Después de mucho volví. Lamento haber tardado tanto, incluso aún debo actualizar cosas de enero. Pero, me tomé un momento para hacer esto, que venía teniéndolo en mente desde hace tiempo. ¿Porqué? Porque no acostumbro a este tipo de historias, así que simplemente dije que debía hacerlo. Gracias Lupp'z <3 kkkkk nunca pensé que me llevaría tan bien con alguien como con vos, así que, como decís que te hago llorar, esto va dedicado para vos.
Espero les guste, y bueno, como dije, lamento colgarme tanto para actualizar cosas, por eso por el momento, espero llenar un poco ese hueco que he dejado con mi otro fic. <3
One Shot: Goodbye for now.
Estaba
consciente. Cada paso que daba rumbo a aquella oficina lo acercaba más al final
de todo, a esa despedida donde no había lugar para un reencuentro más después
de aquel. ¿Por qué todo tenía que acabar así? Si hubiese dependido de él tal
vez, habría dado todo para intercambiar los roles, pero sabía que ni aun que
volviese el tiempo atrás, podría revertir la situación, aun que quizás si los
actores principales.
No había
sido un romance de película, a pesar de lo romántico que uno de ellos era.
Tampoco existieron hiatus en el tiempo donde el mundo se pintara de rosa y solo
ellos importaban. El mayor era tan solidario con el mundo, que su felicidad
había sido insertar a Changmin en ese mundo que él conocía y habitaba, y
Changmin había sido tan feliz de pertenecer a la vida del otro, que a pesar de
ser algo posesivo, disfrutaba de simplemente verle sonreír.
Se
conocieron 2 otoños atrás, cuando el cielo se volvió negro y el viento azotó la
ciudad, anunciando la pronta caída de agua. No había sido nada de otro mundo.
No cuando tan solo ese momento se había visto reducido a una simple mirada,
quizás debido a que ambos caminaron hacia el mismo café. Uno porque trabajaba
allí, y el otro, porque le habían recomendado un postre que solo allí se
vendía.
Pasaron 6
meses desde ese primer encuentro, mismo que se repetía todas las tardes, sin
una sola falta por parte del mayor. No sabía que era, pero él ir y beber de
aquel café que la casa vendía se le había hecho una rutina, una de las más
placenteras a pesar de en su interior, “odiar” aquel líquido color oscuro. Todo
eso Changmin lo había descubierto cuando la relación entre ambos se había
oficializado. Yunho era definitivamente, el sujeto más raro que en su vida
conoció.
-Ya estás
aquí – dijeron a sus espaldas, y una mano ajena a la propia reposó en su
hombro, trayéndolo a esa dolorosa realidad que tras cruzar esa puerta les
alejaría. Tan solo asintió, no tenía ganas de hablar, tampoco de sonreír, solo
quería detener el tiempo y dedicarse a
esperar. ¿El mayor le esperaría a él si todo no hubiese sido de esa forma? Bajó
la cabeza, y se dejó caer en un lugar, notando como su mejor amigo se acomodaba
junto a él. Agradeció que no le hiciese aquella estúpida pregunta sobre su
ánimo, no estaba bien, desde hacía 3 meses no estaba bien y sabía que en el
futuro tampoco lo estaría. Incluso si se separaban, aquel anillo que en su dedo
anular descansaba, no sería removido.
Si pudiese
volver el tiempo atrás.. ¿Qué habría hecho? Tal vez se arrepentía de no haberle
dicho al otro todo lo que sentía, de no haber sido bueno comunicando la
felicidad que tenía de saberse con un hombre como Yunho. Incluso le habría
agradecido el hecho de que, a pesar de saber solo expresar las cosas negativas
de su vida, el mayor nunca le reprochase nada. Siempre había estado para él, en
los buenos, en los malos e incluso en esos que quería o necesitaba pasar solo.
No había día en que YunHo cambiase su agenda tan solo para verle.
Bajó su
vista, dejando que se perdiera en esos oscuras lozas que cubrían de una forma
para nada agraciada aquel largo y ancho corredor en el que se encontraba,
incluso la palabras que su amigo se encontraba diciendo en esos momentos se
escucharon lejanas, tan solo esperaba una señal, algo que le dijese que aún
quedaba alguna pequeña esperanza. E incluso así, sabía que se mentía. Jamás lo
recuperaría, jamás volvería a tomar su mano, a besarlo, a esperarle despierto
por las noches hasta verlo aparecer y así buscar refugio al dormir, en el calor
de su cuerpo y el tranquilizador sonido que el palpitar de aquel pecho.
