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miércoles, 17 de julio de 2013

Levántame Cap 8 [FINAL]





Bueno, llegamos al último capítulo. Ah me gustó mucho esta historia. Espero que la hayan disfrutado tanto como yo. Gracias por todo. Espero volver con otra adaptación o fic propio pronto. <3


Levántame cap 8: Terapia

Tres semanas después de sobrevivir el abominable “Ataque del Jovencito”, como es llamado actualmente, finalmente me quitaron el yeso. Cuando digo finalmente me refiero a eso, porque llevó una semana de más. Durante uno de mis chequeos, el doctor comentó que la quebradura no había sanado tan bien como esperaba y recomendaba que estuviera con el yeso un poco más. No fue un día feliz para mí. Preví interminables días de tormento y hasta podía oír al Sr. Cabeza de burbuja riéndose de mí. Cuando me enteré de que por fin me sacarían el yeso, literalmente abracé al pobre hombre de blanco. Aún escuchar que necesitaría usar las infernales muletas un poco más mientras me acostumbraba a caminar de nuevo no me alejó de mi euforia.

YunHo y Siwon estaban tan felices como yo. De acuerdo, ellos no estaban rebotando por las paredes ni nada de eso, pero realmente estaban felices por mí, y me invitaron a un almuerzo de celebración. Fue cuando nos preparábamos para salir, cuando las cosas se pusieron realmente interesantes.

—Acabo de descubrir algo interesante. —YunHo asomó su cabeza en su habitación, dónde yo estaba ocupado escarbando en el ropero en busca de algo que ponerme. Él me mudó a su departamento tras del fatídico encuentro con el sr. Miel y Crema, y hemos estado viviendo juntos desde entonces. Quizás haya sido repentino el hacer tal compromiso, pero en serio, piensen en ello. Vivíamos uno al lado del otro y de todas formas la mayoría del tiempo pasábamos la noche juntos. Desde luego durmiendo juntos. Sin embargo, no vendí mi departamento y todos los muebles hasta mucho más adelante, de manera que, técnicamente, aún no estábamos oficialmente juntos; todavía tenía una red de seguridad disponible en ese momento.

—¿Hmm? —Usé un momento para hacerle saber que lo estaba escuchando, a pesar del hecho de que estaba casi enterrado en mi propia ropa, en búsqueda de algo adecuado para ponerme, ahora que nuevamente tenía dos tobillos.

—Siwon conoció a alguien. —Con eso sí que logró conseguir mi total atención. Había descubierto que Siwon, quien tiene la tendencia de”disfrutar la vida”, y sí, eso puede ser interpretado como ”esquivar el compromiso como si fuera una plaga”. Todo esto lo supe por YunHo. Siwon prefiere mantener las conversaciones ligeras, y tiende a evitar temas serios.

—¿Conocer a alguien es actualmente como gustarte alguien lo suficiente para desear algo más que un compañero de tragos por una noche? —Aunque Siwon procura evitar el compromiso, no duerme con cualquiera. Tenía que estar muy borracho para tener un desliz como ese y eso solo pasó una vez en el tiempo que lo conozco. Por lo que tengo entendido, generalmente evita la interacción con cualquiera que no sea un amigo. Yo, siendo la pareja de YunHo, obtengo el privilegio de su compañía por poderes.


—Sep. —YunHo me sonrió, y el brillo en sus ojos me dijo que estaba disfrutando demasiado para su propio bien al contármelo. Lo bueno es que Siwon no estaba ahí para tomar represalias—. En realidad me pidió un consejo. Quería saber cómo obtener su atención. Le dije que viva el momento. Quiero decir, que la oportunidad se da ella sola a conocer, y cuando lo hace, tiene que aferrarse a ella con ambas manos. Quién sabe, hasta puede toparse con el amor en el camino. —Lo último lo dijo para molestarme, pero realmente no me importó. Puedo dejarle pasar a YunHo bastantes cosas estos días.

—Wow. Le gusta alguien lo suficiente como para superar su fobia de todo lo que pueda parecerse potencialmente a una relación. Entonces, ¿Quién es esta persona que logró conseguir lo imposible?

