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martes, 16 de julio de 2013

Levántame Cap 7



Capitulo 7: Honesta comunicación.

Siguiendo al mejor fin de semana de mi vida, comenzamos a salir. No había una confirmación oficial de que éramos una pareja, pero ambos lo sabíamos. Trabajé desde casa, a vistas que no podía conducir con un tobillo enyesado, y vino cada noche para la cena. Hasta trajo la comida. Comimos más comida china, pizza, lasaña y varias otras delicias de comidas para llevar, pero debo confesar que la más divertida fue el alpiste.

Sí, YunHo creyó que sería divertido traerme alpiste para comer. Por suerte, eran semillas de girasol, y me gustan. Deberían haber visto su cara cuando calmadamente comencé a abrirlas para comerlas. Punto para mí, pero eso no viene al caso. A donde intento llegar es a que conseguimos tener un tipo de patrón, ninguno de los dos expresaba lo que significaba nuestra relación, y fue solo cuando Siwon nos invitó a cenar cuatro semanas después, que noté cuánto daño puede hacer la falta de una honesta comunicación.

Comenzó inocentemente. YunHo me recogió y me llevó a la casa de Siwon. Siendo tan caballeroso como es, abrió la puerta del acompañante y me ayudó a salir apenas llegamos. Desde que dominé las endemoniadas muletas de la fatalidad, no se encontraba en peligro de que lo castrase con ellas. Caminamos hacia la puerta y llamamos, fue allí donde todo comenzó a salir mal.

Siwon abrió la puerta, y una mirada de desesperación en su rostro trató de escapar. Solo tuvo tiempo para balbucear un simple —¡Lo siento! —después de eso fue interrumpido por otra voz masculina—. ¡YunHo! ¡Te extrañé! —Un delgado y bonito hombre con el cabello largo hasta su nuca, colorado se deslizó por la derecha de Siwon y procedió a pegarse a YunHo como un percebe succionado a una roca.

—Intenté llamarte. —La suave explicación de Siwon cayó en oídos sordos; mi mente apenas lo registró. Mi corazón estaba demasiado ocupado palpitando a un doloroso ritmo dentro de mi pecho. La visión de YunHo atrapado en brazos de otro hombre me dolía más de lo que pensé que fuese posible. La traición de KyuHyun era una mera sombra en comparación, y no sabía cómo lidiar con eso. Y lo empeoraba el hecho de que YunHo no parecía intentar separarse del abrazo, y yo estaba completamente perdido en mí mismo con un torrente de miseria que me golpeaba de la nada.

La siguiente cosa que noté es que estaba dentro, sentado en la mesa del comedor con YunHo a mi lado y Siwon en frente. Heechul—sí, resultó que su nombre era Heechul—estaba sentado frente a YunHo, y había algo en él que simplemente que no me gustaba—. Entonces, ¿qué has estado haciendo últimamente. Yunnie? —Su tono era suave como la seda, con el nivel justo de un matiz sugerente escondido en lo profundo de este, y mis dedos tuvieron la repentina urgencia de despedazar su garganta.

—Nada en realidad. Más de lo mismo supongo. —El tono de YunHo era neutral. Permaneció calmado y el vino que Siwon nos había servido se arremolinaba en nuestros vasos. El vino no fue la mejor idea de Siwon en ese momento, considerando las circunstancias, pero todos tenemos nuestras culpas.

—Te mudaste repentinamente. Podrías al menos haberme llamado para contármelo. Te habría ayudado, lo sabes. —Heechul tuvo la audacia de poner mala cara. Realmente pensaba que esa patética caída de labios era sexy, y Yunho no hizo nada para desilusionarlo. Yo, en cambio, no podía soportarlo, así que alcancé mi vaso de vino y lo vacié de un trago. En el instante en que el líquido se terminó, alcancé la botella de vino para recargarlo, y cuando Siwon se movió para detenerme, le dirigí la madre de todas las miradas tan rápido que lo forzó a reconsiderarlo.

—Algo ocurrió repentinamente. —La repuesta de YunHo fue sencilla y sin compromiso, pero yo estaba demasiado perdido en el mar de celos para darme cuenta que estaba tomando un enfoque más bien distante de Heechul. Vaya usted a saber.

—Él no necesitó tu ayuda. —Aporté, bajándome otro vaso de vino. El vino tiene la tendencia a soltar mi lengua aún más de lo normal. Una parte rebelde de mí deseaba hacerle saber a Heechul que YunHo no lo necesitaba de ninguna manera, especialmente no de la manera que Heechul parecía estar insinuando.

—También podrías haber llamado después de mudarte. Estaba enfermo de preocupación. Simplemente te desvaneciste. —Heechul recriminó a YunHo, otra vez con cara de enojado. El hecho es que me ignoró por completo y mi intento de parar el reclamo me rallaba los nervios. La urgencia de despedazar su garganta fue reemplazada por la urgencia de sacarle los ojos. Deseaba dejarlo vivo para que sufriera.

