando hacia abajo para quitar mi pantalón. El sr. Cabeza de Burbuja ni si quiera le dio una pausa, y enseguida me tuvo completamente desnudo.

En el momento en que mis pantalones estuvieron fuera, se sentó sobre mí y presionó su todavía vestida erección contra la mía. Sus manos dejaron mi piel y se movieron a desabotonar sus jeans. Lo hizo, mirándome con cada movimiento, podría haber muerto como un hombre feliz, justo en ese momento. Él encarnaba todas mis fantasías.
Cuando desabotonó y bajó el cierre de sus pantalones, su pene salto libre, la punta ya manchada con humedad. Ese fue el momento en el que decidí atacar. Sentándome, lo tomé y lo empuñé, moviendo mi mano agresivamente arriba y abajo de la dura y pulsante carne.

Obviamente no iba a ser menos, me empujó hacia abajo con un gruñido pero dejó mi mano donde estaba. Presionó sus caderas sobre mis manos y mordió mi hombro, el dolor me hizo arquearme contra él una vez más. Mientras todavía estaba perdido en la extraña sensación de placer que siguió rápidamente al dolor, él deslizó sus dos rápidos dedos profundamente dentro mí, matando con eficacia cualquier esperanza de un pensamiento lógico que pudiera tener.

La invasión no dolió. Mi cuerpo absorbió sus dedos dentro con facilidad y empujé hacia abajo contra ellos, seguido por ese placer elusivo que sabía que vendría. Él, sin embargo, tenía otros planes. Al llegar abajo, sujetó mis caderas y tomó el control del movimiento, flexionando y moviendo velozmente sus dedos como una tijera. Era puro éxtasis y tormento, todo en uno, porque lo quería y quería más.

Justo cuando estaba a punto de rozar de nuevo mi próstata, sacó sus dedos, dejándome vacío. Frustración y desilusión cruzaron a través de mí como si fuese negado otra vez. Incapaz de soportar más, levanté mis manos, estirándolas, y las bajé de nuevo contra la cama, y un gruñido escapó agresivamente de mis labios. No lo voy a negar. No después de todo el tormento.

Me moví, con la intención de devolver la marca que había dejado en mi hombro, pero no pude llegar tan lejos. En el momento en que me moví para morderlo, deslizó mi consolador dentro de mí y la repentina invasión de ese frío y duro objeto me sobrecogió. Caí de nuevo en mi cama gritando y arqueándome una vez más, el ángulo de la penetración era enteramente una nueva experiencia ahora que no era mi propia mano la que empujaba.

En otro golpe a mi orgullo masculino, le tomó solo unos momentos para tenerme rogando por más. Sus empujes eran firmes y seguros, y cada entrada del consolador profundamente dentro de mí golpeaba mi próstata. El plástico duro me llenó una y otra vez, calentándose rápidamente por la fricción y por mi piel, y demasiado pronto sentí el principio del fin. Comencé a sentir un hormigueo en mis testículos y pude notar que mi orgasmo aumentaba, solo para descubrir que todavía no había terminado conmigo.

—No todavía, mi ratoncito, —susurró, su caliente respiración una vez más cosquilleaba mi oreja—. No así. —Sacó el consolador, y mis testículos palpitaron en protesta. Quería llorar por la pérdida, pero al mismo tiempo, quería más, al igual que él. Mi cuerpo estaba caliente y húmedo, cubierto de sudor, semen y lubricante, y yo quería ser reclamado de la forma más intima posible.

Abrió un preservativo y se lo puso a sí mismo antes de agarrar el lubricante, aplicando una generosa cantidad en su mano. Tirando el lubricante a un lado, se apuró a esparcir la sustancia resbaladiza sobre el preservativo con un profundo gemido, el simple sonido estaba teñido de lujuria y hambre.