—No tengo idea. —YunHo se puso detrás de mí para envolver sus brazos alrededor de mi cintura—. Pero ya que estamos hablando de fobias, ¿cuándo vas a superar la fobia a entrar en cierto ascensor? Estoy un poco cansado de tomar las escaleras, ¿sabes?

—¿Quién te está obligando a subir por las escaleras? —Pretendí volver a enfocarme en la ropa que tenía en las manos. No deseaba que YunHo supiera qué su proximidad me estaba afectando, el calor de su toque lograba calentar mi piel aún a través de la camisa que llevaba—. Eres perfectamente bienvenido a tomar el ascensor mientras voy por las escaleras.

—Entonces estaría solo y sin Minnie Mouse. —En ese momento expiró su respuesta directamente en mi oreja, tomando total ventaja de mí, ahora, bastante conocida debilidad.

—Esa es una decisión que vas a tener que tomar, ¿no es así? —Le repliqué, luchando contra el escalofrío que atravesó mi espalda—. Y mientras estamos en el tema de los ratones y nombres, ¿quién es Minnie Mouse? —Salté a la más aleatoria referencia que pude encontrar con la esperanza de cambiar de tema, recordando repentinamente el sobrenombre que YunHo me puso cuando regresamos a casa.

—Estás intentando distraerme. —La suave queja de YunHo me hizo cosquillas dentro de la oreja mientras él deslizaba su mano dentro de mi camisa para pasarla sobre la piel desnuda de mi estómago—. Tut tut, Minnie malo.

Me arqueé al calor de su tacto, incapaz de resistirme. —Tú estás haciendo lo mismo. —Mi respuesta fue corta y agitada, demostrando así que la táctica de distracción de YunHo era con mucho, más eficaz que la mía.

—Cierto. —Mi aliento se detuvo cuando succionó el lóbulo de mi oreja en su boca y lo mordisqueó, su saliva enfrió mi piel al chocar con el aire que nos rodeaba—. Pero en eso soy mejor que tú. —Deslizó su mano sobre mi pecho hacia mis pezones con la misión de hacer más obvia la prueba de su punto—. ”Minnie Mouse es un dibujo de Disney.

Y eso lo detuvo todo. —¿Eres un fanático de Mickey Mouse? ¿Estás bromeando, cierto? —Giré mi cara hacia él, forzando su mano a deslizarse de mi pezón a mi espalda—. ¡No puedo creer que seas uno de esos!, Por favor dime que no es assssííííí. —Deliberadamente resalté la última palabra, usando un tono dramático en mi voz para molestarlo.

—No me digas que eres un hater—respondió YunHo de inmediato, entrando en mi juego justo como sabía que lo haría. Él no puede resistirse a un debate. Aquí tenemos el arte de la distracción. Lección tres: Encuentra el punto débil de tu oponente y golpea justo allí con todas tus fuerzas.

—Pero por supuesto. —Incliné mi cabeza y pretendí acicalarme, jugando con todo lo que tenía. Para decir la verdad, no soy ni un fan de Disney ni un anti. Disfruto de las buenas historias infantiles pero no soy un ansioso fanático obsesivo de ninguna, ni de Dumbo, ni de cenicienta ni nada que se le pareciera, a quien engaño, directamente no me gustan. De todas formas, el conflicto entre los fanáticos de Disney y los antis es muy conocido y realmente no podía resistirme a la urgencia de jugar con eso, viendo como YunHo era lo bastante fanático como para conocer algo tan insignificante como los nombres de los actores, personajes e historias detrás de cada uno, en otras palabras, un aficionado con todas sus letras, en especial de un tal bambi o como se diga—. ¿Cómo puedes ser fanático de un león que no es capaz ni siquiera de saber cómo cuidar a su tribu y se cree la gran cosa por pararse en una piedra. Ese animal, igual que él resto, es una farsa.

—Es por el amor, algún día tenía que morir ¿no? — La ávida protesta de YunHo me sacó las lágrimas, la intensidad de la risa que consiguió era físicamente dolorosa. Él estaba tan perdido en el argumento, que le llevó un tiempo darse cuenta de que en realidad estaba jugando con él, y otro más para reaccionar.