—Estaba ocupado. —YunHo usó la excusa más común que conoce el hombre cuando trata de perder el contacto. El problema es, que algunas veces no es una excusa. El destino es un amante inconstante que le gusta lanzar una bola curva de vez en cuando en nuestro camino. ¿Cómo podía estar seguro de cuál de las dos opciones era la que YunHo deseaba expresarle a Heechul?

—¿Demasiado ocupado para llamar a tu novio? —Heechul recorrió el borde de la copa con su mano y, por primera vez desde que posó sus ojos en YunHo, apartó la mirada para examinarme—. ¿Acaso el sexo no era lo suficientemente bueno? Ciertamente no te quejaste. —Me miró mientras hablaba, cada palabra era un evidente mensaje para mí, que no estaba tan ciego como para perdérmelo. Me estaba diciendo que era un intruso y eso dolía, especialmente cuando reparé en que tal vez era cierto. Después de todo, YunHo nunca me mencionó a Heechul, incluso después de contarle acerca de mi vida amorosa, o quizás debería decir la falta de ella. Ni siquiera tenía corazón para protestar, por lo que ahogué mi dolor en otro vaso de vino, sin levantar la mirada. No podía enfrentar las insinuaciones sexuales en cada movimiento de Heechul cuando YunHo ni se movía para ponerlo en su lugar.

—Heechul, tú eres…

YunHo solo pudo decir esas tres palabras antes que Heechul lo interrumpiera una vez más, con un tono que derramaba puro sexo. —La última vez estuvo tan bien. ¿Recuerdas la miel y la crema? —Realmente nunca pensé que fuera posible seducir a alguien solo con la voz; la simple realización de esto ponía en relieve todas mis deficiencias. Nunca podría seducir a alguien de esa forma. Yo era, después de todo, un nerd, trabajando en el campo de IT. Es de común conocimiento que somos sexualmente deficientes.

Dejando de lado mi insuficiencia sexual, fue lo que Heechul dijo a continuación lo que me pegó más fuerte. —Me lamiste todo, de arriba abajo. No recuerdo haber pasado nunca tan buen momento. Realmente deberíamos intentarlo con la salsa de chocolate la próxima vez. ¿Tienes algo por el chocolate, no? Siempre dijiste que era un objetivo para experimentar. Si quieres podríamos hasta incluir a tu pequeño juguete de allí y tener un trío, deberíamos considerarlo.

Mi mente corrió y repentinamente pude ver a Heechul y YunHo, juntos, haciendo cosas que no deseaba que YunHo hiciera con él. Deseaba que las hiciera conmigo. Mi corazón se cerró en sí mismo y me dolió el pecho y fue en ese momento cuando oficialmente tuve suficiente. Me negué a seguir allí, escuchando al novio de YunHo hablando de qué tan buena era su vida sexual cuando parecía que YunHo me había traicionado de la forma más básica.

Me paré, llamando la atención de YunHo, y por un momento, quedé atrapado en su mirada sin saber qué hacer a continuación. Entonces el dolor en mi pecho me incitó a moverme. Repentinamente enojado con él por haber jugado conmigo de la forma que lo había hecho, me estiré y agarré la copa de vino que aún sostenía en su mano. La tiré en un simple movimiento y la estrellé contra la mesa en frente suyo, cada línea de mi cuerpo lo desafió a hacer algo al respecto. Cuando me encontré solo con silencio, me di la vuelta y caminé sin más palabras. Ok, tal vez cojeando puede ser una entrega más apropiada, pero quedémonos con la más glamorosa de las dos. De hecho, llegué a mitad de camino por la calle de Siwon antes de que YunHo viniera detrás de mí, con su voz a la deriva por el aire frío de la noche. —¡Changmin! ¡Espera! —gritó con desesperación, pero lo ignoré. Realmente no quería hablar con él, no cuando me había herido más de lo que jamás creí posible, enseñándome el verdadero significado de hacer añicos un corazón en mil pedazos.

Continúe cojeando y logré avanzar diez pasos, inevitablemente, él me alcanzó. Hice lo que pude para ignorarlo, pero me agarró por el hombro para poner fin a todo progreso que pudiese intentar hacer. En cuanto me tuvo en el sitio, me rodeó para pararse delante de mí. Quiso hacerme frente mirándome a la cara, pero volteé mi rostro. No quería que viera lo mucho que todo esto me afectaba. —Changmin. No es lo que crees.

Hizo una pausa, dándome tiempo para responder. Sin embargo, ignoré por completo la oportunidad que me dio para protestar. YunHo deseaba hablar y no tenía ganas de seguirle el juego. Es un hecho conocido que es difícil convencer a alguien usando la lógica cuando ese alguien no ofrece puntos que puedan ser argumentados.

