Antes que nada pido perdón por tardar, como algunas saben maté mi computadora por lo que tardé el doble. Agradezco haber grabado lo que había escrito en un pen drive ;_; en caso contrario estaría escribiendo nuevamente este capítulo.
En fin gracias a todos/as las que leen este delirio que sale de mi cabeza, que, como siempre, a pesar de que tener una idea fija para lo que quiero escribir, termino sorprendiéndome a mi misma dado que, termino por escribir otra cosa completamente distinta.
Aún no se cuantos capítulos tendrá el fanfic, pensaba en hacerlo de aproximadamente 10 capítulos no se bien, sin embargo tampoco planeo hacer muchos para no cansar a nadie ^^.
Debo de decir que amo, AMO escribir este fanfic a pesar de tomarme mi tiempo para hacerlo. Es tan delirante, como yo. Pido perdón por algo que leerán sin embargo no quiero dotar tanto, TANTO de sentimentalismo, al menos no por el momento, ya que saben la posición de Changmin.
en fin, disfruten y bienvenidos a los nuevos lectores ^^ y gracias a los que todavía leen esto.
P/D: tardaré un poco -quizas dos semanas- en publicar el próximo capitulo ya que, ademas de entrar en exámenes en la u estoy sin compu. ^^
Las quiero~
Cap 5: Porque tener un plan nunca está mal.
-Changminnie…
- y encima osaba pronunciar mi nombre… agh… que molesto podía ser, sin embargo
el show había comenzado, si tenía que alejarlo de HeeChul, o como lo nombre “el
enemigo público número 1 de Shim Changmin” sabía que debía cambiar un poco.
¿Y porque
aún seguía molesto? Porque el departamento era de YunHo y mío, no había lugar
para nadie más, solo para dos personas, y oh coincidencia, ya vivían dos en
ella. ¿Por qué de repente a este sujeto se le ocurría pasarse allí al menos 3
horas diarias? Solo quería que la cortara, no me quería ver obligado a cambiar
la cerradura y dejar encerrado a mi hyung, si MI hyung allí dentro. Pero si
debía de hacerlo entonces lo haría, todo con tal de seguir siendo el centro de
atracción.
-¿Si
YunHo-ah? – pregunte con la mejor sonrisa que podía poner, una forzada, tal vez
una que, made in Junsu, aprendí años atrás, pero aguanté lo patético que me
podía ver en esos momentos, y solo suavice mi voz, pestañeando cada tanto, tal
vez, el corte que llevaba ahora ayudaba a darme una imagen más dulce, una que
según yo no existía del todo. -¿sucede algo?
-Minnie…
-murmuró arrugando el ceño, tal vez un tanto descolocado, debido a que, cuando
ladeaba su cabeza era o porque estaba ido en sus propios pensamientos, o porque
estaba muy concentrado en algo y llevó uno de sus dedos a sus propios labios,
indicándome algo… No entendí bien, solo arrugue el ceño, joder, ¿a quién mierda
se le ocurría jugar a hacer mímicas en un momento tan importante como este?
Volví a llevar la porción de pizza a la boca, queriendo dar un nuevo mordisco.
Si de por si comer en el suelo, en la sala de ensayos era incómodo, hacerlo con
un cavernícola rudimentario como YunHo lo complicaba un poco más, es decir
¿para que existe el habla si no dirá nada. –Tienes… un poco de.. queso en la
boca –murmuró extendiendo su mano hacia mí, haciendo que por reflejo mi cabeza
fuese hacia atrás.
-Pero que
carajos… -solté el trozo, con tal rapidez que incluso alcancé a darle un
manotazo para alejarlo, obteniendo de su parte solo una risa, y por
casualidades de la vida aquella persona, si Heechul caminaba por los pasillos,
frenando junto a la puerta que daba entrada a la sala que ocupábamos y en la
cual no era bien recibido –Espera.. –detuve a mi hyung tomándolo por la muñeca,
el me miro, pude ver sorpresa en sus ojos, creo que este hombre es tonto para
no mirar por el espejo que su novio o lo que fuese estaba por entrar.
-¿Qué? –me
preguntó un tanto perdido en la situación. No lo pude evitar, seguramente si
alguien me veía en esos momentos podría jurar que algo planeaba, pero YunHo,
alias el ser más distraído del mundo seguro tenía la cabeza pensando en
caballos alados y cuernos, y toda la cosa que por la cabeza de personas
“dulces” seguro pasa. O al menos yo imagino cosas así en el resto.