—¿Minnie, por qué te estás riendo de mi? —Deslizó su otra mano debajo de mi ropa y se inclinó para darme un ligero beso sobre el borde de mis labios—. ¿Estás seguro de que deseas hacer eso? Deberías reconsiderarlo. —A esto le siguió otro beso, en el otro lado—. Verás. Cuando se ríen de mí, me da la repentina necesidad de tomar represalias y creo que se exactamente cómo... —Y se ve que eso era lo que estaba esperando.

En cuanto terminó de hablar me levantó y me tiró sobre su hombro. Desde ese día, todavía me pregunto cómo puede ser eso físicamente posible. Estaba tan perdido en las suaves y afectuosas caricias que él dejaba sobre mi piel, que no lo vi venir. Se encaminó directamente hacia la puerta del departamento y hacia, sí, lo adivinaron, el temido ascensor.
—¡Oye, YunHo, espera! No voy a entrar en ese ascensor. —Mis protestas cayeron en oídos sordos. Vale, tal vez no tan sordos como desobedientes, porque respondió, aunque no fue para bajarme.

—Lo sé. Te estoy cargando hacia él. No es lo mismo.

—YunHo, por favor. Lo siento. No volveré a vacilarte sobre eso nunca más. Lo prometo. Solo bájame y aléjate del ascensor. —Intenté negociar usando promesas que sabía que seguramente no mantendría, pero él ni se molestó en responder. El ascensor hizo PING, sonando ruidosamente en el silencio que nos rodeaba. Y fue allí cuando realmente me di cuenta. Iba a meterme en el ascensor me gustara o no, y nada que yo dijera o hiciera iba a hacerlo cambiar de opinión. Sin embargo, ciertamente eso no iba a evitar que lo intentara. Sucede que tengo una política personal que me impide abandonar una lucha.

En el momento en que entró, usé todos mis esfuerzos en luchar contra su agarre. Parte de mí deseaba que me bajara y así poder salir corriendo, mientras que otra parte, la parte más sana, deseaba que no lo hiciera. Esa parte de mí se dio cuenta de que si él me soltaba mientras luchaba, las oportunidades de caer a salvo eran pocas. Y probablemente conocería al Sr. Cabeza de Burbuja II.

En el momento en que las puertas se cerraron, accedió a mi pedido y cuidadosamente me colocó sobre una superficie horizontal y plana nuevamente. Tomó un gran cuidado al usar su cuerpo para estabilizarme en el progreso de mi bajada, y cuando mis pies tocaron el suelo, realmente no tenía la energía para quedar de pie. El ascensor comenzó a descender, y cuando comenzó a moverse, YunHo se movió junto a mí. Fue allí cuando descubrí sus verdaderas intenciones. —¡YunHo, no! —las protestas escaparon de mis labios un segundo tarde, y vi con horror como su dedo presionaba el botón STOP de emergencia.

—Y ahora, mi pequeño Minnie, vamos a enseñarte que no todas las experiencias en el ascensor son malas.

Su áspero susurro envió lujuria a través de mí. Lamí mis labios, mi mente corría en busca de una respuesta inteligente que debería haber contribuido en mi lucha contra él, pero en algún lugar del camino entre mi cerebro y mis labios el mensaje se mezcló y el código de error de mi cerebro se atascó. “¿Qué tan rápido puedo entrar en sus pantalones?” Era bueno saber que mi mente simple todavía estaba funcionando.

El retraso causado por el mal funcionamiento de mi cerebro le dio a YunHo el tiempo que necesitaba para actuar como había prometido, y antes de que pudiera siquiera presionar el botón ACEPTAR para quitar el mensaje de error de mi cabeza, me encontré presionado contra la pared del ascensor con sus calientes labios sellando firmemente los míos. Dejándome con poco para decir, él deslizó su lengua entre mis labios, presionándola profundamente dentro de mi boca, barriendo la misma sin pausa.