En cuanto terminó, tomó mis piernas y las empujó hacia mi cabeza, exponiéndome completamente para la penetración. Mi ano se agitó en anticipación, y deslicé mis manos hacia esa parte para abrirme aun más, tirando de las nalgas de mi trasero separándolas lo más que pude doblado casi por la mitad sobre mi propia cama. Otro gemido escapó de su garganta y me penetró profundamente, cada estocada era tan agresiva como cuando usó el consolador.
Grité y dejé caer mis manos. Apreté las sabanas cuando el dolor ardió esta vez a través de mí en venganza. A pesar de que estaba preparado y listo, era más grande de lo que esperaba, y la repentina penetración causó que mis músculos quemaran y se cerraran, olas de tensión atravesaron mi cuerpo.

—Relájate, Minnie Mouse. —Mi extraño sobrenombre quitó algo de tensión de mi cuerpo—. Yo me ocuparé de ti. —Lamió la parte sensitiva debajo de mi oreja, distrayéndome exitosamente del dolor de ser repentinamente llenado por un objeto considerablemente más grande de lo que estaba acostumbrado, y balanceó gentilmente sus caderas hacia mí.

Su movimiento aliviaba el dolor y mi cuerpo comenzó a abrirse, ajustándose a su circunferencia, sintiéndome relajado. Lentamente incrementó la velocidad y profundidad de sus estocadas, y la fricción del movimiento logró convertir el dolor en placer. En el momento en que encontró y rozó mi próstata, olvidé completamente mi malestar y empujé para encontrar su movimiento.

Eso parecía ser que era lo que estaba esperando. En el momento en que lo hice se relajó y se dejó ir, penetrando fuerte y profundo dentro de mi cuerpo. Consiguiendo un extraño ritmo, encontré y contrarresté todos sus movimientos y saboreé la forma en que mi cuerpo se estiraba y quemaba para acomodar cada una de sus agresivas invasiones, llenándome una y otra vez.

Me gustaría decir que fue una larga experiencia erótica, pero estaba muy cerca y había pasado demasiado tiempo como para tener expectativas razonables. Mi inminente orgasmo se levantó con la velocidad de un tsunami y me vine en un agudo grito de liberación, torciendo mi cuerpo en la sábana del placer que me provocaba. Él continúo deslizándose dentro de mí, y la tensión causada por mi orgasmo incrementó la fricción una vez más, la quemadura una dulce adición, hundiéndome en el mar de placer en el cual ya me estaba ahogando. Él me siguió no mucho después, y pude sentir cada pulso de su liberación mientras llenaba el preservativo de látex dentro de mi cuerpo.

Y ese es el motivo por el qué normalmente describo mi primera experiencia sexual con él usando solo una palabra: ¡Alucinante!

sábado, 8 de junio de 2013

Levántame Cap 4


Bueno, verán que no miento, en lo que va del día de hoy he subido los capítulos 2-3 y ahora 4.
Creo que lo dije, me emocioné mucho con este relato.
Nuevamente aclaro, esta historia pertenece a una novela "Lift me up" de Raine Auster. Esto es solo una adaptación hacia mi couple favorita. <3



Cap 4: Despiértame antes de que tu…

Me desperté con una estampida de elefantes corriendo por el pasillo. Vale, en realidad eran golpes firmes en mi puerta, pero para mí, en ese momento sonaban como una estampida. Tal vez, el hecho de que estaba perdido en un extraño sueño donde cierta persona estaba de lejos demasiado bien dotada para ser humano, tenía algo que ver. O quizás fue el vodka, haciéndome demasiado sensible para mi propio bien. De todas formas, se reduce a lo mismo: demasiado fuerte para mi gusto.

Girándome hacia un lado, me moví para salir de la cama solo para atraparme a mí mismo un segundo antes de caer dramáticamente contra el suelo. Parece que tener un tobillo enyesado dificulta el movimiento de alguna forma. Recordando que no debía apoyarme en dicho tobillo, fui por las muletas que estaban a un lado de mi cama, y arrastré de forma bastante literal mi trasero por ella.