—Vamos, Changmin. Háblame. Estoy intentando decirte que Heechul no es mi novio. —Y fue así como entré en el juego de YunHo. Cuando pensé que ignorarlo sería una buena táctica no tuve en cuenta mi propia naturaleza. Hablo demasiado para que esa táctica sea viable para mí.

—¿En serio? —Me giré, mirándolo sin antes pensar mejor en ello—. ¿Eso significa que él es otro de tus juguetes? ¿Cómo yo? ¿Estás coleccionando tu propio pequeño harem? ¿Uno para cada día de la semana? ¿O cada mes? ¿Eso me convierte en el sr. Noviembre? ¿O es sr. Sábado teniendo en cuenta el día en que me sedujiste?

—Changmin, para. Estás siendo ridículo. Él no es mi juguete y tú tampoco, y si recuerdo correctamente no fui yo quien empezó la seducción cuando nos conocimos. —Aunque mi cabeza sabía que él tenía un punto, mi corazón no recibía el mensaje. Sabía que lo estaba acusado injustamente sin darle chances de explicar la situación, pero no podía sacar la imagen de Heechul y YunHo juntos fuera de mi cabeza.

—¿Entonces ahora es culpa mía? —Perdí la poca cordura que me quedaba y me las arreglé para fingir que tenía, y dejé libre todas mis emociones—. ¡Ciertamente, no te quejaste! —En el momento que dije esto noté que había utilizado el mismo argumento que Heechul había usado, pero realmente no me importaba— ¡Si estabas involucrado con otra persona, deberías habérmelo hecho saber! ¡Y si era solo sexo, no deberías haberme hecho pensar que querías algo más poniéndote celoso de que pudiera haber estado involucrado con KyuHyun! ¡No puedo creer que fui lo suficientemente estúpido para haberme enamorado de ti! —En cuanto esas palabras se escaparon de mis labios, su significado se hundió en mi mente y en ese mismo momento murió mi discurso. Acababa de revelar algo de lo que no me había dado cuenta hasta ese momento. En algún momento, a pesar del poco tiempo que había pasado, me había enamorado de YunHo. El simple pensamiento me hacía desear correr y esconderme del mundo y de todos los que habitaban en él—. Verás, puedo jugar a coquetear como el mejor; comprometerme en una relación real es otra pelota de un juego totalmente distinto.

—¿Tu qué? —la cuidadosa entonación de YunHo, dejaba claro que sabía exactamente qué había dicho y solo estaba pidiendo confirmación con la pregunta, una confirmación que no tenía intención de darle.

Deseaba tiempo para trabajar mi propio camino, sí, digan conmigo, epifanía la mía, antes de poder enfrentarlo y arriesgarme a un posible rechazo una vez más. Después de todo, no habíamos resuelto la cuestión del jovencito que había invadido la casa de Siwon para llegar hasta YunHo. —Eso no importa. Tienes a Heechul. No me necesitas. —Me giré e intenté alejarme de nuevo, esperando conseguir pasar y alejarme y así poder curar mi corazón y mi chocante revelación en paz. Tenía toda la intención de organizar una fiesta de lástima donde el único invitado sería yo.
—No vas a ningún lado. —Era la distintiva orden en su voz y no su control repentino en mi brazo lo que me paró una vez más—. Todavía no he terminado contigo. Solo voy a decir esto una vez, Changmin, así que mejor que escuches y escuches bien. Heechul no es mi novio, ni mi juguete. No tengo sexo con cualquiera y créeme que es con una sola persona cada vez. Si, dormí con Heechul y sí hubo crema y miel esa vez. Estaba borracho y fuera de mí, y fue un error que intento no repetir. Nunca. Fue hace seis meses, y cuando volví a mis sentidos la siguiente mañana rompí con él. No es que hubiese alguna relación para romper, ya que había sido cosa de una noche, pero hice todo lo posible para dejarle claro que no quería involucrarme sexualmente con él. Desafortunadamente, Heechul, no entendió el mensaje. Por eso me mudé. Veo que no fue lo suficientemente lejos, ya que se las arregló para seguirme la pista de nuevo, pero no me arrepiento. Ni por un minuto. Te conocí a ti.

Si alguna vez escuché una frase cursi, fue esta última, pero no encontré la energía necesaria en mi corazón para encontrarla graciosa. Algo en la situación y en la manera en que la dijo parecía darle el sentido que alguna vez tuvo antes que Hollywood la usara hasta la muerte. —¿Entonces… esto dónde nos deja?

—Te amo, Minnie Mouse. ¿Dónde crees que eso nos deje? —Y así, creo, es como comenzó nuestra relación. Si fuera por mí, este sería el último capítulo de mi cuento. Pero YunHo no estaría contento si notaba que no lo miré hasta que terminó de decirlo de forma tan natural. Después de todo, todas las cosas deben llegar al punto de partida para estar realmente completas, y así es como mi historia termina: donde todo comenzó.

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