Tuvo éxito dejándome estúpido al besarme, mordió mi labio inferior y se trasladó a chupar el lóbulo de mi oreja. —Tenemos que ser rápidos. —Su susurro cosquilleó mi confundida mente. El significado de esas palabras y el contexto en el que fueron usadas solo tenían un sentido parcial para mí, y protesté por la interrupción en lo que estábamos haciendo, con un gemido suplicante que nunca volveré a admitir—. Estoy seguro de que alguien ya estará de camino para solucionar el problema. —Recorrió mi oreja con su lengua y tomó mis pantalones, sus dedos trabajando ágilmente sobre los cierres que mantenían la repentina erección que él acababa de conseguirme. Mi pene se liberó y bajó mis pantalones, dejándome medio desnudo en, técnicamente hablando, un lugar público. Afortunadamente, estaba demasiado perdido en el deseo como para darme cuenta. De hecho, lo ayudé levantando mis pies para sacarlos de mis pantalones y calzoncillos. —Ahora eres un buen Minnie, —murmuró, volviendo a ponerse de pie. Sacó del bolsillo de sus pantalones, condones y lubricante. La sonrisa que tenía en sus labios mientras lo hacía sólo se podía describir como afectivamente malvada. —Ahora, el evento principal. —Me tomó de la mano y puso lubricante en ella. Le tomo solo momentos desparramar el lubricante en mis dedos y luego mover mi mano para introducir mis dedos en mi trasero—. Prepárate a ti mismo, —Ronroneó en mi oído.

Gemí y obedecí, el impulso de presionar contra mis dedos, ahora en mi trasero, era demasiado intenso como para resistir la tentación. Inserté mis dedos tan hondo como pude y los curvé, esparciendo la fría y resbaladiza sustancia a su alrededor mientras YunHo se preparaba para mí. Desabotonó sus pantalones y liberó su erección desenfrenada. El hecho de que había tomado el mando, me decía que había estado preparado para ello todo este tiempo, pero en lugar de molestarme, ese descubrimiento solo logró excitarme aún más.

En el momento en que tuvo puesto el condón, tiró de mi mano, sacando mis lubricados dedos de mi trasero. Levantó mi pierna, la que logre liberar del yeso, y los músculos de mi trasero se estremecieron en anticipación de lo que estaba por venir. Lubricándome, él envistió profundamente dentro de mi cuerpo. Mis músculos quemaban mientras se estiraban preparándose para él. El juego previo había sido corto y no logró estirarme lo suficiente, pero no me importó. Le di la bienvenida al leve ardor, solo en ese momento me di cuenta de que había perdido el leve sentimiento de agresión que brotaba de nuestra relación desde la primera vez que tuvimos sexo.

Sin darle tiempo a mi cuerpo para adaptarse, comenzó a envestirme en serio, retirándose solo para volver a envestirme, con un ritmo rápido y desesperado. Levanté mi pierna y rodeé con ella su cintura, confiando en que me podría soportar, para que pudiera penetrarme más profundamente. Grité cuando golpeo mi próstata, y fue allí cuando perdimos completamente el control. Nuestro acoplamiento fue rápido y desgastante, rápidamente perdimos todo ritmo aparente mientras nos movíamos en un intento desesperado por acabar. Mi orgasmo me golpeó repentinamente y la intensidad del mismo me dejó tembloroso durante un buen rato. YunHo se vino justo cuando el temblor de mi cuerpo comenzaba a desvanecerse, y ambos caímos al suelo del ascensor, ninguno fue capaz de soportar al otro. Los siguientes breves momentos los gastamos en el silencio que usualmente le sigue al buen sexo, y seguramente hubiese seguido una mini sesión de caricias si no hubiera sido por el hecho de que el ascensor decidió moverse en ese momento. Sí, es cliché y todo eso, pero, ¿qué puedo decir?
Ahora llegamos a la no tan glamorosa parte de las retorcidas historias de sexo en el ascensor que nunca se cuenta. El repentino movimiento del ascensor hizo que nos moviéramos, y luchamos para volver rápidamente a nuestras ropas. YunHo lo tuvo más fácil que yo, viendo que en realidad no estaba desnudo, mientras que yo tenía que encontrar una forma de ponerme mi ropa interior y mis pantalones en el poco tiempo que el ascensor tardaría en llegar a su destino. En realidad, no tenía ninguna oportunidad. Las puertas del ascensor se abrieron mientras todavía estaba en el proceso de abotonarme los pantalones, y levanté mi vista para encontrar los ojos de no otro que: ¡KyuHyun! ¿Olvidé mencionar que Kyu trabaja reparando ascensores?

