Capitulo 7: Honesta comunicación.
Siguiendo al mejor fin de semana de mi vida,
comenzamos a salir. No había una confirmación oficial de que éramos una pareja,
pero ambos lo sabíamos. Trabajé desde casa, a vistas que no podía conducir con
un tobillo enyesado, y vino cada noche para la cena. Hasta trajo la comida.
Comimos más comida china, pizza, lasaña y varias otras delicias de comidas para
llevar, pero debo confesar que la más divertida fue el alpiste.
Sí, YunHo creyó que sería divertido traerme
alpiste para comer. Por suerte, eran semillas de girasol, y me gustan. Deberían
haber visto su cara cuando calmadamente comencé a abrirlas para comerlas. Punto
para mí, pero eso no viene al caso. A donde intento llegar es a que conseguimos
tener un tipo de patrón, ninguno de los dos expresaba lo que significaba
nuestra relación, y fue solo cuando Siwon nos invitó a cenar cuatro semanas
después, que noté cuánto daño puede hacer la falta de una honesta comunicación.
Comenzó inocentemente. YunHo me recogió y me
llevó a la casa de Siwon. Siendo tan caballeroso como es, abrió la puerta del
acompañante y me ayudó a salir apenas llegamos. Desde que dominé las
endemoniadas muletas de la fatalidad, no se encontraba en peligro de que lo
castrase con ellas. Caminamos hacia la puerta y llamamos, fue allí donde todo
comenzó a salir mal.
Siwon abrió la puerta, y una mirada de
desesperación en su rostro trató de escapar. Solo tuvo tiempo para balbucear un
simple —¡Lo siento! —después de eso fue interrumpido por otra voz masculina—.
¡YunHo! ¡Te extrañé! —Un delgado y bonito hombre con el cabello largo hasta su
nuca, colorado se deslizó por la derecha de Siwon y procedió a pegarse a YunHo
como un percebe succionado a una roca.
—Intenté llamarte. —La suave explicación de
Siwon cayó en oídos sordos; mi mente apenas lo registró. Mi corazón estaba
demasiado ocupado palpitando a un doloroso ritmo dentro de mi pecho. La visión
de YunHo atrapado en brazos de otro hombre me dolía más de lo que pensé que
fuese posible. La traición de KyuHyun era una mera sombra en comparación, y no
sabía cómo lidiar con eso. Y lo empeoraba el hecho de que YunHo no parecía
intentar separarse del abrazo, y yo estaba completamente perdido en mí mismo
con un torrente de miseria que me golpeaba de la nada.
La siguiente cosa que noté es que estaba dentro,
sentado en la mesa del comedor con YunHo a mi lado y Siwon en frente.
Heechul—sí, resultó que su nombre era Heechul—estaba sentado frente a YunHo, y
había algo en él que simplemente que no me gustaba—. Entonces, ¿qué has estado
haciendo últimamente. Yunnie? —Su tono era suave como la seda, con el nivel
justo de un matiz sugerente escondido en lo profundo de este, y mis dedos
tuvieron la repentina urgencia de despedazar su garganta.
—Nada en realidad. Más de lo mismo supongo. —El
tono de YunHo era neutral. Permaneció calmado y el vino que Siwon nos había
servido se arremolinaba en nuestros vasos. El vino no fue la mejor idea de
Siwon en ese momento, considerando las circunstancias, pero todos tenemos
nuestras culpas.
—Te mudaste repentinamente. Podrías al menos
haberme llamado para contármelo. Te habría ayudado, lo sabes. —Heechul tuvo la
audacia de poner mala cara. Realmente pensaba que esa patética caída de labios
era sexy, y Yunho no hizo nada para desilusionarlo. Yo, en cambio, no podía
soportarlo, así que alcancé mi vaso de vino y lo vacié de un trago. En el
instante en que el líquido se terminó, alcancé la botella de vino para
recargarlo, y cuando Siwon se movió para detenerme, le dirigí la madre de todas
las miradas tan rápido que lo forzó a reconsiderarlo.
—Algo ocurrió repentinamente. —La repuesta de
YunHo fue sencilla y sin compromiso, pero yo estaba demasiado perdido en el mar
de celos para darme cuenta que estaba tomando un enfoque más bien distante de
Heechul. Vaya usted a saber.
—Él no necesitó tu ayuda. —Aporté, bajándome
otro vaso de vino. El vino tiene la tendencia a soltar mi lengua aún más de lo
normal. Una parte rebelde de mí deseaba hacerle saber a Heechul que YunHo no lo
necesitaba de ninguna manera, especialmente no de la manera que Heechul parecía
estar insinuando.
—También podrías haber llamado después de
mudarte. Estaba enfermo de preocupación. Simplemente te desvaneciste. —Heechul
recriminó a YunHo, otra vez con cara de enojado. El hecho es que me ignoró por
completo y mi intento de parar el reclamo me rallaba los nervios. La urgencia
de despedazar su garganta fue reemplazada por la urgencia de sacarle los ojos.