-Mejor
ayúdame… -mi voz cambió, a una más suave, aghh definitivamente, pasar tanto
tiempo con Junsu en el pasado había tenido sus secuelas. Sonreí de manera
disimulada, mientras sus dedos se paseaban por mis labios. Su tacto era suave,
por lo que no pude evitar que mis ojos se cerraran…
-Listo
–retiró su mano, haciendo que bufase y mi ceño se arrugara, al igual que mis
labios, que se movían gesticulando cosas por lo bajo. Y me di cuenta, el que
hiciera eso me había gustado. Definitivamente, necesitaba una novia. Desvié mi
vista, sin darme cuenta Heechul se encontraba junto a nosotros, vistiendo
aquellas prendas tan llamativas que solo él podía ser capaz de usar. Dios ¿a
caso no se daba cuenta que ver eso era malo para la salud? Definitivamente, le
diría a Kyu, un cambio de closet no le vendría mal.
-Hyung…
-murmuré un tanto, ¿atontado? Quizás, por la situación, era tan asquerosamente
cursi que el hecho de que fueran dos hombres y uno de ellos mi hyung alias
“quiero despertar y lo primero que vea sea el rostro de la persona que amo” lo
hacía incluso más empalagoso de lo que ya era. Aghh que horror, ahora tenía un
motivo más para que las cosas dulces no fuesen de mi agrado a la hora de comer,
aunque, debía de admitir que incluso así no me negaría a comer algo de ese
tipo.
-Changmin…
-moví mi cabeza con rapidez, saliendo de aquel trance en el que estaba, no sé
en qué momento lo deje hablando solo, quizás… desde que se había sentado frente
a mí y según yo comenzaba a mover la boca, ¿Qué a caso no se cansaba de hablar
tanto? Yo sabía lo que haría… “sonrisa, mover la cabeza para acomodar sus
cabellos, sonrisa de nuevo, oh… aplauso y si por fin cubrir apenas sus labios
mientras ríe” un momento… Nuevamente aquel brusco movimiento de mi cuerpo- Oye
no vine para que me dejases hablando solo. –se quejó, por lo que sí, asentí
utilizando la típica excusa.
-Te estaba
oyendo, hyung –rodé los ojos, que descaro el mío, si supiera que jugaba a
adivinar lo que hacía.
Su rostro
se ladeo, y de forma interna comencé a rogar que aquella pregunta no llegase. Buda
si aun tienes compasión de mi solo – Entonces ¿Qué te pregunte? – olvídalo, ya
ni tú me haces caso.
Me observó
expectante, diablos, no quería darle la razón, odiaba darle la razón, sea el u
otra persona. Tomé aire y dije lo primero que se vino a mi mente- mi respuesta
es sí –murmuré tratando de sonar lo más normal posible y de paso sea acertar en
la respuesta o lo que sea que quería escuchar.
-Genial –
sonrió, feliz tomándome por los hombros, creo que si no lo conociese diría que
estaba… entrecerré mis ojos. ¿A caso tan rápido pensaba cambiarme? Entonces la
respuesta nuevamente vino a mí, necesitaba una novia urgente.
~memorias
de un gay~
El destino
a veces nos juega malas pasadas. Y dios lo mío fue no escuchar a YunHo y por
cosas como esas me encontraba en este... antro? Agh no se qué es esto pero
¿Cómo la gente no se aturde con el sonido tan fuerte? Reí irónico ante mi
propio pensamiento, quizás MinHo tenía razón, era un viejo ermitaño al que solo
le faltaba mudarse a la montaña. Moví mi cabeza con rapidez, tratando de borrar
aquella imagen mental de mí. Y, queriendo lucir lo más elegante posible guarde
ambas manos en mis bolsillos, para dirigirme, sonrisa de por medio hacia la
barra donde una de las empleadas allí no dejaba de mirarme.
Debo de admitir
que a pesar de trabajar allí la forma de vestir e incluso los ademanes que
tenían no parecían encajar, era, a simple vista, alguien bastante dulce,
incluso parecía frágil. No sé porque la primera imagen que a mi cabeza vino fue
la de SeoHyun. Tsk… mejor me alejaba de esas cosas que las fans escribían.