Describir esto como un momento incómodo sería subestimarlo. Estaba mortificado, y solo después me di cuenta que en realidad era un dulce momento de justicia. Parece que lo que pasa una vez, después de todo, volvía a pasar de nuevo, pero en ese momento no estaba pensando con claridad. YunHo tomó mi mano y salimos del ascensor en silencio, olvidé completamente la necesidad de usar las muletas por un tiempo más. Es increíble lo que puede lograr la vergüenza, ¿verdad?


Cuando salimos del ascensor, vi a Siwon. Él venía hacia nosotros, pero en vez de detenerse cuando estaba cerca, continúo en movimiento, su atención no estaba puesta realmente en nosotros. —A veces solo tenemos que vivir el momento, —me susurró Siwon cuando pasó por mi lado, chocando contra la espalda de KyuHyun. Tropezó y se tambaleó hacia delante, dentro del ascensor que YunHo y yo acabábamos de liberar, y Siwon entró detrás de él. Las puertas del ascensor se deslizaron suavemente, y un momento después, la luz del botón de STOP se volvió a iluminar. Este edificio realmente debería hacer algo con respecto a ese ascensor…


FIN

martes, 16 de julio de 2013

Levántame Cap 7



Capitulo 7: Honesta comunicación.

Siguiendo al mejor fin de semana de mi vida, comenzamos a salir. No había una confirmación oficial de que éramos una pareja, pero ambos lo sabíamos. Trabajé desde casa, a vistas que no podía conducir con un tobillo enyesado, y vino cada noche para la cena. Hasta trajo la comida. Comimos más comida china, pizza, lasaña y varias otras delicias de comidas para llevar, pero debo confesar que la más divertida fue el alpiste.

Sí, YunHo creyó que sería divertido traerme alpiste para comer. Por suerte, eran semillas de girasol, y me gustan. Deberían haber visto su cara cuando calmadamente comencé a abrirlas para comerlas. Punto para mí, pero eso no viene al caso. A donde intento llegar es a que conseguimos tener un tipo de patrón, ninguno de los dos expresaba lo que significaba nuestra relación, y fue solo cuando Siwon nos invitó a cenar cuatro semanas después, que noté cuánto daño puede hacer la falta de una honesta comunicación.

Comenzó inocentemente. YunHo me recogió y me llevó a la casa de Siwon. Siendo tan caballeroso como es, abrió la puerta del acompañante y me ayudó a salir apenas llegamos. Desde que dominé las endemoniadas muletas de la fatalidad, no se encontraba en peligro de que lo castrase con ellas. Caminamos hacia la puerta y llamamos, fue allí donde todo comenzó a salir mal.

Siwon abrió la puerta, y una mirada de desesperación en su rostro trató de escapar. Solo tuvo tiempo para balbucear un simple —¡Lo siento! —después de eso fue interrumpido por otra voz masculina—. ¡YunHo! ¡Te extrañé! —Un delgado y bonito hombre con el cabello largo hasta su nuca, colorado se deslizó por la derecha de Siwon y procedió a pegarse a YunHo como un percebe succionado a una roca.

—Intenté llamarte. —La suave explicación de Siwon cayó en oídos sordos; mi mente apenas lo registró. Mi corazón estaba demasiado ocupado palpitando a un doloroso ritmo dentro de mi pecho. La visión de YunHo atrapado en brazos de otro hombre me dolía más de lo que pensé que fuese posible. La traición de KyuHyun era una mera sombra en comparación, y no sabía cómo lidiar con eso. Y lo empeoraba el hecho de que YunHo no parecía intentar separarse del abrazo, y yo estaba completamente perdido en mí mismo con un torrente de miseria que me golpeaba de la nada.