Sintió como
la enorme puerta de madera se abría y la persona que emergía de ella, le
dedicaba una melancólica seña, avisándole que podía ingresar. Tomó aire, de la
forma más cortada posible e hizo fuerza, para no derrumbarse allí mismo, para
que las lágrimas no volvieran borrosa la última imagen que tendría de aquel ser
al que tanto había amado, al que aún amaba, pese a todo y al que, difícilmente lograría
olvidar. Porqué no quería hacerlo, no podía cuando tan metido en él lo tenía,
cuando cada célula de su cuerpo le pertenecía al otro. Tomó su mano, con miedo, intentando
sobreponerse a ese temblor que recorría cada célula de su cuerpo. ¿Por qué de todos
él? Habría dado lo que sea para encontrarse en su lugar y en cambio regalarle a
aquel hombre más tiempo, para que viese la lluvia caer en la ciudad, para que
sus sonrisas se multiplicaran, y para que él, sobre todo, no se sintiera así.
Hubiese preferido que perdiera la memoria a verlo en ese estado, al menos de
esa forma, habría logrado vivir sabiendo que la persona que amaba y él,
compartían el aire, y que a pesar de todo, era feliz.
Las
lágrimas rodaron por sus mejillas de solo pensar en todo lo que se perderían,
de saber que todos aquellos planes que alguna vez habían armado juntos
quedarían allí mismo, en la nada, porque cuando aquel aparato se apagase,
también se apagaría parte de él, porque si el otro se iba, se llevaba su alma,
esa que hacía años le había robado y que él tampoco reclamó de vuelta. Lloró
como un niño, lloró como si no hubiese un mañana, y ahora tampoco pudo parar,
si no podía decirle cuanto le había amado, al menos quería que supiera,
mediante el llanto cuanto lo extrañaría, cuando le haría falta, y cuan enorme
sería el vacío que en él quedaría.
Una mano se
posó sobre su hombro, e incluso así no se detuvo, no quiso soltarlo, habían
jurado que estarían juntos siempre, incluso cuando el siempre, terminará allí.
Con el dorso de su mano libre limpió sus rojos e hinchados ojos, el mundo era
una mierda si él no se encontraba allí. Se inclinó con cuidado, y con los dedos
recorrió cada parte de aquel rostro que tantas mañanas había observado,
teniendo miedo de olvidarlo, queriendo que, los recuerdos juntos duraran un
poco más y sin más, sus labios hicieron contacto con los otros, presionándolos,
si existían besos para despedirse, aquel era uno, mismo que llevaba amor y
dolor. –Ya es hora. –Escuchó, y asintió, sin soltar su mano pese a no querer
ver como lo perdía para siempre. El doctor se acercó al aparato que lo mantenía
atado a él, el que marcaba el compás de ese corazón que ahora, con cada segundo
parecía apagarse y pasó, el intermitente sonido le avisó que ya se había
marchado, que ninguno de los dos pertenecían al mismo mundo y que con el pasar
de las horas incluso su calor perdería.
Soltó su
mano, y se abalanzó sobre su cuerpo, abrazándose a él, sin querer creer cuan
solo lo había dejado en aquel mundo que ahora tampoco le pertenecía a él.
Gritos desesperados inundaron aquellas cuatro paredes, y pese a la fuerza que
sentía hacían para alejarlo, no lo hizo, no podía dejar marchar el último
letargo de aquel hermoso amor que habían tenido.
La luz de
la tarde ingresó por la ventana con fuerza, pese a ser los últimos rayos del
sol, terminando por impactar en su pálido rostro, ese que se veía manchado por
las ojeras que adornaban sus ojos. ¿Qué sentido tenía seguir allí? Quería
morirse, alcanzarlo y no dejarlo ir, estar donde él estaba, y tomar su mano,
apretándola con fuerza. Estaba solo ahora, y el frío de la habitación pareció
clavarse en él como alfileres, estaba tan desprotegido, y aquel abrazo sabía
nunca llegaría.
Su móvil
junto a la pequeña mesa de noche sonó, y entonces dejó el sonido a un lado,
dejando que toda su atención se centrara en aquel sobre que, allí por encima
del aparato descansaba. Tuvo miedo de abrirla, tuvo pudor cuando vio de quién
era aquella letra. ¿Por qué? ¿Por qué ahora aparecía aquello? La tomó con
rapidez, y sin esperar a que la duda le ganase la abrió, viendo plasmadas en
aquel viejo papel la letra de la persona que tantas cartas le había enviado, y
solo bastó con leer su nombre para echar a llorar nuevamente, sabiendo que al
finalizar incluso lo amaría más que antes.