Más molesto de lo inimaginable, me encaminé hacia la puerta de mi departamento vistiendo nada más que pantalones deportivos. No esperaba invitados y no estaba dispuesto a incentivar a las personas a que desearan quedarse más de lo absolutamente necesario. Se podría decir que me levanté con el pie izquierdo…

Cuando abrí la puerta, estuve a punto de gruñir un saludo, solo que la vista que recibí me dejó sin palabras. Aquí es donde necesito retroceder un poco. Después de nuestro caliente debate sobre el ascensor, YunHo me permitió subir por las escaleras. Él obviamente no estaba impresionado, pero al menos decidió dejar de discutir conmigo. Sip, es otro punto para mí, aunque tengo la sensación que estaba del lado perdedor en ese momento. Después de doce pisos por escalera, estaba realmente listo para caer dormido de pie. Como resultado, no invité a YunHo y puse en espera mis intentos de meterme en sus pantalones.

Para hacer corta la larga historia, prácticamente me ordenó que me fuera a la cama, esperó a que entrara a mi departamento, y se fue, por lo que verlo frente a mí un par de horas más tarde fue inesperado. Creí que, siendo tan lógico como venía siendo, al menos me dejaría dormir más de siete horas después de la noche que había pasado.

—Almuerzo. —Levantó la bolsa que llevaba con una sonrisa y procedió a pasar por mi lado, dentro de mi dominio privado, sin permiso. Me quedé mirando fijamente el pasillo vacío como si el aire delante de mí pudiese explicar el comportamiento de mi vecino.

Rindiéndome ante lo inevitable, cerré la puerta y cojeé dentro de mi apartamento en busca de las hordas invasoras. Sé que un solo hombre usualmente no se califica como horda, pero ese hombre era YunHo… supongo que me entienden. —¿Por qué estás aquí?, —pregunté, sentándome a su lado en el salón. Soy un minimalista en lo que tiene que ver con muebles y solo tengo un sofá. ¿La razón? Tengo tanta vida social como vida amorosa, que con la excepción de YunHo, es ¡nada! Supongo que por eso las acciones de KyuHyun me impactaron tanto. Él era uno de los pocos amigos que tenía.

—Te traje el almuerzo. —buscó en la bolsa para sacar los palillos.

—¿Por qué?, —pregunté, mirándole descaradamente los dientes a caballo regalado.

—Imaginé que estarías hambriento. —sacó una caja de comida China y la dejó en mi regazo, sin siquiera parar a mirarme mientras que hurgaba en la bolsa—. Ahora deja de interrogarme y come. —Rescatando lo que obviamente era su parte, tiró la bolsa y me tendió un par de palillos con una sonrisa—. No sé qué te gusta, por eso te traje carne de ternera. —Explicó, sacudiendo su caja abierta.

Bajé la mirada a la cálida caja situada en mi falda y siguiendo su ejemplo, la abrí para ver los fideos al vapor que contenía. Un repentino impulso de molestarlo murmuró en mis sentidos y no pude evitar dejarme caer en la tentación. —¿Y si soy vegetariano?, —volví a mirarlo de reojo, esforzándome para no ser demasiado obvio.

Fue como mirar una película en cámara lenta. Su mano se encontraba, a mitad de camino hacia su boca, con la carne de ternera y los fideos colgando de sus palillos. El trozo de ternera se deslizó y cayó de regreso a su caja y sus brazos lo siguieron, descendiendo poco a poco. —¿Lo eres? —Me miró con una expresión de incredulidad y un incómodo shock en su cara.

—Nop, —tomé una gran porción de fideos, y la metí en mi boca con una gran sonrisa—. Solo quería ver si eras tan obsesivo como pareces. Un buen obsesivo compulsivo habría planeado todo con anticipación y hubiese traído una de cada una, pollo, ternera y vegetales, solo por si acaso. —No sé qué me poseyó para ser tan directo, pero lo disfruté. La expresión en la cara de YunHo no tenía precio.