La siguiente cosa que noté es que estaba dentro, sentado en la mesa del comedor con YunHo a mi lado y Siwon en frente. Heechul—sí, resultó que su nombre era Heechul—estaba sentado frente a YunHo, y había algo en él que simplemente que no me gustaba—. Entonces, ¿qué has estado haciendo últimamente. Yunnie? —Su tono era suave como la seda, con el nivel justo de un matiz sugerente escondido en lo profundo de este, y mis dedos tuvieron la repentina urgencia de despedazar su garganta.

—Nada en realidad. Más de lo mismo supongo. —El tono de YunHo era neutral. Permaneció calmado y el vino que Siwon nos había servido se arremolinaba en nuestros vasos. El vino no fue la mejor idea de Siwon en ese momento, considerando las circunstancias, pero todos tenemos nuestras culpas.

—Te mudaste repentinamente. Podrías al menos haberme llamado para contármelo. Te habría ayudado, lo sabes. —Heechul tuvo la audacia de poner mala cara. Realmente pensaba que esa patética caída de labios era sexy, y Yunho no hizo nada para desilusionarlo. Yo, en cambio, no podía soportarlo, así que alcancé mi vaso de vino y lo vacié de un trago. En el instante en que el líquido se terminó, alcancé la botella de vino para recargarlo, y cuando Siwon se movió para detenerme, le dirigí la madre de todas las miradas tan rápido que lo forzó a reconsiderarlo.

—Algo ocurrió repentinamente. —La repuesta de YunHo fue sencilla y sin compromiso, pero yo estaba demasiado perdido en el mar de celos para darme cuenta que estaba tomando un enfoque más bien distante de Heechul. Vaya usted a saber.

—Él no necesitó tu ayuda. —Aporté, bajándome otro vaso de vino. El vino tiene la tendencia a soltar mi lengua aún más de lo normal. Una parte rebelde de mí deseaba hacerle saber a Heechul que YunHo no lo necesitaba de ninguna manera, especialmente no de la manera que Heechul parecía estar insinuando.

—También podrías haber llamado después de mudarte. Estaba enfermo de preocupación. Simplemente te desvaneciste. —Heechul recriminó a YunHo, otra vez con cara de enojado. El hecho es que me ignoró por completo y mi intento de parar el reclamo me rallaba los nervios. La urgencia de despedazar su garganta fue reemplazada por la urgencia de sacarle los ojos. Deseaba dejarlo vivo para que sufriera.

—Estaba ocupado. —YunHo usó la excusa más común que conoce el hombre cuando trata de perder el contacto. El problema es, que algunas veces no es una excusa. El destino es un amante inconstante que le gusta lanzar una bola curva de vez en cuando en nuestro camino. ¿Cómo podía estar seguro de cuál de las dos opciones era la que YunHo deseaba expresarle a Heechul?

—¿Demasiado ocupado para llamar a tu novio? —Heechul recorrió el borde de la copa con su mano y, por primera vez desde que posó sus ojos en YunHo, apartó la mirada para examinarme—. ¿Acaso el sexo no era lo suficientemente bueno? Ciertamente no te quejaste. —Me miró mientras hablaba, cada palabra era un evidente mensaje para mí, que no estaba tan ciego como para perdérmelo. Me estaba diciendo que era un intruso y eso dolía, especialmente cuando reparé en que tal vez era cierto. Después de todo, YunHo nunca me mencionó a Heechul, incluso después de contarle acerca de mi vida amorosa, o quizás debería decir la falta de ella. Ni siquiera tenía corazón para protestar, por lo que ahogué mi dolor en otro vaso de vino, sin levantar la mirada. No podía enfrentar las insinuaciones sexuales en cada movimiento de Heechul cuando YunHo ni se movía para ponerlo en su lugar.