Querido Changmin:
Mi Changminnie, mi hermoso Changdollie. ¿Por
qué lloras? Te conozco tanto… Espero nunca tengas que leer esta carta, pero si
lo haces, es porque me he marchado. ¿Recuerdas cuando hablamos? Nunca te lo
dije, pero ese día, algo en mi cambió. No era amor, pero las piezas que me
componían se acomodaron, y el imán que resultabas terminó por atraerme más de
la cuenta.
No sabes cuánto daría por abrazarte una vez
más, porque prometí no lastimarte y sé que ahora estás sufriendo, por mi culpa.
Yo no quiero que te recrimines nada, no quiero que pienses que no me dijiste
todo, porque para mí, con verte sonreír y que tus ojos se volvían asimétricos
por mí causa, era más que cualquier palabra que hubiese querido. Recuerda que
para amar, no se necesitan palabras, no se necesitan arreglos algunos, solo se
necesita sentir y yo siempre te sentí, y el hacerlo te grabó en cada parte de
mi.
Había pasado por tanto antes de ti, que pensé que
podía elegir no enamorarme, creí saber lo suficiente como para no equivocarme
una vez más. Siempre fui yo quien aconsejaba a otros en temas del corazón. Pero
apareciste ¿sabes cuan distinto eras de todos los que alguna vez conocí? Nunca
me pediste que te amara, que te quisiera, o que simplemente te extrañara, solo
me pediste que estuviese a tu lado, y fue así como mis acciones te pidieron que
me quisieras, que me amaras o que simplemente me extrañaras un poco a pesar de
que no pudieses expresarlo, porque tu cuerpo, o tus pequeños detalles hablaban
más que tu boca. Solo quería ser feliz contigo, y que entre ambos, llenáramos
aquellos vacíos que el pasado dejó en ambos. Sin embargo, aprendí que todo eso
debió pasar así, porque si todos aquellos huecos no se hubieran formado,
entonces nunca te abría conocido, y nunca habrías ocupado el lugar que ocupaste,
ocupas y eternamente ocuparás, cariño.
Nunca me gustó como te veías a ti mismo, al
menos al principio, porque yo amaba todo de ti, lo que te gustaba y lo que no.
Nunca fuiste mejor ni peor que nadie, porque simplemente fuiste tú, mi
Changdollie, con tus virtudes y defectos fuiste tú, incluso mientras escribo
esto, estoy echando de menos ese genio que tienes y que, pese a muchos
considerarlo insoportable, a mi simplemente me hizo aferrarme un poco más a ti.
Creo que es porque me considero un reflejo tuyo, siento que sin ti me falta
algo, porque me complementas, de la misma forma en que yo te complemento a ti.
Tuvimos una historia
hermosa, una de esas que pese a no ser sacadas de un libro de cuentos, era
envidiada por muchos, una que parecía pertenecer a dos niños que no conocían la
maldad y dureza del mundo pese a tener en el cuerpo muchas marcas de ello. Quiero que conserves eso como uno de los
regalos más lindos que la vida nos dio, porque el primero fue conocerte, y el
segundo fue ese, el habernos amado.
Incluso si me voy, no quiero que pienses en todo lo que no habrá por
delante, porque amor mío recuerda, los amores más hermosos, son los más cortos,
y es por eso que pese a los años, todo pasó ante mis pupilas como una ráfaga,
una cargada de sentimientos, de recuerdos, de sensaciones, cada una con una
parte de ti.
No sabes cuan duro es
para mí estar escribiendo esto, pero como te dije, no quiero irme de este mundo
sin si quiera tener la posibilidad de despedirme de ti. Quiero que sepas que no
me voy vacio, porque conmigo me llevo tus besos, caricias y abrazos. Perdona también
por llevarme tus sonrisas, esos secretos que me contaste, o por robarte y
guardar conmigo el sabor de tu piel al despertar, la suavidad de tus cabellos la
humedad de tu boca y el sonido de tu voz. Nunca te lo dije, pero cuando te
duchabas, muchas veces me paraba detrás de la puerta solo para escucharte
cantar. Eso, también lo atesoraré. No importa cuán pesada sea mi maleta, quiero
llevarme cada cosa que conocí de ti.
No quiero que pienses
en esto como un adiós definitivo, piensa en esto como un hasta luego, se que en
otra vida volveremos a cruzarnos, porque hay lazos que incluso son capaces de
romper con el destino y acortarse, hasta volver a juntarnos.