—¿Obsesivo compulsivo?, —clavó los palillos en los fideos pero no se movió para comer—. ¿Qué quieres decir con eso? —Su tono era suave.
—Te gustan las cosas como son. Todo necesita estar ordenado, estructurado y debe tener un perfecto sentido en tu mundo. Algo así como tener la vida envuelta dentro de una caja muy bonita. —Puse un poco más de comida en mi boca, saboreando el rico sabor. Era la mejor comida china que había comido. Extraño, ¿cierto? ¿Cómo puede saber mejor la comida cuando la compartes con alguien?

—Humm. —Tarareó, pareciendo perderse en sus pensamientos por un momento. Sorprendentemente, realmente consideró mis palabras. Moviendo sus palillos, agarró algunos fideos y los puso en su boca. Sus labios envolvieron los palillos muy suavemente y mi mente se zambulló una vez más en su lugar favorito de residencia: la zanja. Según mi opinión había mejores cosas a las que esos labios podrían estar envolviendo, y casi me ahogo con un fideo perdido por el pensamiento.

—Mientras estamos en el tema de conducta obsesivo compulsiva… —Se giró a mirarme directamente y tuve que tragarme un gemido mientras veía los palillos deslizándose de su boca. Lo juro, el bastardo manipulador lo hizo a propósito, dibujando deliberadamente el movimiento hacia afuera mientras me miraba con un espectacular brillo en sus increíbles y predadores ojo. Algún día, se lo devolveré.

—Me gustaría regresar a la conversación de anoche. Nunca llegamos a discutir qué hacías. —Puso sus palillos en su caja con una sonrisa. Entonces se movió, oh tan casualmente, para continuar torturándome. Dejando la caja todavía llena de comida en mi mesa de café, procedió a lavar salsa imaginaria de sus dedos con la lengua. Tenía que ser imaginaria; no había comido lo suficiente para tener tanta salsa en su piel.

Conteniendo el gemido que surgió ante la vista, me alejé de él y aclaré mi garganta. Traté realmente duro de enfocarme en la pregunta que me hacía, en vez de ver qué tan sexy era cuando su rosada lengua lamía su suave piel. —Soy técnico en análisis empresarial. —Cómo logré ser coherente nunca lo sabré, pero debo decir que estoy bastante orgulloso de la suavidad con la que logré responder su pregunta.
—¿Técnico en análisis empresarial?, —respondió repitiendo mis palabras por segunda vez en el día, haciéndome preguntar si tal vez no era algún tipo de técnica secreta de interrogación diseñada para desarmar a alguien antes de que comiencen las verdaderas preguntas. —¿Qué es lo que hace exactamente un analista empresarial? —Se apoyó más cerca y pude sentir la, ahora del todo familiar, esencia de vainilla. El movimiento fue completamente deliberado y logró exitosamente desequilibrarme aún más.

Lamí repentinamente mis labios secos en un intento de esconder la prominente carpa de mis pantalones. Permítanme aprovechar este momento para dar a conocer un aleatorio hecho algo interesante: la mayoría de los hombres necesitan alrededor de 10 segundos para poder estar totalmente duros. Apuesto a que no sabían eso. Yo por otro lado, ni siquiera necesité esos 10 segundos ese día. Supongo que YunHo tiene ese efecto en mí. Aclarando mi garganta de nuevo, luché con mi mente, lidiando con mis pensamientos en un intento de mantener suficiente coherencia para ocultar los efectos que la presencia de YunHo causaba en mi cuerpo. Era una causa perdida, pero en ese entonces todavía no lo sabía. —Bien… uh… es difícil de explicar.

—Inténtalo. —Respiró en mi oído, atravesándome con un pinchazo de placer. Fue ahí cuando me di cuenta de que él tenía una vena sádica de una milla de largo. Tenía que saber que esa era una de mis zonas erógenas. Él me respiraba en ese oído demasiado a menudo como para no notarlo.