—Heechul, tú eres…

YunHo solo pudo decir esas tres palabras antes que Heechul lo interrumpiera una vez más, con un tono que derramaba puro sexo. —La última vez estuvo tan bien. ¿Recuerdas la miel y la crema? —Realmente nunca pensé que fuera posible seducir a alguien solo con la voz; la simple realización de esto ponía en relieve todas mis deficiencias. Nunca podría seducir a alguien de esa forma. Yo era, después de todo, un nerd, trabajando en el campo de IT. Es de común conocimiento que somos sexualmente deficientes.

Dejando de lado mi insuficiencia sexual, fue lo que Heechul dijo a continuación lo que me pegó más fuerte. —Me lamiste todo, de arriba abajo. No recuerdo haber pasado nunca tan buen momento. Realmente deberíamos intentarlo con la salsa de chocolate la próxima vez. ¿Tienes algo por el chocolate, no? Siempre dijiste que era un objetivo para experimentar. Si quieres podríamos hasta incluir a tu pequeño juguete de allí y tener un trío, deberíamos considerarlo.

Mi mente corrió y repentinamente pude ver a Heechul y YunHo, juntos, haciendo cosas que no deseaba que YunHo hiciera con él. Deseaba que las hiciera conmigo. Mi corazón se cerró en sí mismo y me dolió el pecho y fue en ese momento cuando oficialmente tuve suficiente. Me negué a seguir allí, escuchando al novio de YunHo hablando de qué tan buena era su vida sexual cuando parecía que YunHo me había traicionado de la forma más básica.

Me paré, llamando la atención de YunHo, y por un momento, quedé atrapado en su mirada sin saber qué hacer a continuación. Entonces el dolor en mi pecho me incitó a moverme. Repentinamente enojado con él por haber jugado conmigo de la forma que lo había hecho, me estiré y agarré la copa de vino que aún sostenía en su mano. La tiré en un simple movimiento y la estrellé contra la mesa en frente suyo, cada línea de mi cuerpo lo desafió a hacer algo al respecto. Cuando me encontré solo con silencio, me di la vuelta y caminé sin más palabras. Ok, tal vez cojeando puede ser una entrega más apropiada, pero quedémonos con la más glamorosa de las dos. De hecho, llegué a mitad de camino por la calle de Siwon antes de que YunHo viniera detrás de mí, con su voz a la deriva por el aire frío de la noche. —¡Changmin! ¡Espera! —gritó con desesperación, pero lo ignoré. Realmente no quería hablar con él, no cuando me había herido más de lo que jamás creí posible, enseñándome el verdadero significado de hacer añicos un corazón en mil pedazos.

Continúe cojeando y logré avanzar diez pasos, inevitablemente, él me alcanzó. Hice lo que pude para ignorarlo, pero me agarró por el hombro para poner fin a todo progreso que pudiese intentar hacer. En cuanto me tuvo en el sitio, me rodeó para pararse delante de mí. Quiso hacerme frente mirándome a la cara, pero volteé mi rostro. No quería que viera lo mucho que todo esto me afectaba. —Changmin. No es lo que crees.

Hizo una pausa, dándome tiempo para responder. Sin embargo, ignoré por completo la oportunidad que me dio para protestar. YunHo deseaba hablar y no tenía ganas de seguirle el juego. Es un hecho conocido que es difícil convencer a alguien usando la lógica cuando ese alguien no ofrece puntos que puedan ser argumentados.

—Vamos, Changmin. Háblame. Estoy intentando decirte que Heechul no es mi novio. —Y fue así como entré en el juego de YunHo. Cuando pensé que ignorarlo sería una buena táctica no tuve en cuenta mi propia naturaleza. Hablo demasiado para que esa táctica sea viable para mí.

—¿En serio? —Me giré, mirándolo sin antes pensar mejor en ello—. ¿Eso significa que él es otro de tus juguetes? ¿Cómo yo? ¿Estás coleccionando tu propio pequeño harem? ¿Uno para cada día de la semana? ¿O cada mes? ¿Eso me convierte en el sr. Noviembre? ¿O es sr. Sábado teniendo en cuenta el día en que me sedujiste?