Deseaba dejarlo vivo para que sufriera.
—Estaba ocupado. —YunHo usó la excusa más común
que conoce el hombre cuando trata de perder el contacto. El problema es, que
algunas veces no es una excusa. El destino es un amante inconstante que le
gusta lanzar una bola curva de vez en cuando en nuestro camino. ¿Cómo podía
estar seguro de cuál de las dos opciones era la que YunHo deseaba expresarle a
Heechul?
—¿Demasiado ocupado para llamar a tu novio?
—Heechul recorrió el borde de la copa con su mano y, por primera vez desde que
posó sus ojos en YunHo, apartó la mirada para examinarme—. ¿Acaso el sexo no
era lo suficientemente bueno? Ciertamente no te quejaste. —Me miró mientras
hablaba, cada palabra era un evidente mensaje para mí, que no estaba tan ciego
como para perdérmelo. Me estaba diciendo que era un intruso y eso dolía,
especialmente cuando reparé en que tal vez era cierto. Después de todo, YunHo
nunca me mencionó a Heechul, incluso después de contarle acerca de mi vida
amorosa, o quizás debería decir la falta de ella. Ni siquiera tenía corazón para
protestar, por lo que ahogué mi dolor en otro vaso de vino, sin levantar la
mirada. No podía enfrentar las insinuaciones sexuales en cada movimiento de
Heechul cuando YunHo ni se movía para ponerlo en su lugar.
—Heechul, tú eres…
YunHo solo pudo decir esas tres palabras antes
que Heechul lo interrumpiera una vez más, con un tono que derramaba puro sexo.
—La última vez estuvo tan bien. ¿Recuerdas la miel y la crema? —Realmente nunca
pensé que fuera posible seducir a alguien solo con la voz; la simple
realización de esto ponía en relieve todas mis deficiencias. Nunca podría
seducir a alguien de esa forma. Yo era, después de todo, un nerd, trabajando en
el campo de IT. Es de común conocimiento que somos sexualmente deficientes.
Dejando de lado mi insuficiencia sexual, fue lo
que Heechul dijo a continuación lo que me pegó más fuerte. —Me lamiste todo, de
arriba abajo. No recuerdo haber pasado nunca tan buen momento. Realmente
deberíamos intentarlo con la salsa de chocolate la próxima vez.
¿Tienes algo por el chocolate, no? Siempre dijiste que era un objetivo para
experimentar. Si quieres podríamos hasta incluir a tu pequeño juguete de allí y
tener un trío, deberíamos considerarlo.
Mi mente corrió y repentinamente pude ver a
Heechul y YunHo, juntos, haciendo cosas que no deseaba que YunHo hiciera con
él. Deseaba que las hiciera conmigo. Mi corazón se cerró en sí mismo y me dolió
el pecho y fue en ese momento cuando oficialmente tuve suficiente. Me negué a
seguir allí, escuchando al novio de YunHo hablando de qué tan buena era su vida
sexual cuando parecía que YunHo me había traicionado de la forma más básica.
Me paré, llamando la atención de YunHo, y por un
momento, quedé atrapado en su mirada sin saber qué hacer a continuación. Entonces
el dolor en mi pecho me incitó a moverme. Repentinamente enojado con él por
haber jugado conmigo de la forma que lo había hecho, me estiré y agarré la copa
de vino que aún sostenía en su mano. La tiré en un simple movimiento y la
estrellé contra la mesa en frente suyo, cada línea de mi cuerpo lo desafió a
hacer algo al respecto. Cuando me encontré solo con silencio, me di la vuelta y
caminé sin más palabras. Ok, tal vez cojeando puede ser una entrega más
apropiada, pero quedémonos con la más glamorosa de las dos. De hecho, llegué a
mitad de camino por la calle de Siwon antes de que YunHo viniera detrás de mí,
con su voz a la deriva por el aire frío de la noche. —¡Changmin! ¡Espera!
—gritó con desesperación, pero lo ignoré. Realmente no quería hablar con él, no
cuando me había herido más de lo que jamás creí posible, enseñándome el
verdadero significado de hacer añicos un corazón en mil pedazos.
Continúe cojeando y logré avanzar diez pasos,
inevitablemente, él me alcanzó. Hice lo que pude para ignorarlo, pero me agarró
por el hombro para poner fin a todo progreso que pudiese intentar hacer. En
cuanto me tuvo en el sitio, me rodeó para pararse delante de mí. Quiso hacerme
frente mirándome a la cara, pero volteé mi rostro. No quería que viera lo mucho
que todo esto me afectaba. —Changmin. No es lo que crees.
Hizo una pausa, dándome tiempo para responder.
Sin embargo, ignoré por completo la oportunidad que me dio para protestar.
YunHo deseaba hablar y no tenía ganas de seguirle el juego. Es
un hecho conocido que es difícil convencer a alguien usando la lógica cuando
ese alguien no ofrece puntos que puedan ser argumentados.
—Vamos, Changmin. Háblame. Estoy intentando
decirte que Heechul no es mi novio. —Y fue así como entré en el juego de YunHo.