Tragué el repentino nudo en mi garganta, y regresé a nuestra conversación, tratando de determinar exactamente de qué estábamos hablando realmente. —Creo que… eso depende de donde trabajas. —Lamí mis labios una vez más, más que eso, era un toque fuera de mi elemento ahora que él estaba tan cerca físicamente—. Yo… uh… usualmente un técnico en análisis empresarial escribe especificaciones funcionales… um… documentos que especifican cómo va a ser implementada una pieza de software con el fin de alcanzar un determinado objetivo definido por las empresas.

—¿Usualmente? —Tuve un momento de respiro cuando se echó hacia atrás, alejándose de mí—. Eso significaría que no es eso lo que haces. ¿Entonces en qué difiere tu trabajo?

YunHo puede tener muchos defectos, pero la falta de raciocinio no es uno de ellos. Inmediatamente vio a dónde iba, por extraño que parezca, era genuina curiosidad. Sacudí mi cabeza en aprobación, inclinándome hacia delante para dejar mi caja de comida china a su lado. Hacía tiempo que me había olvidado de su contenido.

—Escribo especificaciones, pero a menudo me llaman para hacer cosas que no son exactamente parte de la descripción oficial de mi trabajo. Pruebo el sistema, ayudo con los entrenamientos y los manuales de instalación, y ocasionalmente estoy a cargo del entrenamiento en sí mismo. Supongo que eso pasa cuando trabajas para una compañía pequeña. —Viendo que el olor de vainilla ya no estaba a mi lado, pude razonar lo suficientemente bien para darle una casi decente explicación, y sin una pausa, para arrancar. Por supuesto, ignoramos el hecho de que mis palabras salieron rápido y desordenadas, varias frases construidas coordinadas para formar un párrafo ininteligible.

Él ni se inmutó por mi balbuceo. Como de costumbre, le hizo gracia, y de hecho se tomó el tiempo para revolver mi pelo por segunda vez en estos días. Sentía que me estaba tratando como a un niño. —Para mí suena como si fueras una completa súper estrella.

Ese comentario fue tan ridículo que realmente tuve que poner los ojos en blanco, mientras ignoraba el cosquilleo que había dejado su toque en mi cuero cabelludo. —Hago lo que tengo que hacer. Eso paga mis facturas. ¿Qué más puedo pedir?, —respondí secamente, tratando de ignorar la decepción que tiraba de mis sentidos. El juego del gato y el ratón, o quizás debo decir gato y la “ratona” (Minnie mouse), que estábamos jugando, realmente me comenzaba a degastar, y para variar, ya no tenía la energía necesaria para coquetear con la esperanza de tener relaciones sexuales.

—Oh, no sé. Satisfacción laboral. Crecimiento. Tú sabes, las usuales cosas aburridas que la gente busca cuando dedican su vida a cualquier vocación. —Se recostó sobre el apoyabrazos de mi sofá y estiró las piernas, llevando mi atención hacia su cuerpo trabajado. Completamente deliberado, fíjense.

Volví a humedecer mis labios, entrando de nuevo en el juego sin notarlo. No podía evitarlo. Saber que estaba jugando conmigo, no fue suficiente para liberarme de la tentación de hacer algo más que mirar al sexy, y bien envuelto paquete delante de mí. Humedecí la carne de mis labios con saliva y lo miré completamente en silencio. A mi mente ya no le importaba lo suficiente seguir el hilo de la conversación que parecía no llevarme a ningún lado.
—Entonces… —rompió el silencio que se formó entre nosotros, su naturaleza dogmática lo hizo regresar al territorio prohibido—. ¿Qué pasa con tu fobia al ascensor?

Y así es como volvimos a la pregunta que no quería responder. Lo sé, sin embargo, YunHo era demasiado persistente para dejar pasar el tema, y eso sólo me dejó una alternativa. Dejarme caer al deseo que me invadía desde que posé mis ojos en él, me arrastré hacia él, la proximidad del cálido aroma a vainilla completó mi actuación en ese instante. Me incliné y agarré su cara entre mis manos así podía presionar mis labios contra él y lo besé tan fuerte que pude sentir sus dientes a través de su carne.