—Changmin, para. Estás siendo ridículo. Él no es mi juguete y tú tampoco, y si recuerdo correctamente no fui yo quien empezó la seducción cuando nos conocimos. —Aunque mi cabeza sabía que él tenía un punto, mi corazón no recibía el mensaje. Sabía que lo estaba acusado injustamente sin darle chances de explicar la situación, pero no podía sacar la imagen de Heechul y YunHo juntos fuera de mi cabeza.

—¿Entonces ahora es culpa mía? —Perdí la poca cordura que me quedaba y me las arreglé para fingir que tenía, y dejé libre todas mis emociones—. ¡Ciertamente, no te quejaste! —En el momento que dije esto noté que había utilizado el mismo argumento que Heechul había usado, pero realmente no me importaba— ¡Si estabas involucrado con otra persona, deberías habérmelo hecho saber! ¡Y si era solo sexo, no deberías haberme hecho pensar que querías algo más poniéndote celoso de que pudiera haber estado involucrado con KyuHyun! ¡No puedo creer que fui lo suficientemente estúpido para haberme enamorado de ti! —En cuanto esas palabras se escaparon de mis labios, su significado se hundió en mi mente y en ese mismo momento murió mi discurso. Acababa de revelar algo de lo que no me había dado cuenta hasta ese momento. En algún momento, a pesar del poco tiempo que había pasado, me había enamorado de YunHo. El simple pensamiento me hacía desear correr y esconderme del mundo y de todos los que habitaban en él—. Verás, puedo jugar a coquetear como el mejor; comprometerme en una relación real es otra pelota de un juego totalmente distinto.

—¿Tu qué? —la cuidadosa entonación de YunHo, dejaba claro que sabía exactamente qué había dicho y solo estaba pidiendo confirmación con la pregunta, una confirmación que no tenía intención de darle.

Deseaba tiempo para trabajar mi propio camino, sí, digan conmigo, epifanía la mía, antes de poder enfrentarlo y arriesgarme a un posible rechazo una vez más. Después de todo, no habíamos resuelto la cuestión del jovencito que había invadido la casa de Siwon para llegar hasta YunHo. —Eso no importa. Tienes a Heechul. No me necesitas. —Me giré e intenté alejarme de nuevo, esperando conseguir pasar y alejarme y así poder curar mi corazón y mi chocante revelación en paz. Tenía toda la intención de organizar una fiesta de lástima donde el único invitado sería yo.
—No vas a ningún lado. —Era la distintiva orden en su voz y no su control repentino en mi brazo lo que me paró una vez más—. Todavía no he terminado contigo. Solo voy a decir esto una vez, Changmin, así que mejor que escuches y escuches bien. Heechul no es mi novio, ni mi juguete. No tengo sexo con cualquiera y créeme que es con una sola persona cada vez. Si, dormí con Heechul y sí hubo crema y miel esa vez. Estaba borracho y fuera de mí, y fue un error que intento no repetir. Nunca. Fue hace seis meses, y cuando volví a mis sentidos la siguiente mañana rompí con él. No es que hubiese alguna relación para romper, ya que había sido cosa de una noche, pero hice todo lo posible para dejarle claro que no quería involucrarme sexualmente con él. Desafortunadamente, Heechul, no entendió el mensaje. Por eso me mudé. Veo que no fue lo suficientemente lejos, ya que se las arregló para seguirme la pista de nuevo, pero no me arrepiento. Ni por un minuto. Te conocí a ti.

Si alguna vez escuché una frase cursi, fue esta última, pero no encontré la energía necesaria en mi corazón para encontrarla graciosa. Algo en la situación y en la manera en que la dijo parecía darle el sentido que alguna vez tuvo antes que Hollywood la usara hasta la muerte. —¿Entonces… esto dónde nos deja?

—Te amo, Minnie Mouse. ¿Dónde crees que eso nos deje? —Y así, creo, es como comenzó nuestra relación. Si fuera por mí, este sería el último capítulo de mi cuento. Pero YunHo no estaría contento si notaba que no lo miré hasta que terminó de decirlo de forma tan natural. Después de todo, todas las cosas deben llegar al punto de partida para estar realmente completas, y así es como mi historia termina: donde todo comenzó.