Minnie-ah, solo me
queda decirte gracias, por cada momento que estuviste a mi lado, por cada
abrazo compartido, por enseñarme que un beso, puede saber distinto al anterior
y seguir siendo igual de dulce, por dejarme llorar por primera vez debido a la
felicidad que contigo conocí, por hacerme sentir mejor persona, por darme ese
privilegio de que seas la última persona que viese al anochecer y la primera
que veía cuando mis ojos se abrían por la madrugada. Tengo tantas cosas que
agradecerte, y tan pocas hojas… solo quiero que sepas que mientras me
recuerdes, yo viviré en tu corazón.
Y por favor, y aun que
no quiera escribir esto, si algún día el amor golpea nuevamente a tu puerta,
déjalo entrar, porque cuando uno ama, solo desea ver feliz al otro, incluso
cuando esas sonrisas ya no nos pertenezcan, y eso quiero, mi amor, verte
sonreír siempre, porque aun que eres esa flor que nació en medio del desierto,
como cada primavera, necesitas seguir dejando ver el esplendor de tu rosa.
Quiero que te quieran tanto o más que yo, quiero que te amen y borren el dolor
que mi ausencia te dejará, quiero que te hagan el amor una y mil veces en mi
lugar, y que besen por mí, cada pequeña porción de tu piel, que yo cerraré los
ojos donde sea que este, para recordar lo que es tocarte. Deseo que puedas ser
capaz de abrazar a alguien, y que esa persona te haga sentir ese calor que a mí
me recorrió cada vez que te abracé, cada vez que probé de ti, así como cada vez
que fuimos uno.
Recuerda siempre que
nunca te dejaré solo, desde donde sea que esté, yo estaré cuidándote, velando
por tu felicidad y volviéndome un esclavo del tiempo si así consigo que el sol
siempre brille y el mundo conserve esos colores que al menos yo atribuí a la
felicidad.
Por siempre tuyo. Por
siempre mío. Por siempre será amor.
Te amo.
Tu Yunho.
-También te amo.
-Fin-

OMG!!! llorooooooooo T___________T fue hermoso en serio, pero la carta hizo que derramara lágrimas!!!! "Mi Changdollie" goshhh eso me llegó!!!!! y aunque Yunho le pida amar de nuevo... NÓ!! tiene que haber un final feliz HoMin!!!!! si te animas a una continuación (ojala que sí) dame un final para que vomite arcoiris!!!! me gusto mucho!!! barupapa~ <3
ResponderEliminarjrkenkewjrn tus comentarios me matan de amorsh :$ es que jsfnekjrngjhegb nah, es muy triste hasta para mi, por eso no me gusta escribir ang, siempre termino llorando a medida que escribo.
EliminarMe alegro te haya gustado :)
Te JURO, es la primera vz q LLORO(literal) con un fic.
ResponderEliminarPero la manera en como has expresado EL AMOR que se siente hacia esa persona UNICA q te complementa. Es simplemente HERMOSA.
Si los seres humanos amaran de esa manera, todo seria perfecto.
GRACIAS!!!!!!
ay ;;;; muchas gracias por tu comentario. <3
EliminarA decir verdad lo de la carta se me ocurrió a último momento jajaja mi idea original era la de Changmin despidiéndose para siempre, dejándolo ir definitivamente, pero, la idea de una carta pudo más que yo.
Me alegro que esto haya provocado algo en alguien. <3
Espero pronto subir algo :)
Gracias por tu comentario.
Q_____________
ResponderEliminar;__________________;
.
.
.
.
(/ATT).....
(TTATT)0
Noooo no puede terminar así , por qué uno siempre tiene que irse de este mundo ... si no es changmin es Yunho... buaaaa
la carta de Yunho es muy hermosa.. una dedicación demasiado linda .. me recuerda a una película llamada
"Pósdata: Te amo"
triste pero hermoso fanfic.
un gran escrito
gracias por plasmar y compartir esta ocurrencia de fanfic
;O; <3
me gusta como escribes... realmente son muy pocas las personas que me encatan como escriben sus fanfic ^^
Has otro y terminalos (?) XDDDDD -huye-
saludos :3
¿Por queeé? es una de las cosas más tristes que leí, esa manera en que Yunho se expresa en la carta, tan dedicado, fiel y atento. Siempre callado, pero calido en sus acciones, para terminar escribiendo lo más dulce y hermoso para Changmin, realmente estoy sorprendida, jamás crei que pudieras escribir y describir de manera profunda algo tan intenso y romantico como esa carta de UKNOW. Me llego, es triste y a la misma vez hermoso por la manera en que motiva a Changmin a seguir manteniendo esa fe de que en algun momento se podrian volver a ver.
ResponderEliminar