Su piel era cálida y firme bajo mis labios por mi agresivo ataque. Desesperadamente por ingresar al calor húmedo de su boca mordí la tierna carne, tratando de darle un mensaje sin palabras. Él, sin embargo, no se unió al juego, y mantuvo su boca cerrada. En cambio, hundió sus dedos en mi pelo y tiró, el movimiento arrancó mis labios alejándolos de él. Clavó su mirada en mi rostro, el claro brillo calculador en sus ojos era un fuerte contraste con mi sentimiento de culpa. ¿Ya mencioné que YunHo piensa mucho?

—¿Estás intentando distraerme? —Su voz sonó ronca, y el mismo sonido era un claro indicativo de que no era tan inmune a mis tácticas como quería hacerme creer. Aquí es donde llegamos a El Arte de Distracción Lección Dos.

Con la promesa de la victoria ante mis ojos, no iba a rendirme. Cambié mi táctica y giré mis piernas sobre la suya, montándome eficientemente en su regazo. No fue el más agraciado movimiento, ya que me vi obstaculizado con el peso extra alrededor de mi tobillo, pero no me importaba. Una vez en posición, empujé agresivamente mi erección directamente a su entrepierna. ¿Recuerdan el pequeño e interesante hecho de los diez segundos que ya comenté? Parece que puede haber cierta validez en el mismo. Él estaba tan duro como yo.

Su aliento se escapó con un silbido. Gimió e instintivamente me tomó de las caderas (pienso que intentó alejarme, pero no funcionó de esa forma). Sus manos me mantuvieron en el lugar y sus ojos se pusieron vidriosos. Entonces él se alzó hacia mí, frotando su erección contra la mía. —Chang.. Min —No tomé ofensivo el énfasis que puso en mi nombre en ese momento. De hecho, me gustó el sonido del mismo en su voz ronca—. Debemos terminar de hablar primero.

—El momento para hablar terminó. —Giré mis caderas en sus brazos y me froté contra él, volviendo a los irregulares empujones hacia su entrepierna. Metí la mano en su pelo, agarrándome de su cuero cabelludo y me incliné hacia él—. Ahora es el momento de actuar. —Dejé que mi aliento persistiera en sus labios para volver a reclamarlos en un agresivo beso. Después de todo, estaba cansado de esperar que él hiciera un movimiento.

Succioné su labio inferior dentro de mi boca y sorprendentemente sus labios se separaron, garantizando la entrada que antes buscaba. Deslicé mi lengua en la calidez de su boca y degusté el sabor a vainilla de su interior. Me dejó explorar su boca, su lengua rozando la mía para fomentar el abrazo, y tomé ventaja de esto. Incursioné en todos los rincones que pude alcanzar: sus dientes con la peculiar perfección que poseían, su paladar, la mucosa de sus mejillas. No dejé piedra sin mover, o más específicamente, nervio sin rozar, la sensación de poder que me atravesó era adictiva.

Demasiado pronto, sentí la necesidad de respirar. De mala gana me alejé del alucinante beso y apoyé la frente en su hombro, un hambriento suspiro se escapó de mis labios. Empujé de nuevo contra él y gemí, casi desenredándose por la áspera textura de sus jeans. El simple movimiento no era suficiente, entonces lo repetí, presionando más fuerte con cada empujón solo para gritar cuando sus manos sobre mis caderas detuvieron de nuevo mi movimiento.

—Insistente culito, ¿no?, —Su aliento estaba tan pesado y desaliñado como el mío, y la calidez de su caricia en mi cabello. Nunca habría pensado que el aire cálido colándose a través de mi pelo podría ser sensual, pero lo era. Todo sobre YunHo era sensual, y no podía dejar de anhelarlo.

Me levanté en un intento de escapar de su dominio sobre mis caderas, de nuevo, y el movimiento me dejó a la altura de su oreja. —¿Quién dice que soy pasivo? —Respiré directamente en ella, incapaz de resistir la tentación de robar su táctica de seducción.


—Yo lo digo. —Dicho esto, deslizó sus manos hacia abajo y palmeó mi trasero. Jaque mate. Gané.