Nuestras miradas se cruzaron, haciendo que su vista bajase, quizás avergonzada
de aquel simple acto. Sonreí. A pesar de todo aun podía confiar en Buda, en
este momento debía de admitirlo, la vida me sonreía. –¿Cómo te llamas?
–pregunté sin rodeos, la sutileza no iba conmigo y con el paso del tiempo lo
poco que quedaba de esta se había ido perdiendo por completo.
-Hye..HyeRi
–murmuro, haciendo que a duras penas pudiese oírla. Demonios, justo en un lugar
como este venía uno a conocer a una chica así.
-HyeRi
–repetí tratando de lucir lo más ronco posible- lindo nombre, Changmin –me
presenté como si de un tipo más se tratase. –Un gusto.
-¿Desea
pedir algo? –preguntó de repente, haciéndome sentir en parte ignorado. Si,
quizás exageraba, pero era yo, se suponía debía de morir por mí, bueno, quizás
exagero con eso, pero al menos ummm como se dice en algún pueblo por allá lejos
“aflojárseles las piernas” - Lo siento,
estoy trabajando.
-Está bien
descuida –trate de sonar lo más normal posible, admitir que mi ego se
encontraba herido en esos momentos debido a un “pseudo rechazo” sería
demasiado. Sin embargo allí seguía, no se si era realmente que la chica
realmente llamaba mi atención o simplemente quería comprobar que, los sucesos
recientes no me habían afectado en lo más mínimo. Cerré mi puño, haciendo un
pequeño movimiento con dos de mis dedos, libres, consiguiendo que se acercase,
un poco debido a la barra que nos separaba y deslice por la misma una pequeña
tarjeta. Quizás, si uno de mis amigos me viese habría de pensar que era todo un
galan, pero a quien engaño, realmente lo soy.
La chica
solo sonrió, observando la tarjeta mientras que parecía buscar algo en sus
bolsillos, y bingo, a la vista ahora se encontraba tecleando, supongo que mi
numero, haciendo que mi celular sonase, dejándome así saber cuál era el suyo,
cortando instantáneamente. Mi sonrisa se amplió guiñando uno de mis ojos, antes
de voltear hacia donde mi hyung se encontraba y nuevamente volver hacia la
joven, sin embargo no pude no comprobar dos veces lo que en un simple pestañeo
había visto. –Pero que carajos –murmuré, dejando a la chica allí mismo para ir
en dirección hacia donde él “en este momentos alegre hyung que habla de un
mundo multicolor y no se que mierdas mas” se encontraba. Dios por cosas como
estas, o mejor dicho siempre, terminaba preguntándome si realmente YunHo era el
mayor. Observé a su lado y pude notar a un HeeChul muy sonriente, quizás y no
me extrañaría, el causante de todo esto. Entre cerré mis ojos tironeando uno de
los brazos del mamut, o mejor dicho “la bolsa de papas” de mi Hyung, dios,
incluso en ese estado se reusaba a colaborar. Si consiente era pesado, en ese
estado de alcohol su peso parecía duplicarse.
Yo no sé
cómo fue que llegamos al estacionamiento… me corrijo, como fue que lo llevé
hasta el coche. Quizás debido a que internamente pensaba en mil y una forma de
venganza o porque quizás parecía hablar en un dialecto en que solo él era capaz
de entenderse –Quédate aquí – lo empuje contra la puerta del auto, en lo que
mis manos se disponían a buscar en sus bolsillos la maldita llave del auto. El
solo reía y seguía diciendo no se qué cosas. Y entre tantas cosas que
balbuceaba y yo que buscaba lo otro sentí mi nombre, de manera vaga salir de
sus labios.
YunHo no
era alguien de beber mucho, si se encontraba en este estado no era por tomar
demasiado, al menos se acordaba mi nombre y no me llamaba “hey chico” o algo
por el estilo pensé en lo que alzaba el rostro, encontrándome con el suyo,
observándome con seriedad. Me le quedé mirando, incluso olvidé lo que hacía,
¿sucedía algo a caso? -¿YunHo? –pregunté extrañado, y el no colaboraba en nada.
O eso pensé hasta que sentí sus manos sobre mi rostro, abrí mis ojos,
horrorizado, queriendo hacer mi cabeza hacia atrás cuando lo vi acercarse, sin
embargo todo fue inútil, el solo lograba afirmarse más, y lo único a lo que
atiné fue a cerrar los ojos con fuerza mientras él, YunHo me besaba.