Cuando pensé que ignorarlo sería una buena táctica no tuve en cuenta mi propia
naturaleza. Hablo demasiado para que esa táctica sea viable para mí.
—¿En serio? —Me giré, mirándolo sin antes pensar
mejor en ello—. ¿Eso significa que él es otro de tus juguetes? ¿Cómo yo? ¿Estás
coleccionando tu propio pequeño harem? ¿Uno para cada día de la semana? ¿O cada
mes? ¿Eso me convierte en el sr. Noviembre? ¿O es sr. Sábado teniendo en cuenta
el día en que me sedujiste?
—Changmin, para. Estás siendo ridículo. Él no es
mi juguete y tú tampoco, y si recuerdo correctamente no fui yo quien empezó la
seducción cuando nos conocimos. —Aunque mi cabeza sabía que él tenía un punto,
mi corazón no recibía el mensaje. Sabía que lo estaba acusado injustamente sin
darle chances de explicar la situación, pero no podía sacar la imagen de
Heechul y YunHo juntos fuera de mi cabeza.
—¿Entonces ahora es culpa mía? —Perdí la poca
cordura que me quedaba y me las arreglé para fingir que tenía, y dejé libre
todas mis emociones—. ¡Ciertamente, no te quejaste! —En el momento que dije
esto noté que había utilizado el mismo argumento que Heechul había usado, pero
realmente no me importaba— ¡Si estabas involucrado con otra persona, deberías
habérmelo hecho saber! ¡Y si era solo sexo, no deberías haberme hecho pensar
que querías algo más poniéndote celoso de que pudiera haber estado involucrado
con KyuHyun! ¡No puedo creer que fui lo suficientemente estúpido para haberme
enamorado de ti! —En cuanto esas palabras se escaparon de mis labios, su significado
se hundió en mi mente y en ese mismo momento murió mi discurso. Acababa de
revelar algo de lo que no me había dado cuenta hasta ese momento. En algún
momento, a pesar del poco tiempo que había pasado, me había enamorado de YunHo.
El simple pensamiento me hacía desear correr y esconderme del mundo y de todos
los que habitaban en él—. Verás, puedo jugar a coquetear como el mejor;
comprometerme en una relación real es otra pelota de un juego totalmente
distinto.
—¿Tu qué? —la cuidadosa entonación de YunHo,
dejaba claro que sabía exactamente qué había dicho y solo estaba pidiendo
confirmación con la pregunta, una confirmación que no tenía intención de darle.
Deseaba tiempo para trabajar mi propio camino,
sí, digan conmigo, epifanía la mía, antes de poder enfrentarlo y arriesgarme a
un posible rechazo una vez más. Después de todo, no habíamos resuelto la
cuestión del jovencito que había invadido la casa de Siwon para llegar hasta
YunHo. —Eso no importa. Tienes a Heechul. No me necesitas. —Me giré e intenté
alejarme de nuevo, esperando conseguir pasar y alejarme y así poder curar mi
corazón y mi chocante revelación en paz. Tenía toda la intención de organizar
una fiesta de lástima donde el único invitado sería yo.
—No vas a ningún lado. —Era la distintiva orden
en su voz y no su control repentino en mi brazo lo que me paró una vez más—.
Todavía no he terminado contigo. Solo voy a decir esto una vez, Changmin, así
que mejor que escuches y escuches bien. Heechul no es mi novio, ni mi juguete.
No tengo sexo con cualquiera y créeme que es con una sola persona cada vez. Si,
dormí con Heechul y sí hubo crema y miel esa vez. Estaba borracho y fuera de
mí, y fue un error que intento no repetir. Nunca. Fue hace seis meses, y cuando
volví a mis sentidos la siguiente mañana rompí con él. No es que hubiese alguna
relación para romper, ya que había sido cosa de una noche, pero hice todo lo
posible para dejarle claro que no quería involucrarme sexualmente con él.
Desafortunadamente, Heechul, no entendió el mensaje. Por eso me mudé. Veo que
no fue lo suficientemente lejos, ya que se las arregló para seguirme la pista
de nuevo, pero no me arrepiento. Ni por un minuto. Te conocí a ti.
Si alguna vez escuché una frase cursi, fue esta
última, pero no encontré la energía necesaria en mi corazón para encontrarla
graciosa. Algo en la situación y en la manera en que la dijo parecía darle el
sentido que alguna vez tuvo antes que Hollywood la usara hasta la muerte.
—¿Entonces… esto dónde nos deja?
—Te amo, Minnie Mouse. ¿Dónde crees que eso nos
deje? —Y así, creo, es como comenzó nuestra relación. Si fuera por mí, este
sería el último capítulo de mi cuento. Pero YunHo no estaría contento si notaba
que no lo miré hasta que terminó de decirlo de forma tan natural. Después de
todo, todas las cosas deben llegar al punto de partida para estar realmente
completas, y así es como mi historia termina: donde todo comenzó.

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